- Por Mauro Flores Ledesma
RedFinanciera
Con profunda tristeza recibimos la noticia del fallecimiento del tenista mexicano Alfonso Ochoa, ocurrido esta madrugada en Puebla, víctima de un infarto, a la edad de 84 años, y quien será velado a partir de las 18:30 horas de este jueves 26 de marzo, en la Capilla 12 de la Funeraria Valle de Los Ángeles, en aquella ciudad.
Alfonso Ochoa fue un extraordinario tenista que destacó desde su etapa juvenil en todos los escenarios del mundo, y es recordado por llegar a semifinales de dobles en Roland Garros 1961, junto al también mexicano Antonio Palafox, perdiendo ese partido nada menos que contra Roy Emerson y Neale Fraser, ganadores, como pareja, de 7 títulos de Grand Slam.
Alfonso Ochoa, quien nació en la Ciudad de México, compartió su vida durante más de 6 décadas, con la mejor tenista mexicana de todos los tiempos, Yola Ramírez, nacida en Teziutlán, Puebla, y se distinguió como un gran empresario, sin embargo, fue siempre un hombre sencillo.
Apenas el domingo 14 de noviembre del 2021, la Asociación Mexicana de Tenistas Profesionales (AMTP), que dirige el Lic. Javier Gaitán Estrada, junto con las autoridades del Club Campestre El Sabinal, en Apizaco, Tlaxcala, que encabeza su director general, José Vicente Hernández; y el comité de tenis de ese prestigiado club, con Esteban García Chávez y Judá Zamora Díaz, entre otros, le rindieron un homenaje a esta enorme pareja de tenistas, durante la realización de un torneo profesional abierto varonil y femenil AMTP-UTR. Sin duda, el último que se le hizo en vida a Alfonso Ochoa, a quien cariñosamente la comunidad tenística mexicana lo conoció como “Poncho”.
En esa ocasión, el licenciado Javier Gaitán, expuso: “Yola Ramírez y Alfonso “Poncho” Ochoa como le decimos de cariño, son dos personajes que le han dado lustre al deporte blanco de nuestro país. “De Yola que no podríamos decir, campeona nacional durante 8 años, dos veces campeona de Roland Garros en dobles y dobles mixtos, ambos títulos en 1958; dos veces seguidas finalista en singles, en 1960 y 1961; finalistas de dobles en el Abierto Francés en 1957 y 1959; integrante del Salón de la Fama de Roland Garros y Wimbledon y también en el reciente consagrado Salón de la Fama del Tenis de México, en el Club France. Ganadora de muchísimos torneos por todo el mundo”, dijo Gaitán Estrada.
Y agregó: Alfonso Ochoa, un extraordinario jugador. Ganó varios torneos en Europa y Estados Unidos. Fue semifinalista en dobles de Roland Garros en 1961 junto a Toño Palafox, entre muchos otros logros”.
El presidente de la AMTP, hizo entrega a estos dos grandiosos tenistas de sendos trofeos de cristal grabados. Ambos tenistas estuvieron felices por el ambiente en el Club Campestre El Sabinal y por el reconocimiento de que fueron objeto. Yola Ramírez y “Poncho” Ochoa fueron los encargados de premiar a los tenistas que resultaron campeones y finalistas del torneo y obsequiaron a los campeones un ejemplar autografiado del libro “Yola Ramírez, historia de una leyenda”.
“Poncho” Ochoa y Yola Ramírez fueron un ejemplo como deportistas, como seres humanos y como matrimonio. Alguna vez nos contó Alfonso Ochoa de esa relación que nació casi de manera fortuita cuando en 1956, autoridades del tenis mexicano, le pidieron a Yola que jugara el Campeonato Nacional Mixto con una joven promesa, esa promesa era Alfonso Ochoa, tres años menor que Yola y así se dio el flechazo.
Alfonso Ochoa fue, desde hace más de 15 años, director de Superficies Deportivas de Puebla, empresa que se encargó de los trabajos relacionados con las canchas del Abierto Mexicano de Tenis en Acapulco y también en Los Cabos.
A Alfonso Ochoa, le sobreviven su esposa, Yola Ramírez y sus hijos Marnie y Alfonso; además de Ernesto, a quien conocieron y adoptaron en Acapulco.
Descansa en Paz, estimado Alfonso… tu sencillez y leal amistad siempre la recordaremos.