- Conferencia de Rodrigo Martínez Baracs
- Por Norma L. Vázquez Alanís
RedFinancieraMX
(Segunda y última parte)
Un siglo fundamental y el que mayores cambios trajo para la historia nacional fue el XVI, porque tuvo lugar el encuentro de indios y españoles, además de que se produjeron transformaciones mayúsculas como la constitución realmente del país, el inicio de la discusión del idioma que todos hablamos, el español, y la conquista espiritual a través del cristianismo.
El doctor en Historia Rodrigo Martínez Baracs dijo lo anterior, y que en el análisis coyuntural es indispensable considerar a uno de los grandes historiadores mexicanos del siglo XIX, Joaquín García Icazbalceta, quien junto con su maestro Lucas Alamán sostuvo que el siglo XVI significó una transformación sobresaliente en todos los ámbitos.
En su conferencia “Una reflexión en torno a la Conquista”, incluida en el ciclo sobre el tema convocado por el Centro de Estudios de Historia de México (CEHM) de la Fundación Carlos Slim, el también autor de numerosas obras y artículos especializados abordó el tema desde las perspectivas de larga duración, coyuntural y de la historia de los acontecimientos.
En la faceta de los elementos coyunturales, dijo, debe señalarse que en los casos del descubrimiento y la conquista no fue un solo momento -no es la coyuntura del 68 o del 88-, sino la evolución de muchos componentes como la población, la economía y el comercio a través de las décadas, por eso resulta muy interesante ver los efectos de la conquista de México desde este enfoque.
El fin de la encomienda y la esclavitud a mediados del siglo XVI como resultado del descenso de la población indígena, concomitante al aumento de la población española, negra y mestiza en Nueva España, dio paso al establecimiento de un elemento central en la vida del virreinato: la hacienda, que duró de la segunda mitad del siglo XVI hasta el siglo XX, cuando el cardenismo dio el golpe final a las grandes propiedades.
Este paso del modo de producción de la esclavitud y la encomienda a la hacienda fue posible porque, al decrecer la obtención de alimentos en los pueblos y elevarse su demanda, los españoles incrementaron los precios, lo cual hizo rentable conseguir tierras, organizarlas para una producción agrícola y ganadera, así como pagarles en dinero a los indios, que de esta manera se incorporaron a la economía mercantil, ya no solo como pueblos, la indiada o el conjunto colectivo, sino como individuos, al recibir un salario.
La evangelización también individualizó a los indígenas
Asimismo contribuyó a esta individualización la conquista espiritual, pues el cristianismo considera a los seres humanos como individuos libres; el liberalismo cristiano español ponderaba que los seres humanos son por esencia libres para poder escoger entre el bien y el mal, es decir, les interesaba que así cada uno decidiría si se iba al cielo o al infierno.
La conquista espiritual de Nueva España fue peculiar porque, cuando los frailes franciscanos, dominicos, agustinos y después los jesuitas llevaron a cabo la evangelización, no creyeron necesario obligar a los indios a aprender el español, por eso la cristianización se hizo en los idiomas nativos que los frailes aprendieron, primero los más generales como el náhuatl y el maya y luego otros; el resultado fue un mantenimiento de las lenguas indígena durante el periodo novohispano y mucho tiempo después, y entonces además de los códices hubo documentos legales escritos en lenguas indígenas que los jurados de los tribunales españoles aceptaban.
Si bien la conquista trajo la españolización a largo plazo, esta no fue forzada al menos durante los siglos XVI al XVIII y los historiadores -explicó el doctor Martínez Baracs- “tenemos el privilegio de contar con una cantidad enorme de documentos escritos en náhuatl, mixteco, zapoteco, otomí, maya y otras lenguas indígenas sobre el funcionamiento cotidiano de los pueblos de indios como actas de cabildo”. En este periodo abundaron los testamentos, redactados a la manera española, pero en lenguas indígenas.
Otro suceso que hizo tan importante para Nueva España el siglo XVI, fue el inicio de la minería superficial de oro y plata tanto en el centro como en el sur del virreinato en la primera mitad de esa centuria; la minería de plata profunda se practicó de la segunda mitad del XVI hasta el XVIII y eso puso al virreinato a la vanguardia de la producción y de la tecnología minera a nivel mundial. Esta actividad atrajo a los españoles y consolidó esa economía de mercado.
Para entender estos cambios coyunturales derivados de la conquista, explicó el ponente, hay que tomar en cuenta que, como lo señalan historiadores que han estudiado esa época, si bien el XVII fue un siglo de depresión, hubo mayor autonomía económica porque la Nueva España producía muchas más cosas que antes se importaban, autonomía política sobre todo de la clase dominante criolla, y autonomía tanto cultural como religiosa.
El siglo XVII fue del crecimiento de las ciudades, de la economía, del comercio, de los impuestos, pero eso no trajo bienestar a todos, porque los ricos se hicieron más ricos y los pobres más numerosos y empobrecidos, situación que propició la revolución de independencia.
La conquista, inexorable
En la perspectiva de los acontecimientos -lo que pasó-, de acuerdo con el conferencista la pregunta obligada es si fue inevitable la conquista de México o no, y un hecho esencial es que no solamente lo fue de este territorio, fue de toda América, pues no hay parte del nuevo mundo que no haya sido conquistada, de manera que lo inexorable tiene que ver con factores de larga duración, en especial las diferencias tecnológica y bacteriológica, pero también con la decisión de muchos indígenas de aliarse con los españoles porque los vieron poderosos.
Un detalle fue que Cortés estuvo en Veracruz cinco meses antes de ir hacia Tenochtitlan y ahí se dio cuenta de cómo iba a poder conquistar estas tierras, un poco con la participación de doña Marina que le ayudó a entender la situación de todos los señoríos nahuas y totonacas de Veracruz que se fueron aliando a sus huestes, hecho que fue determinante en la victoria de los invasores.
Son infinitos los datos que se pueden contar sobre la historia de los acontecimientos acerca de la conquista de México que nos ayuden a entender en muchos aspectos lo que pasó, y por ello esta última es una perspectiva de análisis inagotable, a juicio del doctor Martínez Baracs.