- Por Mauro Flores
RedFinanciera
Rodrigo Pacheco sigue hacia arriba en Wimbledon, en singles y dobles; Lavalle y Vélez, únicos mexicanos campeones juniors en la Catedral del Tenis
En la segunda semana del Torneo de Wimbledon, el juvenil mexicano Rodrigo Pacheco Méndez, es el único representante tricolor que sigue con vida, ya que avanzó a octavos de final en singles y dobles, y se mantiene en busca de colocarse nuevamente en la cima del mundo.
Fueron 4 los tenistas mexicanos que pisaron el pasto sagrado de Wimbledon, este año. El veracruzano Santiago González se despidió este martes en octavos de final de dobles y, antes, cayó en la primera ronda de dobles mixtos, mientras el jalisciense Miguel Ángel Reyes Varela se fue en la primera ronda de dobles y la mazatleca Giuliana Olmos fue eliminada en la inicial de singles y dobles.
Así, el yucateco Rodrigo Pacheco, quien se coronó en los dobles juveniles de Roland Garros 2023 y está como segundo preclasificado en la catedral del tenis, venció en la primera ronda individual, al británico Oliver Bonding por 6-4, 6-4; y en segunda por 6-2, 6-2 a Mees Rottgering, de Países Bajos. El tenista tricolor enfrentará en los octavos de final al polaco Tomasz Berkieta, sembrado 15, quien superó 6-2, 6-2 al estadounidense Kyle King.
En dobles, el mexicano conforma la tercera pareja del torneo con el español Alejandro Melero y ya se colocó en octavos de final, después de superar 6-7 (5), 6-4, 11-9 a Vit Kalina (CZE) y Matic Kriznic (SLV) y ahora se enfrentará a la dupla del argentino Fernando Cavallo y el venezolano Ignacio Parisca.
Rodrigo Pacheco sigue llenando con letras de oro la historia del tenis mexicano, pues después de conseguir el título del prestigiado Trofeo Bonfiglio, en mayo pasado en Milán, ascendió al número uno del ranking mundial juvenil, y actualmente se encuentra en la tercera posición.
Curiosamente, Pacheco le ganó en la final del Trofeo Bonfiglio al estadounidense Cooper Williams, quien en Wimbledon hace pareja con el ruso Yaroslav Demin, con quien Rodrigo alcanzó la gloria hace algunas semanas en los dobles de Roland Garros.
En el Abierto de Francia, Rodrigo Pacheco no tuvo la actuación que se esperaba en individuales, donde cayó en la ronda inicial, sin embargo, ahora su inicio es muy alentador y esperamos que pueda emular la hazaña que solo han conquistado los mexicanos Leonardo Lavalle y Eduardo Velez, quienes conquistaron la corona juvenil de Wimbledon en 1985 y 1986, respectivamente.
En 1985, Leonardo Lavalle, quien entonces tenía 18 años y estaba como sembrado uno del Torneo Juvenil de Wimbledon, se impuso en la final por 6-4, 6-4 al regiomontano Eduardo Vélez, quien contaba con 16 años. Lavalle se convirtió en el primer tenista latinoamericano en conquistar el título. Como anécdota, mientras los mexicanos disputaban la final, otro juvenil de 17 años, el alemán Boris Becker disputaba la final varonil en la cancha central ante el estadounidense Kevin Curren, a quien venció en 4 sets para convertirse en el tenista más joven en ganar el título.
En 1986, el regiomontano Eduardo Vélez regresó por sus fueros, y esta vez conquistó el título al vencer por 6-3, 7-5 al español Javier Sánchez Vicario. Dos meses después fue semifinalista en el US Open junior, sin embargo, las lesiones lo retiraron a finales de la década de los ochenta.
Confianza le sobra al mexicano Pacheco Méndez, y confianza es lo menos que podemos ofrecerle para que siga buscando su sueño y nos siga llenando de satisfacciones, si no gana Wimbledon tampoco es para crucificarlo, los sueños se conquistan uno a uno.
DE ROMPE Y RASGA
Este miércoles recordamos a Francisco “Pancho” Contreras Serrano, el Capitán-Leyenda, una de las glorias del tenis nacional, quien falleció el 12 de julio de 2022 en la Ciudad de México, a los 88 años de edad.
“Pancho” Contreras, comandó al único equipo mexicano que ha disputado la final de la Copa Davis, fue en 1962, en una selección que integraban el inolvidable Rafael Osuna, Antonio Palafox, Mario Llamas y como capitán-jugador Francisco Contreras. “Pancho” te recordamos con cariño, querido amigo… Sigue jugando en el cielo, porque nosotros SEGUIMOS PISANDO FUERTE.