Lecturas con pátina

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  • Florence Cassez, seis años de libertad
  • Por José Antonio Aspiros Villagómez

RedFinancieraMX

El exitoso autor mexicano Jorge Volpi ganó el Premio Alfaguara 2018 con una novela que mueve a constatar una vez más cómo han cambiado los géneros literarios porque, a juicio de este tecleador, se parece más a una investigación, un informe, una crónica o hasta un reportaje, que a una novela, al menos en un sentido ortodoxo.

Pero desde el título, Una novela policiaca, para él es novela, igual que para el jurado que la premió. Y Volpi la presenta reiteradamente como “una novela documental, o sin ficción”.

En última instancia, el asunto de la laxitud -¿o fragmentación?- en los géneros literarios queda para comentarlo tal vez en otra oportunidad, porque lo importante ahora es el tema, ya que se cumplen este 23 de enero seis años de que en México fue puesta en libertad la ciudadana francesa Florence Cassez, y todavía en la actualidad está vivo el debate: ¿inocente o culpable?

Porque Una novela policiaca (Alfaguara, 2018, 493 páginas) trata sobre la supuesta o real banda del Zodiaco y la saña con que la policía se ocupó de sólo dos de sus pretendidos integrantes, Israel Vallarta y Florence, así como de los familiares del primero que, según los datos investigados para la “novela” nada tenían que ver pero fueron tratados en los separos con golpes, luego encarcelados y después puestos en libertad.

El lector recordará que la policía mexicana detuvo a los dos personajes y al día siguiente hizo un simulacro de captura supuestamente porque lo pidieron los canales de televisión. Fue, dice Volpi, la periodista Yuli García quien a través de un reportaje desenmascaró la farsa y el policía en jefe, García Luna, tuvo que reconocerlo.

Ese hecho tuvo, a juicio del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, un “efecto corruptor” en el caso, y presentó un proyecto apoyado en otra sesión por la ministra Olga Sánchez Cordero -hoy secretaria de Gobernación- con el proyecto definitivo y, con el voto adicional de Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, el 23 de enero de 2013 se aprobó por tres a dos otorgar el amparo liso y llano que permitió a Cassez salir esa misma noche a su país luego de siete años en prisión.

En Una novela criminal, Volpi se asume el detective y presenta al empresario Eduardo Margolis como el conspirador interesado en que sus amigos policías hicieran lo que hicieron para acusar y hundir a Israel y Florence.

Para escribir su historia, el autor hizo numerosas entrevistas: a los acusadores, a los acusados, a las supuestas víctimas secuestradas, a los familiares, a periodistas, a ministros y a cuantos pudo, antes y después de la liberación, para lo cual entró a las prisiones, viajó a Francia, visitó oficinas y domicilios y también consultó -abogado él- las miles de páginas del expediente con actas escritas con “todo tipo de errores y vicios sintácticos, semánticos y ortográficos”.

A su parecer existiría “una especie de jerga judicial… cuyos principales rasgos son la devoción por los gerundios, las interminables oraciones coordinadas y subordinadas y el uso arbitrario de los tiempos verbales”, por lo que para su novela debió hacer algunos arreglos sin alterar el sentido de las declaraciones.

No habrá olvidado el lector que este caso dividió a la opinión pública y enfrentó a los presidentes Felipe Calderón y Nicolás Sarkozy con un protagonismo publicitario que afectó las relaciones entre gobiernos. Hubo inclusive un publicista de apellido Alazraki, que publicó dos cartas abiertas -que glosa la obra- para cubrir de insultos a Florence. La señora Isabel Miranda de Wallace no escapa a los señalamientos por su interés en que se hundiera a la francesa.

Imposible abarcar en una reseña la riqueza de información, las sorpresas, los recuerdos y las indignaciones, a que lleva Jorge Volpi a los lectores en esta suerte de novela que fue premiada como tal.

Él agradece a numerosas personas el apoyo que tuvo para su investigación y pone en primer lugar a la periodista belga Emmanuelle Steels, autora del libro El teatro del engaño: Buscando a los Zodiaco, la banda de secuestradores que nunca existió (Editorial Grijalbo). Esta escritora vino a radicar a México por su deseo -dicen sus editores- de conocer la “extravagancia” del país. Para ella, el caso de los Zodiaco fue una gran pantomima.

Hay asimismo un agradecimiento para el autor de una obra más sobre el tema: el también periodista investigador mexicano José Reveles, quien escribió El affair Cassez. La indignante invención de culpables en México (Editorial temas de Hoy, 2013). Para él, Florence “fue una víctima de todo el sistema político mexicano” durante el mandato de Felipe Calderón, cuando era común “inventar culpables”, según dijo a la agencia de noticias española Efe.

En septiembre de 2013 Reveles fue invitado por la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación para hablar sobre su libro, en un acto al que asistió la ministra Olga Sánchez Cordero, “artífice -dijo entonces él-, junto con los ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, de una decisión a la que no hay que regatear el calificativo de histórica”.