Escenario complicado para el peso mexicano en este 2022

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  • Por Ricardo Jiménez

RedFinancieraMX

El escenario del tipo de cambio se ve complicado para este 2022 sobre todo cuando la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos comience a endurecer su política monetaria, que podría ser a partir del segundo trimestre de este año y las presiones inflacionarias que registra la economía mexicana.

Es probable que la paridad cambiaria peso-dólar tenga una tendencia alcista durante este año, con el pronóstico de alcanzar cotizaciones por arriba de los 21.50 pesos por dólar en inclusive podría tocar el nivel de los 22 pesos por billete verde, en estos momentos opera en un precio de 20.45 pesos.

Las presiones en el tipo de cambio podrían moderarse siempre y cuando el Banco de México (Banxico) siga manteniendo el diferencial de tasas de interés con Estados Unidos y conserve la misma reputación que tiene hasta el momento, actualmente el diferencial de 500 puntos base.

Es importante comentar que la tendencia de la moneda mexicana será también determinada por la evolución de la pandemia del coronavirus, los precios de energéticos, las presiones inflacionarias y la aversión al riesgo sobre el mercado mexicano.

La variante Ómicron ocasionó un episodio de fuerte aversión al riesgo a nivel global. A pesar de que el nerviosismo se ha reducido, no se puede descartar la posibilidad de que surjan nuevas variantes de la pandemia que puedan afectar la actividad económica global, como sucedió hace un año que cerraron varios sectores de la economía.

La percepción de riesgo sobre México se ha deteriorado, luego de que el presidente, Andrés Manuel López Obrador retiró de forma sorpresiva la nominación de Arturo Herrera para gobernar el Banco de México, y en su lugar fue ocupado por Victoria Rodríguez Ceja, subsecretaria de egresos.

Debido al perfil de Victoria Rodríguez los mercados continuarán nerviosos, pues hay dudas sobre el futuro de la autonomía del Banco Central. Hacia adelante, su desempeño a partir de enero del 2022 será clave para la percepción del Banco de México y la expectativa de que autoridad monetaria procurará su mandato único de salvaguardar el poder adquisitivo de la moneda, es decir, reducir la inflación.

El peso mexicano está reaccionando a la devaluación de la moneda turca. La pérdida de valor de la divisa de Turquía se debe a la falta de autonomía de su banco central, que ha recortado su tasa de interés ante la presión del presidente Erdogan, a pesar de que la inflación superó el 20% hacia el cierre del 2021.

En la semana comprendida entre el 22 y 26 de noviembre, la correlación entre el peso mexicano y la lira turca alcanzó un nivel cercano a 94%, la más alta desde que comenzó a depreciarse la moneda de Turquía, por lo que, no se puede hablar de un efecto casualidad, sin embargo, si hay un factor en común que ha generado incertidumbre en ambos países: la incertidumbre sobre el futuro de la política monetaria.

La economía mexicana hacia adelante enfrentará varios retos. Desde el enfoque de la economía real, la actividad económica está en riesgo de mostrar un segundo retroceso trimestral durante el cuarto trimestre (lo que podría confirmar una recesión y una recuperación en forma de W para México).

El pronóstico anterior se explicaría básicamente a la lenta recuperación del sector servicios, el estancamiento de la industria automotriz por los problemas en la cadena de suministro global, la inflación y la incertidumbre provocada por la política económica interna.

Es importante mencionar que, desde el enfoque de la economía financiera, sigue observándose fuertes salidas de capitales en los últimos seis trimestres, siendo el tercer periodo más largo con salidas de capitales consecutivas en registro, únicamente por detrás del segundo trimestre de 1986 al segundo trimestre de 1988.

La tenencia de valores gubernamentales por residentes sigue cayendo, de acuerdo a datos del Banco de México, al 24 de noviembre, la posición de valores del gobierno en poder de extranjeros acumuló una baja en este 2021 de 292,291, 44 millones de pesos, esto es una salida de capitales del 13% en valores gubernamentales, mayor a la registrada en el 2020.