- Aumentan huelgas laborales en Reino Unido y EU por caída en los niveles de vida
RedFinanciera
El Reino Unido se enfrenta a un “invierno de descontento” con los salarios reales cayendo al ritmo más rápido de la historia y pronósticos que predicen la mayor caída en los niveles de vida desde que comenzaron los registros.
Esta situación se está impulsando por un aumento en las huelgas y las interrupciones laborales. Los trabajadores postales, ferroviarios, de telecomunicaciones y universitarios están en huelga, y los trabajadores de la salud están amenazando con hacerlo.
El Reino Unido lidera esta tendencia, pero es evidente a nivel mundial, con el aumento de las huelgas en EU, la última amenaza proveniente de los trabajadores ferroviarios, que controlan el 40% de la capacidad de carga. Los trabajadores franceses del aire, la energía y los servicios públicos lideran acciones generalizadas en toda Europa.
Las presiones salariales son una realidad para las empresas hoy en día, pero la disrupción es una fracción de la acontecida en la década de 1970 (ver gráfico). Los mercados laborales han cambiado, las expectativas de precios están bien ancladas y el aumento del desempleo aún está por llegar.
Esta ligera disrupción laboral destaca grandes cambios en los mercados laborales en las últimas décadas.
La manufactura se ha desplomado hasta el 9% y el 11% del PIB en el Reino Unido y EU, respectivamente, la mitad de los niveles observados hace tres décadas. Los arreglos de trabajo flexibles han aumentado considerablemente, con 25% de los trabajadores del Reino Unido y 16% de los estadounidenses ahora a tiempo parcial.
La participación femenina en la fuerza laboral también ha aumentado. La sindicalización ha caído a solo 10% de la fuerza laboral en EU y al 23% en Reino Unido, y ahora está dominada en una proporción de cuatro a uno por el sector público, mientras que la legislación sobre sindicalización y huelga se ha endurecido en muchos países.
Las presiones salariales son una realidad comercial hoy en día, con una inflación alta y un desempleo aún bajo. Esta es una presión particular para aquellos sectores con grandes necesidades laborales, desde la banca hasta la atención médica. Esto disminuirá cíclicamente a medida que aumente el desempleo y con expectativas de inflación bien ancladas, a diferencia de la década perdida de 1970.