- Faltó visión en la política migratoria
- México paga consecuencias dolorosas
- Trump nos tiene como su puerquito
- Por Alfredo Camacho Lara
RedFinancieraMX
La falta de visión del gobierno federal, o su sello cortoplacista, en su política migratoria dieron la oportunidad al presidente estadounidense Donald Trump para amenazar a México con aplicarle aranceles a los productos que este le exporta.
Los acuerdos entre ambos países para evitar los aranceles le redituaron al gringo, a simple vista, magnífica ganancia tanto de índole migratoria y comercial como votos entre el electorado de su país para su reelección.
No hubo previsión en la política de dejar pasar y auxiliar a las caravanas de migrantes que se trasladaron y se trasladan desde el inicio de este año de Centroamérica y aún de otras latitudes, al vecino país del norte.
Todo mundo se dio cuenta de los aspavientos de Trump por dicha medida. Se esperaba su reacción y esta llegó recientemente con la amenaza de los aranceles.
Cierto, el gobierno federal actual se vio muy humanitario y ganó simpatías en casa y a nivel internacional, pero encendió luces rojas en el país, primero porque en esas caravanas venían muchos delincuentes que quisieron pasar a territorio estadounidense y al no conseguirlo se quedaron en México, así como lo han hecho otros inmigrantes que ven en este país la posibilidad de una mejor vida para sus familias.
Segundo, ahora se ratifica a México como el patio trasero de Gringolandia. De acuerdo a las negociaciones para levantar el castigo de los aranceles, tendrá que hospedar, alimentar y dar educación a todo aquél que pida asilo a los Estados Unidos. Lo que a todas luces se ve como una carga para nuestro país. Es una herencia presente y a futuro.
Pero no basta con ello, ahora México cerrará o ya cerró sus fronteras del sur a los que pretendan quedarse aquí o pasar a la nación de Trump. Para ello ya hay policías federales en esos límites territoriales. Se dice que la Marina, Sedena y la Policía Federal ya realizan operativos.
Ya no se verá más esa labor humanitaria que al inicio de la administración federal se dio. Se está ahora en la posibilidad de que se manifieste la violencia, porque muchos de los Centroamericanos no han demostrado ser pacíficos, ya han agredido a nuestras autoridades fronterizas.
Se prevén enfrentamientos. Y no es que seamos catastrofistas, no, ya hay demasiada experiencia en ello. Aquí y en las migraciones de países en conflicto o en pobreza extrema a naciones en desarrollo de Europa. El hambre exaspera.
Se dijo que se daría trabajo a esos inmigrantes. ¿Alcanzará para todos?
No se puede más criticar al Pelos de Zanahoria por su muro fronterizo, México pondrá un muro de agentes federales para resguardar el paso de los migrantes sin documentos que llegan a la frontera sur mexicana.
No podemos estar congraciados con las declaraciones presidenciales de que el acuerdo con Trump devolvió la confianza y la tranquilidad a nuestro país. No, no hay confianza en esos acuerdos. Además no se sabe que hubo demás en esas pláticas y a qué se llegó. El periódico El Universal publica una nota que dice “Con México se acordaron cosas que no se informaron; se darán a conocer en su momento: Trump”.
Sabemos que ahora hay que comprar más productos agrícolas a los gringos, es a huevo. Aquí valió madres el Tratado de Libre Comercio o como se llama ahora.
El acuerdo tiene un límite de vigencia de 90 días. Y después habrá más mangoneo a México, de parte del señor Donald rumbo a su reelección.
¿Y ahora, quién podrá defendernos? Diría el Chapulín Colorado. Esperamos que un Demócrata, no hay más, con sus asegundes. Trump nos agarró desde su campaña electoral a la presidencia de su nación como su puerquito. Sin duda arreciará.