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  • La oposición somos todos… no sólo las clases medias
  • Por Francisco Rodríguez

RedFinancieraMX

Ya somos noticia mundial de primera plana: estamos en el Top Ten planetario de mortalidad por la pandemia… Trump libera a Cienfuegos luego de que el general cantara más que una ópera y para que no le haga sombra en los procesos que afrontará… tenemos 300 mil damnificados por una inundación provocada para dejar a medio flote a Dos Bocas… formamos una reserva monetaria, en la escasez, para financiar a la quebrada Pemex… y hay quince millones de mexicanos sin posibilidad de obtener trabajo a la vista.

México adquiere tintes de un remolino de caprichos ‎que puede levantar odios y reyertas civiles de grandes y horrorosas proporciones. Antes de que nos agarremos a pedradas, no a balazos, porque no hay con qué, se impone primero la sensatez. No hay un solo sector del país ni segmento social con el que el Presidente no se haya dado un quién vive.

La capacidad de respuesta del sistema está demolida. El presidencialismo, desquiciado, errabundo, perdido. El maltrato a migrantes, indígenas, víctimas, comerciantes, industriales, campesinos y productores agropecuarios, habla de un régimen arrinconado contra las cuerdas, a la defensiva y en la total agresión hacia todos los flancos posibles.

Miedo del “caudillo” a las materias que desconoce… casi todas 

En efecto, el régimen se solaza en el chiquero de su ignorancia endémica, ubicado en la era cavernícola, antes de la inteligencia racional o de la comprensión del simius line. La existencia ladina a cualquier mención de energías limpias, de desarrollo sustentable, de economía del conocimiento, de ecología productiva, de educación digital de cobertura, de rechazo al combustóleo y al carbón contaminante, son las características de un gobierno retrasado y retrechero.

El populismo de absoluta derecha, no la transformación social, se cobija en el desarrollismo y en la econometría, los análisis superficiales y engañosos del progreso, en mensajes mentirosos, en embaucamientos en lugar de objetividad y datos duros, en la incertidumbre, la desconfianza, el encono y la aversión total.

En el rostro y en el rictus del “caudillo” se percibe a leguas un miedo profundo hacia las materias desconocidas, que casi son todas. Y lo desconocido no podrá tener alojo en una testuz más dura que una piedra de moler chile. De no haber impuesto el confinamiento, muchos observadores extranjeros opinan que a estas alturas el país estaría teñido en sangre.

Azuzamiento del chairopopulismo a los manifestantes pacíficos 

La militarización del país y la sobreprotección a los cuerpos armados de la Guardia Nacional es algo que la intuición y la lógica de un pueblo ancestralmente dominado no puede desconocer ni olvidar fácilmente.

En el protagonismo banal del hombrecillo de Palacio Nacional, sin límites, mientras la memoria popular recuerda los peores días de la represión, del Gorilato y de las dictaduras de huarache. Y de paso, a todos los presidentillos Litempo –Díaz Ordaz, Echeverría, et al–, al servicio de la CIA durante décadas de oprobio y vergüenza. Eso no se ha borrado de la memoria ni de la capacidad de comparación.

El desprecio a las luchas femeninas, la represión a los familiares de las víctimas, el azuzamiento del chairopopulismo a los manifestantes pacíficos, el artero asesinato por la espalda de ciudadanos en lucha por sus recursos geográficos es el caldo de cultivo para la revancha colectiva. Está aquí la hora de los hornos, recordando al desaparecido cineasta argentino Fernando Pino Solanas.

Nuestro país está necesitado de hechos, no sólo de esperanzas 

La polarización social y el chairopopulismo fascista han cavado la tumba y en las “mañaneras” se oficia el réquiem, al tiempo que la familia feliz presidencial canta el Te Deum, encubriendo a altos precios a los corruptos petroleros, huachicoleros y hambreadores de toda estofa, en beneficio de la vieja y la nueva oligarquía mexicana.

Todo se cayó en sólo dos años del mandato. El menos veinte por ciento del producto interno bruto fue, antes de la pandemia, la demostración científica de que nunca supieron qué hacer ni cómo se gobernaba este país, tan necesitado de hechos no sólo de esperanzas.

