- No es trivial la cifra de 75.3 homicidios dolosos por día en septiembre pasado
- Indicadores macroeconómicos ya dan cuenta de un ambiente social de creciente inseguridad
- Por Gerardo Flores Ledesma
RedFinanciera
Empresarios del país lamentaron que el gobierno del presidente López Obrador minimice los problemas de inseguridad, impunidad y delincuencia que sólo avivan la incertidumbre e intentan contradecir a los principales indicadores macroeconómicos que ya dan cuenta de un ambiente social de creciente inseguridad.
Se aclara que no es trivial el reporte de 75.3 homicidios dolosos por día en septiembre pasado, cifra que supera la de los últimos dos meses y que la permisividad del gobierno queda demostrada con los señalamientos del comandante de la Tercera Región Militar en Sinaloa, Jesús Leana Ojeda, quien considera que la tranquilidad de la entidad depende de que los grupos antagónicos cesen sus enfrentamientos y dejen en paz a la población.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) explica que la inversión, que es el impulsor principal del crecimiento, muestra un rápido debilitamiento y subraya que el aval del nuevo gobierno a la Reforma Judicial podría restringir sus esfuerzos para lograr el ambiente de tranquilidad y seguridad que el país requiere.
En su más reciente análisis, el CEESP resalta: “Con un sistema judicial debilitado e impreparado, es muy probable que los niveles de inseguridad e impunidad se fortalezcan en perjuicio de la población y de la actividad productiva, como recién se aprecia en el norte del país, especialmente en Sinaloa, en donde pareciera que la delincuencia ha tomado prácticamente el control gracias a la permisiva política del gobierno de abrazos y no balazos”.
Pese a que la percepción sobre la inseguridad se ha moderado, tres cuartas partes de la población mayor de 18 años considera insegura a su entidad federativa, lo que refleja una menguada acción de las autoridades.
Explica que los principales indicadores macroeconómicos revelan un ambiente social de creciente inseguridad, ya que los resultados más recientes del INEGI muestran que en el segundo trimestre del año el Producto Interno Bruto (PIB) creció 0.2%, porcentaje que, si bien supera marginalmente el dato previo de 0.1%, no muestra señal alguna de una mejora en los siguientes trimestres. De hecho, en su comparación anual el PIB solo creció 1.0%.
Sostiene el CEESP que la inversión se debilita rápidamente y se ha puesto el riesgo el proceso de relocalización que ubicó a México como un punto atractivo para la instalación de empresas foráneas, aunque hasta este momento no algún beneficio claro sobre la economía y bienestar de la población.
El reporte del INEGI señala que en el segundo trimestre del año la inversión total creció 0.4%, avance que respondió en su totalidad al alza de 1.5% en la inversión privada. Esto significa que las empresas mantienen sus niveles de inversión para seguir operando de manera normal, aunque sin signos de una mayor asignación de recursos ante un incentivo limitado.
Se agrega que la inversión pública se contrajo 5.2%, debido a la conclusión de los proyectos insignia del gobierno. Sin embargo, esto parece implicar que la inversión pública en temas tan relevantes como infraestructura básica no fluye lo suficiente para estimular una mayor inversión privada. Respecto al mismo trimestre del año pasado, la inversión pública cayó 2.2%, su primera baja en los últimos nueve trimestres, después de reportar aumentos de dos dígitos.
En este entorno las expectativas de crecimiento continúan corrigiéndose a la baja. De acuerdo con la estimación oportuna del INEGI, durante julio el indicador global de la actividad económica creció 0.1%, mientras que en agosto se percibe una ligera mejora de 0.3%.
A pesar de estos avances mensuales, su comparación anual continúa mostrando una marcada debilidad. Tanto para julio como para agosto se prevé un incremento de 1.1%.