Ofrece la UNAM hasta maestrías y doctorados a bibliotecarios

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  • El analfabetismo tecnológico es un problema en México: José Roque
  • Por Norma L. Vázquez Alanís

Énfasis Turístico

 (Segunda y última parte)

Durante una conferencia virtual que ofreció a miembros de la Academia Nacional de Historia y Geografía (ANHG), el maestro en bibliotecología y doctor en antropología social, José Roque Quintero, hizo un puntual recorrido por el acervo de la Biblioteca Central de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que abrió sus puertas a la comunidad universitaria el 5 de abril de 1956.

Con el título ‘100 años de contar con la Universidad Nacional Autónoma de México y sus bibliotecas: apoyo documental a la enseñanza e investigación académica’, el doctor Roque Quintero presentó un detallado panorama de esta importante institución.

Refirió que la Biblioteca Central cuenta con 636 mil libros, 338 mil fascículos de revistas, 276 mil 34 volúmenes de tesis impresas y 68 mil 954 en formato magnético. Y comentó que existe un programa de digitalización de todas las tesis que fueron entregadas en papel antes de la era digital.

Precisó el conferenciante que la UNAM -patrocinadora de la ANHG- dedica un espacio de 148 mil 540 metros cuadrados a las bibliotecas y ofrece 21 mil 842 asientos para la consulta de libros por parte de los estudiantes de 42 programas de postgrado, 42 programas de especialización, 130 carreras de licenciatura, 32 carreras o salidas terminales y tres planes de estudio de bachillerato.

También presentó una gráfica sobre la distribución de bibliotecas por ubicación, y dijo que la mayor concentración de ellas está en la Ciudad Universitaria, donde hay 71 (53 por ciento), existen 33 (25 por ciento) en la zona metropolitana y 31 (22 por ciento) repartidas en 17 estados de la República: Baja California, Campeche, Chiapas, Estado de México, Guerrero, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán.

Puntualizó el doctor Roque Quintero que la UNAM es una de las pocas instituciones que otorga un grado académico al bibliotecario; la maestría en bibliotecología se creó en 1972 y fue el primer posgrado de esta disciplina que se estableció en México. En 1998 comenzó a ofrecer los programas de maestría y doctorado en bibliotecología y estudios de la información, con el respaldo de la Facultad de Filosofía y Letras.

Sin embargo, lamentó que no haya una obligación legal para que los trabajadores de las bibliotecas sean especializados, lo que provoca un déficit en la clasificación del acervo; comentó que de las dos mil 253 personas que laboraron en el Sistema de Bibliotecas de la UNAM (Sibiunam) en 2018, solo 277, es decir el 12.3 por ciento, contaban con estudios en bibliotecología.

Dijo que la información es tanta, que se requieren instrumentos de selección muy precisos y apuntó que en muchas bibliotecas de la UNAM no hay personal suficiente para atender los sistemas digitales, mientras que el sistema inteligente de búsqueda es indispensable para lograr la digitalización de documentos. Hoy día, la Ley General de Archivos exige que todos los documentos sean digitalizados.

El doctor Roque Quintero expresó que es indispensable la formación de usuarios, pues en México hay un problema de analfabetismo tecnológico, porque todavía mucha gente no sabe usar las computadoras y menos las herramientas para buscar información o acceder a ella.

De manera que el Sibiunam brinda servicios encaminados a formar usuarios autónomos, capaces de delimitar sus necesidades de información, desarrollar estrategias de búsqueda y recuperar la información requerida de forma más rápida. Señaló el ponente que sin tecnología de la información no se podrían consultar bibliotecas en línea, y que esas tecnologías para uso interno de la UNAM suman mil 638.

En su opinión, el usuario de las bibliotecas es actualmente más multimedia, esto es, que ahora los estudiantes se van más por la imagen para aprender, y por eso los maestros de medicina y arquitectura, principalmente, dan clases con el sistema multimedia, más visual y atractivo.

Finalmente invitó a su auditorio a visitar la biblioteca digital, que contiene bases de datos con información, académicos y especializados; por medio del buscador es posible recuperar documentos que la UNAM pone a disposición de los usuarios. Además, a través de los repositorios se puede consultar la producción resultante de la actividad académica y de investigación de la comunidad universitaria; ahí existe un gran universo de información consultable en diversos tipos de documentos como PDF y HTML.