Hay edificios con alta tecnología que garantiza seguridad de inquilinos: NKF

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  • Certidumbre en la regulación, necesaria para generar un mercado competitivo para clientes corporativos; Sergio Pérez
  • Los inmuebles de nueva generación cuentan con sistemas inteligentes de detección temprana de emergencias y herramientas electrónicas para facilitar la evacuación en caso de sismos

RedFinancieraMX

A un año del sismo del 19 de septiembre que sacudió a la Ciudad de México, el mercado inmobiliario corporativo respondió eficazmente para atender a las empresas afectadas y que buscaron reubicarse, así como los movimientos subsecuentes de compañías que buscaron migrar a espacios de mayor calidad y técnica constructiva (“fly to quality”) capaz de proveer una mayor seguridad ante este tipo de fenómenos.

“Hace un año como consecuencia del fuerte sismo que se originó a tan solo 120 kilómetros de la capital del país, muchas conductas de los capitalinos se vieron profundamente modificadas y se creó mucho interés en entender a profundidad el mercado inmobiliario y la forma en la que está regulado y cómo podemos sentirnos más tranquilos habitando dentro de estos nuevos y cada vez más grandes y ambiciosos edificios”, señaló Sergio Pérez Castilleja, Executive Managing Director de Newmark Knight Frank Latinoamérica (NKF), empresa especializada en el sector inmobiliario.

Agregó que la migración a espacios clase A, se dio debido a que el mercado comprendió que un edificio clase A no solo presenta una mejora en términos de imagen e infraestructura, sino que también se encuentra ligado a diferencias sumamente relevantes en términos de preservación de vida, ya que los inmuebles de nueva generación cuentan con sistemas inteligentes de detección temprana de emergencias y herramientas electrónicas para facilitar la evacuación de las instalaciones, aunado a una tecnología constructiva que no solo cumple con el reglamento de la Ciudad de México (que tiene estándares muy altos), sino que va más lejos ofreciendo a los inquilinos más de una escalera de emergencia con opciones presurizadas y sin presurizar o estructuras hidráulicas en la base de los edificios para absorber una gran cantidad del impacto telúrico, así como monitoreo del edificio para facilitar la respuesta de cuerpos de emergencia.

Sergio Pérez Castilleja precisó que los inmuebles de oficinas construidos después del año 1987 responden a un código de construcción muy estricto y aún más los clase A, los cuales están edificados con la más alta tecnología disponible a nivel mundial y testifican la seguridad de sus inquilinos.

De acuerdo al reporte publicado por la Secretaría de Desarrollo Social, un total de 11 mil 495 inmuebles resultaron dañados en los sismos de 2017, sin embargo, de estos, solo 35 edificios corporativos presentaron una afectación significativa y 6 se derrumbaron, todos de clasificación C para espacios inmobiliarios comerciales.

En cuanto a la afectación en la actividad económica capitalina de acuerdo a reportes de la SEDECO, se estimó que para la segunda semana de haber ocurrido el terremoto el 61% de los negocios afectados se encontraban normalizados; para la tercera semana el 87% y para la cuarta semana el 93% ya había regresado a la normalidad, siendo éste el número máximo ya que en el remanente el daño representó una pérdida en su totalidad, siendo los sectores afectados 36% comerciales, 15% hoteles y restaurantes y tan solo el 12% servicios profesionales (309 comercios).

El Executive Managing Director de Newmark Knight Frank Latinoamérica, destacó que previo al sismo, el mercado estaba esperando recibir 1.5 millones de m², de los cuales se entregaron 457 mil 527 m² en 2017 y 271 mil 635 m² en lo que va de 2018; periodo durante el cual la nueva construcción aumentó y ahora se espera millón y medio de metros cuadrados que serán entregados durante el resto del año, 2019 y 2020; esto significa que el mercado ha estado absorbiendo la nueva oferta. Sin embargo, que la construcción continúe con este ritmo representa una ligera sobreoferta lo que contribuye a generar oportunidades para clientes corporativos en busca de un nuevo espacio de mayor calidad y tecnología.

Sergio Pérez dijo que como resultado del sismo, a pesar de que algunas personas esperaban que se presentara una diáspora acelerada de capitalinos hacia el interior de la república, esto no pasó, aunque sí se crearon algunos cambios en la dinámica capitalina en el frente residencial donde se incrementó la plusvalía de zonas como Coyoacán, Álamos, Escandón, San Ángel, Ajusco y San Rafael y se desaceleró el incremento que se había registrado en Nuevo Polanco, Condesa y la Roma; en tanto que en el frente corporativo se registró una migración de dependencias de gobierno cuyos inmuebles se vieron afectados como SEDESOL, Secretaría del trabajo, SEDUVI, SCT y la misma Cámara de Diputados, seguidos de algunas empresas que decidieron mudarse de edificios clases B y C a espacios de nueva generación.

Sergio Pérez Castilleja comentó que este año, como en los anteriores, se planea la realización de un macro-simulacro que probará las capacidades logísticas para evacuar nuevamente todas las edificaciones de México, que como dato curioso, tan solo contemplando espacios clase A, representan 6.6 millones de metros cuadrados y una población total aproximada de 6 millones de trabajadores; una labor sin duda titánica que será realizada a las 13:16 horas.

Agregó que en el marco del simulacro a realizarse el próximo 19 de septiembre, el sector inmobiliario se mantendrá atento al anuncio que harán tanto el actual Jefe de Gobierno capitalino como el entrante, respecto al plan de reconstrucción.

“Será interesante conocer cuál será la nueva propuesta para superar los desafíos que se han presentado hasta el momento, dar certidumbre en la regulación para generar un mercado muy competitivo para nuestros clientes corporativos que buscan un nuevo espacio de mayor calidad y tecnología”, apuntó el Executive Managing Director de Newmark Knight Frank Latinoamérica.

Finalmente, Sergio Pérez Castilleja asentó que a un año del terremoto, empresas de todos los tamaños han mostrado interés en buscar espacios que les permitan desempeñarse de forma más segura, eficiente e incluso ergonómica, lo que resulta más económico para las mismas compañías por los ahorros en eficiencias arquitectónicas, de consumo de recursos y operación.