Irresponsable la sobreestimación oficial del PIB para 2022, acusa el CEESP

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  • Las correcciones al crecimiento económico nos ponen cada vez más cerca del 2% que del 4.1%
  • Es una mala práctica a la que urge ponerle fin, dice el organismo del sector privado

RedFinanciera

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) acusó la existencia de muchos riesgos internos y externos sobre el crecimiento de la economía, y la aseguró que la tasa de Producto Interno Bruto (PIB) con la que se calculó el presupuesto de ingresos 2022 para México está totalmente sobreestimada, por lo que la forma de presupuestar es una mala práctica, “incluso irresponsable”, y urge ponerle fin.

El organismo del sector privado puntualiza que la previsión de la economía para este año es de 4.1%, pero las encuestas recientes muestran una constante corrección a la baja de los pronósticos de los especialistas y cada vez se ubican más cerca de 2.0% y en algunos casos ya están por debajo de este porcentaje.

Y explica: “Hasta ahora el repunte de la economía, después de la fuerte caída de 2020, no ha sido suficiente para recuperar lo perdido. Más preocupante es que todo indica que ha entrado en un episodio de estancamiento, alejándola nuevamente de la tendencia (solo) ligeramente ascendente que mantuvo hasta finales del gobierno pasado. Ello representa un riesgo para las fuentes de recursos del gobierno a futuro”.

En su análisis semanal, el organismo del sector privado aclara que es muy importante fortalecer las fuentes recurrentes de ingresos públicos, y que es necesarios aplicar medidas eficientes de simplificación de impuestos que no alienten la informalidad y fiscalización que eleve la eficiencia recaudatoria sin desalentar la inversión.

Al subrayar que la asignación del gasto tendría que ser más eficiente, el CEESP también puntualiza que los ingresos tributarios en 2021 crecieron modestamente, reflejando el rebote de la economía.

Se explica que durante el año pasado los ingresos gubernamentales sumaron 4.3 billones de pesos, cifra que resulta inferior en 0.2% real a la del año previo y que en principio confirma la debilidad de las fuentes de recursos del gobierno.

“Los ingresos tributarios en 2021 crecieron modestamente, reflejando el rebote de la economía”, matiza el CEESP.

Se agrega que los ingresos tributarios, que son la principal fuente de recursos del Gobierno sumaron 3.6 billones de pesos, con un incremento anual en términos reales de 1.1%, y que es el avance más alto en los tres últimos años, aunque no necesariamente refleja un mejor desempeño de la economía en general. Más bien, responde naturalmente al efecto del rebote de la actividad económica en el 2021, aunque también a las medidas de política recaudatoria que desde 2020 se pusieron en marcha con el objetivo de incrementar la recaudación.

Se hace hincapié en que el impuesto sobre la renta (ISR) en 2021 provocó una recaudación de 1.9 billones de pesos, 1.7% real más que en 2020, y que ello se debió a las acciones de fiscalización que estimulan el cumplimiento voluntario de las obligaciones fiscales, que en muchos casos han incluido el temor de enfrentar medidas coercitivas desproporcionadas que las leyes han puesto a disposición de la autoridad , lo que obliga a los contribuyentes a la regularización fiscal en casos de inconformidad.

De acuerdo con el SAT, durante el 2021 se cobraron 524.4 mil millones de pesos (mmp) por actos de fiscalización y de cobranza sin necesidad de judicialización, cifra ligeramente mayor a la del año previo de 496.2 mmp, aunque en términos reales esto significó un nulo avance. No obstante, la cifra es significativamente mayor (41.5% real) a la de 2019.

Precisa el análisis que de este total, mediante la implementación del programa anual de fiscalización a Grandes Contribuyentes se obtuvieron 208.9 mmp, 8.5% menos que en 2020, y que las medidas de fiscalización a otros contribuyentes permitieron obtener 182.1 mmp, mientras que la aplicación de acciones ejemplares -tales como “solicitud de inmovilización de cuentas bancarias, reportes de información crediticia, cancelación de certificados de sello digital o la emisión de opinión de cumplimiento en sentido negativo, entre otras”- permitieron una recaudación de 133.4 mmp, 14.3% más que un año antes.

Se añade que por concepto del impuesto al valor agregado (IVA) se recaudaron 1.1 billones de pesos, superando en 7.7% real a la cifra de un año antes. Este aumento, el más pronunciado del sexenio, es consecuencia del efecto rebote del consumo que, aunque continúa lejos de una recuperación sólida, si tuvo un incremento importante respecto a 2020, tras el confinamiento y las restricciones sanitarias de ese año.

Por su parte, el IEPS reporta una caída de 18% como consecuencia de la disminución de 29.6% en el IEPS de gasolina y diesel, ya que los precios de venta al público no han reflejado el aumento del crudo en su totalidad. Esto es un subsidio que el gobierno ha decidido aplicar y que resulta costoso.

Hubo rebote en la economía, pero no crecimiento sostenido

Insiste el organismo del sector privado que “el hecho de que los ingresos del gobierno federal hayan terminado por debajo de los del año previo en términos reales, es una señal de la fragilidad de las fuentes de recursos fiscales”, y que “los resultados muestran que, si bien los ingresos tributarios crecieron, esto respondió más a políticas de sensibilización tributaria y al rebote natural de la economía después de una significativa caída, que a un mayor crecimiento sostenido de la economía”.

Y explica: “Hasta ahora el repunte de la economía después de la fuerte caída de 2020 no ha sido suficiente para recuperar lo perdido. Más preocupante es que todo indica que ha entrado en un episodio de estancamiento, alejándola nuevamente de la tendencia (solo) ligeramente ascendente que mantuvo hasta finales del gobierno pasado. Ello representa un riesgo para las fuentes de recursos del gobierno a futuro”.

Se insiste en que la tasa de crecimiento económico con la que se calculó el presupuesto de ingresos 2022 está sobreestimada.

Detalla que el crecimiento en el que se basa el programa económico 2020 es de 4.1%, mientras que las encuestas recientes muestran una constante corrección a la baja de los pronósticos de los especialistas. Cada vez se ubican más cerca de 2.0% y en algunos casos ya están por debajo de este porcentaje.

Se afirma que “con base en el cálculo de las sensibilidades de ingresos y egresos publicada en los Criterios Generales de Política Económica, se puede calcular el efecto de la sobreestimación del crecimiento del PIB en diversas variables clave del presupuesto “.