- Francisco Cervantes, realiza una gira de trabajo del 28 de marzo al 1 de abril
RedFinanciera
Con el propósito de estrechar lazos estratégicos entre los sectores privados de México, Bélgica y la Unión Europea, el Presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Francisco Cervantes, realiza una gira de trabajo del 28 de marzo al 1 de abril. Durante este recorrido, el líder empresarial ha sostenido encuentros clave con actores estratégicos que impulsan la cooperación económica y el crecimiento sostenible entre ambas regiones.
Como parte de la agenda, Francisco Cervantes se ha reunido con Marcus Beyrer y Eleonora Catella, Director General y Directora Adjunta de Business Europe, respectivamente. Esta confederación de organizaciones empresariales y empleadores reúne a 40 organizaciones de 35 países del área euro- mediterránea, representando a más de 20 millones de empresas. Su papel como el grupo de interés empresarial más influyente de Europa es fundamental para fortalecer la presencia del sector privado mexicano en el continente.
Asimismo, destacan reuniones con Pascale Delcomminette, CEO de la Agencia Valona para la Exportación e Inversión Extranjera (AWEX); Romain Droog, Gerente para América Latina y el Caribe de AWEX; y Jolijn Swinnen, Director Adjunto de Inversión Extranjera Directa para las Américas de Flanders Investment & Trade (FIT). Estas agencias desempeñan un papel clave en la promoción de la inversión y el comercio belga en mercados internacionales, abriendo nuevas oportunidades para la colaboración con México.
Dentro del marco de esta gira, el Presidente del CCE sostuvo reuniones con la Cámara de Comercio Americana ante la Unión Europea (AMCHAM Europa), representada por su CEO, Malte Lohan, y su Presidente, Liam Benham y Presidente del Consejo de Boieng; así como con César Guerra, Secretario General de la Cámara de Comercio México-Unión Europea (MexChamEU). Además, realizó una visita al Centro Interuniversitario de MicroElectrónica (IMEC), un referente en innovación tecnológica y desarrollo de semiconductores, explorando oportunidades de colaboración en el sector tecnológico. Estos diálogos refuerzan el compromiso del sector privado mexicano por consolidar un intercambio comercial más dinámico y beneficioso para ambas partes.
De igual manera, el Consejo Coordinador Empresarial expresa su agradecimiento a la representación diplomática de México en Bélgica, en particular al Embajador Rogelio Granguillhome, por su apoyo, compromiso y disposición que han sido fundamentales para fortalecer los lazos entre los sectores empresariales de México y la Unión Europea. Reconocemos el papel clave de la Cancillería mexicana en la promoción de nuestras empresas y en la consolidación de oportunidades que contribuyan al desarrollo económico y a la competitividad de nuestro país en el escenario internacional.
Bélgica es el séptimo socio comercial de México dentro de la Unión Europea y actualmente el quinto mayor inversor en el país. La relación económica bilateral se ha consolidado de manera sostenida, ya que el comercio bilateral supera los $3,000 millones de dólares anuales, con un crecimiento constante en las últimas dos décadas y las exportaciones de México a Bélgica oscilan en $1,404 millones de dólares anuales, destacando productos químicos, minerales, vehículos de carga, hortalizas, bebidas alcohólicas, café y derivados. Entre los principales estados exportadores se encuentran CDMX, Sonora y Tamaulipas.
Asimismo, respecto a la Inversión Extranjera Directa (IED), de enero de 1999 a diciembre de 2024, México ha recibido $27,522 millones de dólares provenientes de Bélgica, consolidando su posición como uno de los principales inversores en el país.
Esta gira de trabajo refleja el firme compromiso del Consejo Coordinador Empresarial de fortalecer los vínculos comerciales y de inversión entre México y Europa. La colaboración con actores clave en Bruselas permite consolidar nuevas oportunidades de crecimiento, fomentar la generación de empleo y asegurar el desarrollo sostenible de ambos mercados. La relación entre México y Bélgica es un ejemplo de cómo la cooperación internacional puede traducirse en beneficios tangibles para las empresas y la sociedad en su conjunto.