Nueva York: la solidaridad de paisanos ante desempleo y desalojos

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  • Diego Ortiz-The Exodo

RedFinancieraMX

 

Nueva York.- Desde tamales y café gratis, clases de jardinería e inglés, colectas para funerales y repatriación de mexicanos que hayan fallecido por Covid-19, asesoría legal ante eventuales deportaciones y desalojos de viviendas. Es la cara solidaria de Nueva York o Puebla York y de cientos de organizaciones y líderes de origen mexicano que están buscando como aminorar los efectos económicos de la pandemia.

 

Desde Lucio Jiménez, joven guerrerense, cocinero, quien mochila en la espalda y desde el inicio de la pandemia pedalea su bicicleta en el barrio de Queens en Nueva York, epicentro de la pandemia en Estados Unidos para regalar comida para los homeless con sus propios recursos hasta una red de una veintena de refrigeradores callejeros, donde cualquier persona sin recursos, sin comida, puede tomar alimentos para ellos y sus familias.

 

Asimismo el llamado “Rey de la Tortilla”, Erasmo Ponce, un próspero empresario poblano y dueño de una cadena llamada Tortillería Chinantla, quien junto con un ejército de paisanos han repartido miles de despensas a mexicanos que se quedaron sin empleo, el Grupo Topos Nueva York quien con el apoyo de empresas también reparten paquetes de alimentos, son la respuesta ante el abandono del Consulado de México en esa ciudad.

 

“Esta semana estuvimos  en el Bronx y en Manhattan con todos los de las organizaciones Mecenas y Goya donando las canastas con alimentos. Es un esfuerzo conjunto de todas las compañías mexicanas que nos apoyan para este proyecto para llevar comida a todas las familias necesitadas sin distinción de raza. Lo mismo morenos, asiáticos, mexicanos, anglosajones”, dijo Erasmo Ponce en entrevista con The Exodo.

“Mi nombre es Jessica. Yo deje de trabajar desde el 15 de marzo. Mi trabajo era de mesera y no tenemos ni pagar la renta. Mi esposo es estilista y tampoco ha tenido ingresos”, dijo la migrante mexicana por su estatus migratorio no puede acceder a ningún de apoyo económico o de seguridad social en Estados Unidos.

 

 

 

En el negocio Quesadillas Doña Maty, La Pollería de Mario, así como pequeñas taquerías, tamalerías y restaurantes ofrecen comida gratis durante la pandemia. No son los únicos. Negocios de mexicanos que sobrevivieron a la cuarentena mantienen el gesto solidario a pesar de que tienen meses sin ingresos.

 

 

 

En la Plaza San Gerónimo, en Staten Island, todos los miércoles está preparando y donando comida para los mexicanos y migrantes que se quedaron sin empleo. Ellos reparten la comida, incluidas tortillas hechas a mano, en el Centro La Colmena, dedicado a la defensa de los derechos de mexicanos en esa parte de Nueva York.

 

 

 

Maribel Torres, migrante mexicana comentó “mi trabajo es limpiando casas, pero en estos meses de la pandemia hemos estado elaborando máscaras –cubre bocas- y una parte de las ganancias son para mantener a nuestras familias y otra parte para apoyar a los trabajadores esenciales. Es importante y emocionante saber que nos estamos apoyando entre todos en medio de esta difícil situación por el Covid-19”.

 

Javier Correa, alias “Chalino”, mexicano, integrante del Grupo Topos en Nueva York y quien ha repartido despensas durante la pandemia, dijo que otra situación grave para miles de migrantes indocumentados son los desalojos de sus viviendas, porque no tienen trabajo, ni dinero para pagar rentas y los programas de apoyo de la ciudad no contemplan a este sector de la población.

 

En Nueva York, sobre todo en la ciudad, los alquileres ya son muy elevados y más si se comparan con los salarios de las personas de bajos ingresos y a eso se le tiene que sumar uno de los peores azotes del COVID en el país. Según el NYU Furman Center aproximadamente en 1,156,800 hogares en alquiler se ha perdido al menos un sueldo por falta de trabajo.

 

En las calles de Nueva York, el llamado “amigo de las gelas”, un guerrerense apellidado Beltrán recorre con su vitrina de gelatinas en busca de compradores para  lograr solventar los gastos esenciales como la comida de su familia y el alquiler de su pequeño apartamento ante el riesgo de ser desalojado por no pagar la renta. Él, como miles de paisanos, perdió su empleo por la pandemia del Covid-19.