- Conferencia de Sara Sefchovich
- A las nuevas generaciones no les preocupa su futuro
- Norma L. Vázquez Alanís/ (Segunda y última parte)
RedFinanciera
Después de haber planteado que una de las características fundamentales del siglo XXI es la conectividad, la socióloga y doctora en Historia Sara Sefchovich hizo un recuento de todo lo que es inherente a esta nueva centuria, en la conferencia que con el título ‘2021. El siglo del futuro incierto’ dictó dentro del ciclo De siglos y centenarios convocado por el Centro de Estudios de Historia de México (CEHM) de la Fundación Carlos Slim.
En una larga y detallada exposición, la también traductora y escritora refirió que lo más representativo del siglo XXI son la globalización, el terrorismo, la preocupación por el medio ambiente, las migraciones, la obsesión por la juventud, el tiempo del eterno presente, la nueva concepción del trabajo y la familia, el movimiento constante, el consumismo, las emociones en detrimento de las ideas, el arte, la música y la literatura; la corrección política, el individualismo, el espectáculo, el fin de las utopías sociales y la creación de nuevos códigos.
De las singularidades de este siglo, la doctora Sefchovich citó la globalización, de la que dijo: “aunque en estas conferencias hemos sabido que se inició hace muchos siglos, la de hoy significa que hay acceso por todos y para todos a cualquier tipo de objetos, alimentos y dispositivos, algo que antes no sucedía; ahora de inmediato todo afecta y lo sabemos, una guerra o una tragedia en alguna parte al otro extremo del mundo”.
El terrorismo también siempre ha existido, pero tenía otras características, porque como afirma el doctor en Derecho Penal Miguel Ángel Cano Paños, han cambiado las motivaciones y se analizan unos parámetros de actuación completamente distintos. El terrorismo es hoy algo tan común, tan extendido, tan accesible, tan fácil de realizar para cualquiera, porque es lo que están viendo en pantalla o leyendo en libros.
En la novela El contador de historias de Rabih Alameddine aparece el siguiente diálogo: alguien pregunta y qué haces los viernes en la noche y el interpelado responde, bueno pongo bombas, disparo a los transeúntes desde los balcones, ese tipo de cosas.
A las nuevas generaciones no les preocupa su futuro, estamos viviendo lo que el editor estadounidense Nathan Gardels llama “la acometida de la inmediatez”, en un mundo en el que hay más datos que significados, más información que conocimiento y esa información no es más que fragmentos de experiencia sin relación entre sí, enfatizó la doctora Sefchovich. De manera que prefieren ser “influencers”, “blogueros”, “djs”, “fashonistas” o músicos, antes que empleados u obreros y tampoco les interesa tener una familia porque no quieren un compromiso fijo con alguien.
Sin embargo, estos nuevos modos de trabajo sin jefe y sin horario dan como resultado, afirma el filósofo sudcoreano Byung-Chul Han, “una auto explotación y a eso le llaman realización”; este modo de vida termina por ser agotador para el sujeto.
Distinguen además al siglo XXI el consumismo que controla nuestras vidas, deseos, anhelos y sueños desde que tenemos uso de razón; felicidad se iguala con ir al centro comercial, hay que tener más, comprar más y sobre todo presumirlo, eso es lo que todos quieren, escribió el sociólogo y filósofo polaco-británico Zygmunt Bauman; y la corrección política que desde hace algunos años significa reconocer y respetar la diversidad étnica, religiosa, cultural, de género, de modelos corporales y de sexualidad; el movimiento más visible de ésta fue el “hashtag” ‘me too’, en el cual muchas mujeres acusaron a hombres de acoso sexual, laboral o psicológico.
