- Por Norma L. Vázquez Alanís
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(Segunda de dos partes)
Con la participación de Carlos Martínez Plata, Beatriz Saavedra, Alejandro Dosal, Olivia de Montelongo y Elizabeth Rembis, la Academia Nacional de Historia y Geografía (ANHG), que cuenta con el respaldo de la UNAM, llevó a cabo de manera virtual el conversatorio ‘Visión histórica de la grandeza de mujeres mexicanas’.
En esta vasta exposición sobre los logros de las mujeres mexicanas en el devenir de la historia, la poetisa, dramaturga y especialista en Sor Juana Inés de la Cruz, Olivia de Montelongo, participó con una emotiva evocación de su madre y en su breve texto puso de manifiesto su dominio de un lenguaje exquisito.
Durante el conversatorio, la maestra en Literatura Beatriz Saavedra expresó que, a lo largo de la historia, las mujeres han recurrido a la escritura para analizarse y ahora la voz de las escritoras se escucha más fuerte después de años de dominación masculina.
La palabra es una y es distinta para cada una, pero aspirar a la palabra única de las mujeres es el motivo principal del Centro de Estudios sobre la Mujer de la ANHG, dijo.
Saavedra -coordinadora de dicho centro- dedicó su participación a mujeres escritoras y poetas, y comenzó con Nahui Ollin quien desde pequeña escribió versos y fue una autora controvertida que dijo: “Mi espíritu y mi cuerpo tienen sed”.
Continuó con Aurora Reyes, primera muralista mexicana y autora de 28 poemas, y Concha Urquiza, poeta, ensayista y narradora; ideas difusas de una intensa mujer con una vehemente vida interior. Los intelectuales la consideran como la mejor autora de poesía mexicana después de Sor Juana Inés de la Cruz, y Rosario castellanos dijo de ella que “es la piedra angular de la poesía femenina en México”.
Su sensibilidad, visiones y belleza del lenguaje la consagraron como una gran poeta mística, ya que, como Santa Teresa, entre sus deseos humanos y su deseo de Dios, va y viene de las intimidades más delicadas a los desafíos más mundanos.
Además, se refirió a Griselda Álvarez como una escritora apasionada, intensa e inquieta que fue una adelantada a su época, pues introdujo el erotismo en la literatura hecha por mujeres cuando en la sociedad aún era un tabú. Uno de sus grandes aciertos fue que poetizó los artículos de la Constitución convirtiéndolos en sonetos, obra única en el mundo por combinar la poesía con las leyes.
También habló de dos polémicas autoras: Elena Garro, quien llegó a la palabra escrita cuando jugaba a hacer teatro en su infancia; su obra Recuerdos del porvenir está clasificada dentro del realismo mágico y se publicó mucho antes que Cien años de soledad, del colombiano Gabriel García Márquez. Y Guadalupe Amor, una de las figuras más controversiales de las letras mexicanas de la segunda mitad del siglo XX, a cuya poesía calificó como inmensa.
Recordó que otra grande de la literatura nacional es Rosario Castellanos, quien abordó el debate social del papel de la mujer y analizó a los indígenas desde diferentes perspectivas; en sus artículos periodísticos denunció el sojuzgamiento social de la mujer y los personajes femeninos pueblan su prosa.
De Inés Arredondo, la maestra Saavedra comentó que tuvo una inquietud constante por la mujer y por el discurso femenino; para ella la literatura es existencia. Mientras que Enriqueta Ochoa, una de las voces poéticas de mayor importancia en el siglo XX, utiliza en sus textos plegaria y parábola. Su obra Las urgencias de Dios provocó la furia de las beatas de su natal Torreón, por lo cual su padre la envió a estudiar en el extranjero. La creación es signo de existencia y en esa creación existimos las mujeres, aseguró Saavedra.
Las mujeres en la ciencia y el deporte
En su turno, el doctor Alejandro Dosal Luce abordó la grandeza de la mujer mexicana desde el ámbito de la ciencia, donde abunda la presencia femenina muy destacadamente porque la inteligencia no tiene sexo.
En las culturas más primitivas los dioses eran diosas, porque la sociedad era matriarcal, y eran representadas por la serpiente o el dragón. Las guerras hicieron que los hombres tomaran el poder y los dioses volvieron a ser masculinos.
Actualmente la mujer se ha ido liberando y ha podido mostrar sus capacidades intelectuales, y como ejemplo de ello citó a varias de ellas que han destacado en disciplinas antes reservadas a los varones, la física, la astronomía o el deporte.
El doctor Dosal presentó a un cúmulo de mujeres destacadas en la ciencia, como la doctora en Astronomía Gloria Koenigsberger Horowitz, a quien se debe la introducción de internet en México y gracias a su esfuerzo los mexicanos tenemos acceso a la red; Matilde Montoya, la primera mujer que obtuvo el título de médica en México a finales del siglo XIX; y la física Laura Parao López, la doctora en Astrofísica Julieta Fierro Gossman y Alejandra Jáidar, la primera mujer que se tituló como física en la Universidad Nacional Autónoma de México, todas ellas enfocadas a la divulgación de la ciencia.
De igual manera abordó someramente las brillantes trayectorias de Rosaura Ruiz, doctora en Ciencias Biológicas, quien fue directora de la Facultad de Ciencias de la UNAM y la primera mujer presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias; la doctora en Ciencias de la Tierra Cecilia Conde Álvarez, investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM y coordinadora de cambio climático para el Acuerdo de París; y la doctora en Física Cuántica Experimental, María Cristina Piña Barba, quien introdujo la asignatura de Física médica en la Facultad de Ciencias de la UNAM y fue pionera en ese campo de la investigación, así como de la aplicación de los biomateriales en México.
Además de mencionar a la doctora en Astrofísica Deborah Dultzin Kessler, la única mujer discípula del prominente científico ruso Yákov B. Zeldovich en la Universidad Estatal de Moscú y a la doctora en Astronomía Silvia Torres Castilleja, notable por haber sido la primera mujer que a nivel nacional obtuvo un doctorado en Astronomía y en 2015 fue designada presidenta de la Unión Astronómica Internacional.
También hizo alusión a la doctora en Física Ana María Cetto Kramis, la primera mexicana en ocupar el cargo de directora general adjunta del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la primera latinoamericana nombrada secretaria general del Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU).
Finalmente, en el campo del deporte recordó a María del Pilar Roldán, la primera mujer que ganó una medalla en Juegos Olímpicos en la disciplina de esgrima en 1968, y a Soraya Jiménez, primera también en ganar medalla olímpica de oro en halterofilia, una actividad tradicionalmente para hombres, en las olimpiadas de Sydney, Australia en el año 2000.