- Al facilitar el acceso a nuevas medicinas, se ayuda a mejorar la salud y productividad de los países: Lilly
RedFinanciera
“Los sistemas de salud, a nivel mundial, deben fijarse como meta alcanzar tres pilares fundamentales para robustecer la atención sanitaria, los cuales son: la mejora de los resultados de salud en la población, la mejora de la experiencia y satisfacción de los pacientes, así como velar por la sostenibilidad de los sistemas de salud”, manifestó Karla Alcázar, presidenta y directora general de Lilly en Latinoamérica.
Durante su participación en el panel “Reflexiones sobre el pasado, preparándonos para el futuro” que se llevó a cabo durante la Cumbre Anual FIFARMA 2025, Karla Alcázar señaló que “la industria farmacéutica tiene un rol protagónico en esta triple meta en salud, ya que una parte de nuestra responsabilidad será educar, promover y prevenir enfermedades, para tener sociedades más sanas y productivas”.
En el panel se subrayó que las compañías farmacéuticas tienen la responsabilidad de que, a través de la innovación, las personas tengan acceso a medicamentos eficaces y seguros para tratar sus enfermedades, e incluso, ayudar a revertir el curso del padecimiento. Es en este punto donde se debe trabajar en conjunto para acelerar la aprobación y acceso de los nuevos tratamientos en los países de América Latina.
Aquí, Alcázar Uribe subrayó la importancia que los sistemas regulatorios tienen para la salud pública. “Nuestras agencias regulatorias se han caracterizado por su rigurosidad técnica y científica y los avances que se han tenido en los últimos 20 años. Sin embargo, aún tenemos oportunidades para mejorar el acceso a la innovación, ya que el informe FIFARMA WAIT Indicator estima que los pacientes latinoamericanos esperan un promedio de 4.7 años para acceder a tratamientos innovadores o de última generación”.
El informe menciona que entre los principales resultados se revela que existe una disponibilidad limitada de medicamentos innovadores en Latinoamérica. El 61% de los medicamentos aprobados internacionalmente por la FDA o EMA, tienen aprobación regulatoria local en al menos un país, pero solo el 35% tienen disponibilidad pública completa o parcial.
“Esto nos plantea retos en cuanto a cómo hacemos más eficiente el proceso de aprobación regulatoria, donde sin duda debemos trabajar en conjunto con las autoridades para compartir buenas prácticas, lecciones aprendidas y experiencias internacionales que nos permitan llegar a metas de salud destacables”, destacó Karla Alcázar.
El planteamiento de una labor conjunta con los organismos reguladores, también se encamina al proceso de aprobación de la investigación clínica. Hoy América Latina es un hub relevante en este ámbito, lo que sin duda atrae mayor inversión y fortalece las capacidades técnicas, científicas y de infraestructura de los países. Actualmente, la región capta el 6% de la inversión global en investigación clínica, siendo Brasil y Argentina los líderes regionales. México ha crecido significativamente en este rubro en los últimos años.
“Con todo lo anterior quiero reafirmar que la salud pública requiere modelos innovadores de salud que pongan en el centro al paciente, su bienestar y satisfacción, lo que sin duda traerá mejores resultados y será la base para economías más sólidas y productivas, en donde, insisto, la industria farmacéutica es parte de esta responsabilidad”, concluyó Karla Alcázar.