No hay que olvidar el individualismo, pues cada persona se considera el eje y el centro del mundo, desde ahí lo entiende, lo vive y lo piensa; es un mundo que elogia el egoísmo como dijo el empresario y magnate informático Steve Jobs, esto quiere decir vivir para sí mismo, por eso como afirma la abogada y periodista palestina Woodward Hosein, lo único que quieren los jóvenes es hacer “tick tock” y subir sus fotos en “Instagram”, todas las personas se la pasan haciéndose “selfies”; un pequeño monstruo egoísta que parte de mí y va hacia mí, dice el escritor mexicano Nicolás Alvarado sobre este modo de ser actual, según ejemplos citados por la doctora Sefchovich.
México en el siglo XXI
El siglo XXI se inició en México con la derrota del partido que lo había gobernado durante toda la centuria anterior y esto sucedió como resultado de elecciones equitativas, imparciales y con resultados ciertos que legitimaron a la incipiente democracia mexicana.
Empero, para muchos ese no fue el comienzo del siglo XXI, sino que lo fue el momento en que México entraba a formar parte del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (TLC), mientras un levantamiento indígena en Chiapas, en una de las zonas más pobres del país, recordaba a los mexicanos que los indígenas seguían estando olvidados.
Pero cualquiera que sea la fecha que se acepte, lo que realmente caracteriza al siglo XXI mexicano es la entrada al territorio del narcotráfico cuando otros países les cerraron las rutas de distribución, ese narco que se había mantenido encapsulado en un par de zonas de México de repente estaba en todas partes y actuaba con enorme violencia, y con él llegaron las desapariciones, los desplazamientos forzados, los asesinatos de autoridades y periodistas, las extorsiones, secuestros y cobros de piso, explicó Sefchovich.
El siglo XXI en México es el de la inseguridad, la provocada por la delincuencia organizada y la surgida alrededor de ella como resultado de la impunidad, pues durante las dos décadas que han transcurrido de esta centuria, con todo y que los gobiernos han sido de grupos partidistas e ideologías diferentes, ninguno ha podido combatir a las delincuencias, no importa el método que usen.
“En febrero de 2020 llegó la pandemia con sus millones de contagiados y de muertos y he aquí que el mundo se detuvo, se cerró y encerró, pasamos unos días de querer ser positivos a querer ser negativos en cuanto al contagio, de querer estar todo el tiempo con gente a no poder ver a nadie y de no poder vivir sin el centro comercial, el gimnasio, el restaurante o el antro, a pensar que toda la vida debía ser virtual, y en eso seguimos hasta hoy”, expuso Sefchovich.
“¿Qué va a pasar cuando esto acabe? me preguntaron en la Universidad Iberoamericana: Estoy segura de que cuando esto pase lo olvidaremos y poco después estaremos haciendo nuestras vidas como si nada hubiera sucedido, al principio hablaremos de eso, luego, ya ni siquiera, respondí”.
Empero, hay quienes piensan diferente: para el filósofo esloveno Slajov Zizek se va a acabar el capitalismo porque no podemos continuar por el camino que estábamos recorriendo hasta ahora y es necesario un cambio radical; el filósofo inglés John Gray señala que no va a haber más globalización, mientras que la escritora mexicana Cristina Rivera Garza indica que será un cambio estructural por ser tan radical.
“Como sabemos, siempre hubo en la historia de la humanidad soñadores que estuvieron seguros de que es posible mejorar la vida de todos, mas también hubo apocalípticos que vieron venir el fin del mundo para mañana”, como el filósofo coreano Byung-Chul Han, para quien la pandemia dejará instalado el estado policial que controlará las vidas de todos y según el filósofo italiano Giorgio Agamben, se quedará para siempre y de manera permanente el estado de excepción.
“El problema de hacer Historia en tiempo presente es que no tengo todavía la distancia que me permita entender, ni interpretar, pero yo supongo que para que este ciclo tuviera sentido, los organizadores consideraron necesario llegar a este 2021, y todo indica que en México seguiremos montados al mismo tiempo en el mañana y en el ayer, en la modernidad y en el retraso, así que lo único seguro de este siglo XXI es que el futuro es absolutamente incierto”, concluyó la doctora Sefchovich.