El manejo amañado de las encuestas para mantener con mentiras el alto nivel de aprobación ciudadana de los primeros días, acabó por desacreditar cualquier viso de veracidad. El pueblo no votó en favor de la parálisis. La falta de medicamentos, vacunas, infraestructuras hospitalarias de eficiencia mínima, que produjo ocho muertos por cada diez intubados pulmonares, fue la pica para alimentar las dudas crecientes contra el gobierno modito Tepetitán.

Vivimos un nuevo episodio del neoliberalismo, pero muy chafa 

El echar la culpa de todo al pasado incomprobable y no reconocer los errores propios a su cuenta, le habló al pueblo de un régimen de engañifa y truculencias, de suma incompetencia, productora cada minuto de delitos de lesa majestad.

‎La lucha campal, máscara contra cabellera, en denuesto de la subcontratación laboral, último refugio de los desempleados llevó al convencimiento de que la batalla había sido pérdida sobre el ring. El gasto público, nacido de los fantasiosos y represivos presupuestos dizque inerciales…

… hizo entender al respetable que sólo estaban experimentando un nuevo episodio sin libreto del neoliberalismo chafa, sin la preparación y expertise para gobernar de los neoliberales ilustrados, mucho mejor equipados que la pandilla de la Cuarta Decepción.

El descubrir la inclinación hacia los designios del Foro de Sao Paulo y de los fracasados y enjuiciados regímenes bolivarianos del aquelarre y la hambruna prendió desde hace mucho la mecha de la desconfianza y sembró la apatía entre antiguos fanáticos de la Cuarta, hoy francamente arrepentidos y militando en la oposición constructiva, o restauradora de los antiguos principios que nunca deberían haber abandonado.

Demostraron su incapacidad y sumisión al caprichato vengativo 

El saber que dos o tres infiltrados tienen acceso a los oídos del “caudillo” fue francamente decepcionante para muchos hombres y mujeres de izquierda real y dirigentes sociales de este país. Los que realmente se han partido el lomo. Los nuevos rostros llegados al poder pronto demostraron su incapacidad y lo que es peor, su sumisión al caprichato vengativo.

Los salvajes recortes burocráticos, la desaparición tabula rasa de los fideicomisos de aliento, la corrupción generalizada entre los comandantes de la administración pública de todos niveles pegó en la delgada línea de flotación y del modo de vida de los parroquianos del sistema. La justicia selectiva, la inoperancia de las barandillas, la incuria de los nuevos, manifestaron de inmediato que no había renovación de estructuras, solo de élites. El abandono del campo tuvo entre los más pobres a sus principales víctimas. La destrucción premeditada de la industria de la construcción y de sus ramas conexas, fue el acabose.

Hay toma de conciencia en todos los sectores, regiones, estratos 

Por todo ello y lo que sigue, una pésima lectura de los chairos es que la oposición se reduce a la clase media. Diversos acontecimientos relatados han precipitado la toma de conciencia en sectores, regiones, clases sociales y segmentos transversales de la población enfurecida.

El mito de que la Cuarta Decepción había sido construida para redimir a los pobres, se derrumbó cuando los verdaderos creadores de empleo fueron agredidos y estigmatizados. El régimen se quedó con un puño de empresarios neoliberales, los vividores de la ubre de siempre, llegue el que llegue.

El creer que repartiendo dinero en cash sustraído de los programas productivos puede amarrar y asegurar el voto es un sofisma más de diletantes y de aventureros. Nunca ha sido la garantía de nada en el terreno electoral. La prueba son los últimos sondeos independientes en los estados con gobernador en ciernes, y la prospectiva de la integración mayoritaria en la Cámara de Diputados a partir de julio próximo.

Ojalá se aprenda de una vez por todas, que en política casi nada se compra sólo con dinero en efectivo. La edad adulta de la población está esperando su protagonismo en las urnas. Sólo el que no lo pueda ver no lo vivirá.

¿No cree usted?

Índice Flamígero: Grupo de presión, factor de poder, oposición al régimen… el Ejército se anota un tanto a favor con la liberación de Salvador Cienfuegos quien ya “cantó” en Estados Unidos tooodo lo que sabe de los nexos entre políticos y delincuentes organizados. Ya se verá muy pronto.

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