Energías renovables, en la mira de las empresas e industrias productivas

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  • Empresas e industrias ven en la generación fotovoltaica una oportunidad clave

RedFinanciera

La demanda de electricidad crece  progresivamente en México, impulsada por la industrialización, el aumento de los servicios digitales, el nearshoring y el incremento de la demanda en diversos sectores industriales (minería, metalurgia, cemento, aluminio, etc.), lo que implica retos significativos para la infraestructura energética del país. Dentro de este contexto, la energía fotovoltaica y las microrredes se han posicionado, cada vez más, como soluciones esenciales para garantizar un suministro eficiente, confiable y sostenible, especialmente en el sector industrial, que consume el 62% de la electricidad del país.

La industria en México representa el 32% del Producto Interno Bruto (PIB) y ha crecido considerablemente en los últimos años. Sin embargo, el suministro eléctrico ha sido un obstáculo recurrente. Según datos de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP), el 91% de los parques industriales reportó fallas de energía en 2023, afectando regiones clave como Nuevo León, Guanajuato y Jalisco. Esta situación afecta la productividad y encarece las operaciones de diversas industrias, desde el sector manufacturero hasta el automotriz.

En este contexto, las empresas están recurriendo a soluciones fotovoltaicas y microrredes para reducir costos operativos, minimizar interrupciones y contribuir a los compromisos ambientales globales. Manuel Ahumada, Socio Director de Enlight, empresa especializada en soluciones energéticas limpias, subraya: “La transición energética en México es una necesidad y una oportunidad única para las industrias de ser más competitivas y sostenibles. Las empresas que adopten energía solar y microrredes estarán un paso adelante en términos de eficiencia y resiliencia”.

Además del sector industrial, otros sectores económicos como el retail y la hospitalidad, que representan el 36.6% del consumo energético nacional, también pueden beneficiarse de la implementación de energía fotovoltaica. Estas soluciones permiten a las empresas reducir costos de electricidad y disminuir su huella de carbono, alineándose con los objetivos de sostenibilidad, estos beneficios no excluyen a las pequeñas y medianas empresas (PyMEs).

La creciente demanda energética de los centros de datos

A esta dinámica se suma el creciente sector de los centros de datos, que es fundamental para la transformación digital del país. Según una entrevista reciente a la Asociación Mexicana de Centros de Datos (MEXDC), durante los próximos cinco años se instalarán al menos 73 nuevos centros de datos, lo que requerirá una inversión de 9 mil 192 millones de dólares. Estos centros de datos aumentarán la demanda energética hasta en un 400%, requiriendo hasta 5 mil megawatts-hora (MW/h) para su funcionamiento, especialmente con la adopción de Inteligencia Artificial Generativa y el crecimiento de operadores como Amazon, Meta, Google y Microsoft.

Para cubrir esta demanda, se estima que el gobierno y las empresas deberán invertir al menos 8 mil 732 millones de dólares en infraestructura energética, con una parte significativa destinada a energías limpias como la solar y la eólica. Para 2030, el 35% de la energía consumida por esta industria deberá provenir de fuentes limpias.

Impacto ambiental y económico de la energía fotovoltaica

La energía solar fotovoltaica es una de las tecnologías más prometedoras para abordar los desafíos energéticos de México. Según el Reporte de Avance de Energías Limpias 2024, el 32.8% de la energía limpia generada en el país durante el primer semestre de 2023 provino de paneles solares, lo que demuestra su viabilidad técnica y económica.

En este sentido, Enlight ha sido pionero con su fondo “Net Zero Fund”, que facilita la adopción de sistemas fotovoltaicos en propiedades industriales sin necesidad de inversiones iniciales. Gracias a esta iniciativa, sectores como el automotriz y de manufactura han reducido su huella de carbono al generar un promedio de 856 megawatts-hora por sitio, lo que equivale a mitigar 498 toneladas de CO₂ anuales.

Microrredes: el futuro energético

Las microrredes, que combinan generación distribuida, almacenamiento de energía y sistemas inteligentes, son una solución integral para superar las deficiencias de la red eléctrica nacional. Estas redes permiten a las empresas generar y consumir su propia energía de forma eficiente, lo que reduce la dependencia de un sistema eléctrico centralizado que actualmente no satisface la demanda creciente.

La instalación de más de 100 proyectos industriales en los últimos años, con inversiones superiores a los 30 mil millones de dólares, ha incrementado exponencialmente las necesidades energéticas. Esto resalta la urgencia de soluciones como las microrredes, que aseguran un suministro confiable y mejoran la sostenibilidad del sector.

Al respecto, Ahumada comenta que “las microrredes están redefiniendo el panorama energético industrial. Su capacidad para integrar fuentes renovables y almacenamiento permite a las empresas mantener su operación incluso en momentos de fallos eléctricos”.

Beneficios económicos y ESG

Las microrredes y los sistemas de almacenamiento de energía ofrecen ahorros significativos, reduciendo los costos eléctricos de las empresas hasta en un 30%. Esto mejora la competitividad y contribuye al cumplimiento de objetivos ESG (ambientales, sociales y de gobernanza). La integración de estos sistemas permite ajustar automáticamente el suministro y la demanda, maximizando el uso de energías renovables y garantizando estabilidad operativa.

Como afirma Ahumada, “la energía solar, además de ser una solución limpia, es una inversión estratégica. Las empresas que apuesten por tecnologías avanzadas como las microrredes estarán mejor posicionadas para enfrentar los retos del mercado global”.

El sector industrial y digital mexicano tienen ante sí una gran oportunidad para transformar su modelo energético. La adopción de paneles solares, microrredes y soluciones de almacenamiento garantizan un suministro confiable al tiempo que impulsan el cumplimiento de objetivos ambientales y reducen costos operativos. La clave del éxito reside en la innovación, el financiamiento estratégico y una colaboración activa entre gobierno, industria y empresas energéticas. Solo así se podrá garantizar un futuro sostenible y competitivo para México.