- Los viticultores de Judea ahora podrán etiquetar los vinos de la región con este sello que reconoce su calidad y autenticidad geográfica
RedFinancieraMX
Israel es un país muy pequeño pero que sabe aprovechar perfectamente los recursos que le brinda su afortunada ubicación geográfica. Muestra de ello son los vinos de alta calidad que se producen en la región de Judea. La tierra, el clima, los cuidados y su ubicación permite que los viñedos tengan una producción especial para hacer vinos de alta calidad, mismos que recientemente obtuvieron la “Denominación de Origen Protegida”.
La Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) es un sello otorgado por autoridades especialistas en productos alimenticios que poseen características específicas y únicas obtenidas por el medio geográfico en el que se producen, es decir, garantizan la alta calidad y autenticidad del producto que se ofrece. La región de Judea en Israel, orgullosamente, a partir de ahora podrá promover sus vinos con la etiqueta D.O.P.
La solicitud de reconocimiento fue examinada por el Instituto Nacional de Propiedad de Patentes, autoridad competente para la aprobación de marcas de origen en Israel y de la misma forma que se reconocen y protegen los viñedos en Europa, se reconoció la región de Judea en general y dos subregiones: Judean Hills y Judean Foothhills como término de origen de sus vinos.
Ahora los productores de vino de la zona pueden etiquetar sus vinos con alguna de las nuevas denominaciones “Judea Wines”, “Judea”, “Judean Hills” y “Judean Foothills” si al menos el 85% de las uvas se producen en las zonas pertenecientes a la región que obtuvo el reconocimiento. Los productores fuera de la zona no podrán etiquetar su producto como D.O.P.
“Históricamente hablando, esta es una buena noticia, así como un motivo de orgullo regional y nacional”, expresó Niv Wiezel, presidente del Consejo Regional, ya que desde 1968, cuando las naranjas, toronjas y limones de varias regiones de Jaffa recibieron esta denominación , no se había obtenido ninguna otra en el país.
“Los viñedos en general y, en particular, los vinos de la región de Judea han ganado su fama gracias a su calidad, y ahora hemos obtenido su reconocimiento oficial. Esta es una noticia de importancia histórica que nos da orgullo local y nacional, y que dará un sello de calidad a los diferentes vinos producidos en la tierra de Judea.”
Al mismo tiempo extendió un agradecimiento a los propios viticultores, a los miembros del Departamento de Turismo del Consejo Regional, encabezados por el Asesor de Turismo Barak Katz y su directora Roni Iron, así como al asesor Maître Bar Oulpan por el gran apoyo que brindaron al proyecto y que gracias a ello se obtuvo un resultado positivo.
El Consejo Regional tiene la importante labor de solicitar que estas denominaciones sean registradas con los otros 28 miembros del Arreglo de Lisboa sobre Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas, con el objetivo de evitar posibles malos usos.
Este acontecimiento que, los involucrados en el proyecto determinan como histórico, no solamente engrandece la producción de vino, sino conlleva un impulso para el desarrollo del enoturismo, un área poco explorada en Israel, y el turismo rural, incluidos todos los beneficios económicos y sociales que lo acompañan para la industria turística.
La tradición del vino en Israel
A pesar de que apenas el 10% de las hectáreas de la región son viñedos, las zonas tradicionales de “Judean Hills” y “Judean Foothills” son de las principales rutas de enoturismo en Israel. Esta gran producción en el país del Medio Oriente, no solamente de las regiones de Judea, le han dado a Israel un papel importante en la exportación de la bebida.
En la actualidad las ventas de exportación de vinos de Israel se dan de la siguiente forma: 55% hacia América del Norte, 35% en Europa Occidental y el resto a más de 30 países.
Israel se ha posicionado muy bien en el mercado de vinos. Desde épocas antiguas las uvas y, por lo tanto, el vino ya eran un símbolo importante en la historia del país.Durante las excavaciones en los últimos años, se han encontrado prensas y recipientes de almacenamiento que indican que en la zona existía una industria vitivinícola exitosa.
Como resultado de estas investigaciones se determinó el que antiguamente se llevaba para la creación de vino: las uvas se aplastaban con los pies hasta tener una fermentación natural. El vino pasaba por un par de canales de filtración rudimentarios, donde se colocaban ramitas con espinas para atrapar tallos y hollejos y luego el vino se transportaba en pieles nuevas de cabra, las cuales eran ideales porque podían expandirse si había alguna fermentación secundaria o continua. Luego se dejaron envejecer en las ánforas de cerámica, a menudo en cuevas frescas y oscuras.
Siguiendo este proceso y con antecedentes también religiosos, los israelíes se han esforzado por mantener este mercado y lo han logrado posicionar de la mejor manera. El vino tiene mención en los libros sagrados de las principales religiones monoteístas a excepción del libro de Jonás. La Biblia, por ejemplo, ubica a el vino frente a varios de los personajes principales como Noé, Ezequiel, Moisés y, por supuesto, Jesús.
Por su parte, para los judíos no hay vida comunitaria, religiosa o familiar sin la presencia del vino. Cada sábado comienza con un acto de bendición, el Kidush o “Santificación” en el que se hace una oración de agradecimiento por la vida. Las copas de vino para los judíos tienen un significado especial y en cada ocasión como la Pascua o en las bodas, se bebe un número específico de copas.
De esta forma, el vino ha ido cobrando mayor importancia a lo largo de los años y en la actualidad es una bebida tradicional en todo el mundo, pero sólo algunas regiones han logrado elaborar vinos tan auténticos y especiales dignos de obtener la “Denominación de Origen Protegida ”como lo es Judea en Israel.