- Recordó que desde hace 100 años, no teníamos una relación tan accidentada con el gobierno de EU
RedFinancieraMX
El Presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, afirmó que la migración es un derecho humano que debe ser respetado, porque así lo consagran todas las constituciones y todos los tratados internacionales.
Aseguró que “no podemos aceptar que la migración sea una palabra maldita. Aspiramos que al final de este túnel, nuestra relación con los Estados Unidos sea mucho mejor de la que ahora tenemos”.
Expresó su inconformidad porque Estados Unidos pide un oscuro favor que es el cierre de la frontera sur, cuestión de la cual están negociando.
Aclaró que es inmoral “el doble rasero de ambas fronteras, en la frontera norte pedimos que nos abran la puerta y en la frontera sur se nos pide cerrarla para hacerles un oscuro favor a los Estados Unidos”.
Al asistir al Acto de Unidad en Defensa de la Dignidad de México y en favor de la amistad con el Pueblo de los Estados Unidos en Tijuana, Baja California, el legislador refirió que “no podemos aceptar un lenguaje mentiroso, que no quiere diálogos sino acciones, lo que significa que no tiene ninguna intención de llegar a acuerdos”.
Apuntó que la vía que hemos encontrado es la mejor y quiero felicitar a los negociadores encabezados por Marcelo Ebrard y por Martha Bárcena que tuvieron una actitud paciente y que jamás se dejaron chantajear; México ha confiado desde hace mucho en la solución bilateral de nuestros problemas, aunque podíamos haber acudido a la Organización Mundial de Comercio, a la Suprema Corte de La Haya y hasta las Naciones Unidas.
Manifestó que la sustitución del lenguaje diplomático por la procacidad y el cambio de un trato amistoso por la amenaza, obliga a reforzar nuestra unidad mediante el acuerdo nacional de defensa de la realidad del país que ha propuesto el presidente.
Recordó que desde hace 100 años de los Tratados de Bucareli, no teníamos una relación tan accidentada con el gobierno de Estados Unidos.
“Hoy -destacó- es un día de celebración, pero también de reflexión y de mirada larga hacia el futuro. Vivimos un nuevo tiempo histórico, el de la globalidad, este exige la creación de bloques económicos y regionales competitivos, hacia el mundo y equitativos en su estructura interna”.
Agregó que “apenas podemos entender que Trump quisiera desarticular nuestras relaciones económicas, construida durante tantos años, mediante los aranceles que hubieran tenido efectos impredecibles sobre nuestra economía”.
Señaló que más de cinco millones de trabajadores norteamericanos dependen del intercambio comercial. “Es claro que, entre los dos países, no existe una sumisión sino una interdependencia”.