- El nuevo vocal de la Comisión del Agua del Estado de México no cumple con la normativa vigente
RedFinancieraMX
A pesar de que la Secretaría de la Contraloría del Gobierno del Estado de México, a cargo de Javier Vargas Zempoaltecatl, debería vigilar la legalidad y transparencia en el nombramiento de los servidores públicos, a esta dependencia le paso de noche la designación de Jorge Joaquín González Bezares como vocal ejecutivo de la Comisión del Agua del Estado de México.
De acuerdo al Portal del mismo Edomex, la Unidad de Certificación de Confianza es la encargada de llevar a cabo un conjunto de evaluaciones de ingreso y permanencia, que se realizan a los servidores públicos para observar que cumplan con la legalidad, honradez, imparcialidad y eficiencia en sus cargos.
De acuerdo con el mismo sitio web, son sujetos de esta evaluación:
“Personal encargado de la administración o manejo de fondos, recursos financieros, económicos o valores.”
“Quienes realicen planeación, programación, presupuestación, adjudicación, adquisición y contratación.”
Nada de esto importó a esta Contraloría, pues el mencionado nuevo Vocal Ejecutivo de la CAEM asumió su cargo sin cumplir con La Ley del Agua para el Estado de México y Municipios que establece en su artículo 22, como requisito obligatorio: “tener conocimientos y experiencia en materia de agua de al menos tres años”.
Con este quebranto de la Ley está en riesgo el suministro del vital líquido en la entidad, ya que ahí se requiere gran conocimiento del tema por los enormes retos de desabasto que hay en la zona oriente, como ya se hizo ver en un cierre de la avenida Central el pasado lunes 26, que llevaron a cabo los habitantes de la ruta Texcoco-Lechería que no ven resueltos sus problemas de abastecimiento.
Pero quizá lo más grave aún, es que se coloca a una dependencia de gran historia y trayectoria pública, como la CAEM, en una zona de ilegalidad, lo cual afecta directamente al gobierno de Alfredo del Mazo y pone en entredicho la eficacia de los diputados de la entidad, que tampoco parecen darse cuenta del enorme riesgo que entraña esta irregularidad.