- Tiempos de canallas
- Por Armando Rojas Arévalo
RedFinancieraMX
VANIA: “Tiempos de canallas” es una expresión que ha servido para titular varios libros. Entre ellos, una antología de ensayos políticos de LILLIAN HELLMAN; otro, una novela policíaca de SOFÍA GUADARRAMA COLLADO. “La verdad lo convertía a uno en traidor, como a menudo sucede en tiempos de canallas”, dice la HELLMAN en alguna parte del texto. “El poder detrás del poder es una nube espesa de smog que jamás desaparece y que contamina a todos los que viven bajo su sombra…”, reflexiona SOFIA.
“Cuando la noche cae sobre un pueblo, las sombras de la política son la peor pesadilla de un México que sigue dormido. ¿Hasta dónde es capaz un ser humano para conseguir y conservar el poder?”, pregunta la novelista.
Tiempos de canallas en los que todos se aprovechan de todos. Tiempos de cinismo. Tiempos donde todo está revuelto y prevalecen la mentira y el engaño, impunes. De la renuncia del saber. Tiempos semejantes al de Ubú Rey –Fausto, de Goethe-que deben obligarnos a un respiro, a volver a la serenidad.
MIENTRAS TOMAMOS CONCIENCIA de estos tiempos, la huelga de periodistas despedidos arbitrariamente de NOTIMEX, la agencia informativa del gobierno mexicano, por SANJUANA MARTÍNEZ, está cumpliendo un año y ni para cuando sean indemnizados adecuadamente. SANJUANA se ríe de la huelga, porque tiene instrucciones de seguir adelante, no hacer caso de lo que digan los “traidores” a los que corrió nomás porque le dio la gana.
EN TANTO, la Auditoría Fiscal de la Federación -organismo técnico dependiente de la Cámara de Diputados, especializado en fiscalizar el uso de recursos públicos- encontró que en el Gobierno de este presidente de la República, fueron utilizados de forma irregular 67 mil 498 millones de pesos (3 mil 304 millones de dólares). De éstos, 28 mil 934 millones de pesos (mil 416 millones de dólares) corresponden al gasto federalizado, es decir, los recursos que el Gobierno federal transfiere a las entidades federativas y municipios por medio de participaciones, aportaciones federales, subsidios y convenios.
Esto no lo digo yo, lo dice, repito, la Auditoría Superior de la Federación, la misma que descubrió hace algunos años la “Estafa Maestra” que tiene a ROSARIO ROBLES presuntamente cantando todo lo que sabe para no seguir tras las rejas.
La ASF detectó que -el “capricho”- cancelar el aeropuerto que se construía en Texcoco, costó un aproximado de 331 mil 996 millones 517 mil pesos, sin sumarle el costo de la obra del aeropuerto “Felipe Ángeles” en la base área de Santa Lucía. Sobre esto hay que aclarar que, en abril de 2019 el presidente estimó que cancelar la obra tendría un costo de 100 mil millones de pesos; sin embargo, la decisión de la cancelación debió asumir un costo que se ha estimado en 100 mil millones de pesos, 60 mil millones ya erogados y 40 mil millones por gastos no recuperables, que en virtud de los resultados de las negociaciones y por el aprovechamiento de materiales y equipo existentes, debería resultar menor. Empero, los auditores determinaron como “gastos erogados” 163 mil 540 millones de pesos, además de un total de 168 mil 455 millones de pesos en costos adicionales, correspondientes a la liquidación de los bonos contratados para financiar la obra:
Igual, también está pendiente la liquidación del 70 por ciento del valor de los bonos emitidos para financiar el proyecto y que no fueron recomprados, con un valor de 79 mil 265 millones de pesos, cifra que podría incrementarse por una baja en la calificacioìn crediticia de México.
La ASF estimó que hay poco más de 51.4 millones de pesos por aclarar en el Tramo 3 del Tren Interurbano México-Toluca, esto de acuerdo al informe presentado por la fiscalización de la cuenta pública 2019.
PASO A LA PLUMA del maestro CARLOS FERREYRA, para transcribir algunas de sus ideas con las que estoy de acuerdo: “No hay un sistema político distinto a los que permeaban los anteriores presidentes; para diferenciarlos y cooptar mentes primitivas, se han imaginado lemas y expresiones que impiden el debate con argumentos y quedan en la descalificación.
“Las redes, a las que se elogia o insulta según conveniencia, hierven en sujetos patibularios, lombrosianos que por una jugosa cifra económica, se mantienen atentos para “partirle su mandarina en gajos” a quien haga cuestionamientos al mandatario de la Cuarta Transformación.
“Es dinero fácil, basta con ubicar a un antipeje para colgarle el Sambenito de chayotero, priista y de no haber actuado igual en anteriores gobiernos.
“Los ofensores, ellos mismos lo muestran, reciben lo que califican como chayote, o sea el dinero del pueblo apropiado por el Gobierno que lo distribuye a su buen parecer y decidir”.
A mi uno que otro chairo me ha colgado el sanbenito de “chayotero” por mis críticas, pero por más que les insisto en la comprobación del dicho se les arruga el cerebro y otras partes del cuerpo y permanecen callados.
La cosa es descalificar. Tiempos de canallas.