El paquete económico para 2025

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  • ¿Optimista? Ojalá

RedFinanciera

Como ya habíamos señalado, un principio básico para la elaboración del Paquete Económico es que se apegue a un marco macroeconómico realista, que reconozca y considere los riesgos que amenazan la estabilidad fiscal del país y haga todo para mitigarlos. En este proceso debe reconocer las presiones sobre las fuentes de recursos recurrentes y de gasto público, y que a la vez atienda las necesidades más urgentes de la población, como educación, salud, seguridad e inversión pública.

Un aspecto que caracterizó al sexenio que concluyó y que al parecer se extiende al nuevo gobierno, es el optimismo con que se elaboraron los escenarios para los paquetes económicos de cada año. Esto sin duda es un riesgo, toda vez que puede afectar la viabilidad, no solo de las finanzas públicas, sino de crecimiento y desarrollo al no cumplirse las expectativas.

Si bien el escenario de crecimiento económico para el presente año se ajustó a la baja de un rango de 2.5% a 3.5% a uno de 1.5% a 2.5%, es evidente que la expectativa sigue siendo optimista, toda vez que el pronóstico promedio de los especialistas del sector privado ya se ubica por debajo del 1.5%.

Para 2025 permanece el optimismo del sector público toda vez que el pronóstico de crecimiento de la economía se mantiene sin cambio en un rango de 2% a 3%, “respaldado por un mercado laboral sólido, un consumo privado robusto y niveles elevados de inversión pública y privada, con un enfoque en la inclusión regional”. Sin embargo, para ese año el pronóstico de los especialistas es de 1.2%.

Evidentemente este es un escenario que contrasta con la evolución general de los principales indicadores macroeconómicos y con la percepción de los especialistas. Un paquete económico apoyado en escenarios tan optimistas puede generar una visión errónea que podría incidir negativamente en la evolución de la inversión.

Aumenta la propuesta de ingresos

Para 2025 la Ley de Ingresos de la Federación propone un total de 8,056 miles de millones de pesos (mmp), cifra que supera en 572.4 mmp la estimación para el cierre del 2024. Esto equivale a un incremento de 3.3% en términos reales, que mejora significativamente el aumento de solo 0.6%, que se propuso de manera preliminar en el Documento de Precriterios 2025.

Esto se explica, en mayor medida, por el incremento de 3.0% en los ingresos tributarios, avance que equivale a 365.3 mmp más que la cifra estimada para el año en curso. Las autoridades consideran que esto responderá a un “mayor dinamismo de la actividad económica estimado para el siguiente año y los efectos de las medidas para fomentar un mayor cumplimiento por parte de los contribuyentes y combatir el fraude fiscal”.

Hay que tener en cuenta que el pronóstico de los especialistas de crecimiento del PIB para 2025 es de poco menos de la mitad del promedio del rango previsto en el Paquete Económico (2.0% – 3.0%). Incluso ya existen algunas opiniones que consideran que el crecimiento de la economía podría ser negativo. De no cumplirse el escenario oficial, es evidente el riesgo que existe de no cumplirse las metas de ingresos.

El Gasto

El CEESP ya había señalado que reducir el déficit en la magnitud que lo pretendía hacer el gobierno para 2025 (3 puntos del PIB) era considerablemente complejo, incluso muy poco probable, sobre todo porque esto tendría que ser a través del gasto.

El gasto no ha mostrado señales de austeridad, como lo ha señalado el gobierno y el Paquete 2025 tampoco parece considerarlo.

Para el próximo año se propone un gasto total de 9,226.2 mmp, cifra que si bien es 3.6% menor en términos reales a la estimada para el cierre de este año, resulta 563 mmp superior a la cifra de 8,664 mmp prevista en los Precriterios 2025, que equivalía a una disminución de 8.8%.

La complejidad de un mayor ajuste al gasto se relaciona en mayor medida con el hecho de que en buena parte se ha concentrado en transferencias incondicionales que obviamente son muy rígidas a la baja ya que su reducción sería muy costosa políticamente.

A menos que las autoridades decidan sacrificar algún programa de menor relevancia, es poco viable una reducción del gasto suficiente para cumplir los objetivos de déficit, sobre todo cuando hay propuestas de nuevos programas sociales que se han venido anunciando.

Para 2025 se propone un gasto programable de 6,527.6 mmp, lo que significa una disminución de 3.6% real respecto al gasto aprobado para 2024. Aunque esto representa una buena noticia, significa que el ajuste al gasto no será tan amplio como se había previsto en los Precriterios 2025, donde se anticipaba una disminución real de 9.8%.

En su clasificación administrativa, que refleja la entidad pública que lo ejerce, se aprecia que prácticamente todos los conceptos del gasto programable muestran un ajuste a la baja. Sin embargo, preocupa que algunas de ellas tienen una relación directa con el bienestar de los hogares. La secretaría de Salud muestra una disminución de 34% en su gasto, mientras que el de Seguridad y Protección Ciudadana disminuye 36.2%. La secretaría de Educación ejercerá recursos inferiores en 1.5%.

Considerando la clasificación funcional del gasto programable, es decir, según sus propósitos u objetivos socioeconómicos, igualmente se aprecia una posible afectación negativa en el bienestar de los hogares.

El gasto en el sistema de salud se reduce 12.2% en términos reales. En educación la baja es de 0.5% y en asuntos de orden público y de seguridad interior es de 42.9%.

Incluso, como lo habíamos considerado, plantear una disminución del gasto obligó al gobierno a limitar recursos a sus programas prioritarios. Los recursos para el programa de Pensión para Personas Adultas Mayores muestra una disminución real de 0.3%, el de Jóvenes Construyendo el Futuro una baja de 4.1%, el de Sembrando Vida 3.7% y el de la Escuela es Nuestra 15.4%, entre otros.

Por otro lado, el gasto en inversión fue otro de los rubros que se ajustó a la baja, como lo habíamos anticipado. De acuerdo con el presupuesto para el 2025, el gasto en inversión física se reduce 12.7% en términos reales respecto al presupuesto aprobado para el 2024. Evidentemente esto tenderá a afectar los proyectos de infraestructura que se requieren para impulsar un mayor crecimiento económico.

Déficit

Si bien el recorte del gasto es una buena noticia, es un hecho que no es suficiente para cumplir los objetivos de déficit que se plantearon inicialmente en los Precriterios 2025.

El objetivo era reducir el déficit a 3% del PIB. Sin embargo, a pesar de los ajustes propuestos al gasto, se prevé un desbalance de 3.9%. En términos absolutos esta diferencia equivale a 358 mmp.

El gasto continúa siendo elevado y no necesariamente austero como lo señala el gobierno, a pesar de su ajuste a la baja.

Deuda

Es claro que un mayor déficit requerirá recursos adicionales para solventarlo, por lo que habrá necesidad de más deuda.

El documento de Criterios anticipa que el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público (SHRFSP) cerrará 2025 en niveles de 18,598 mmp, cifra superior en 436 mmp a la estimada preliminarmente. Como porcentaje del PIB se ubica en 51.4%, porcentaje que supera en 1.2 puntos al planteado en Precriterios. Además, esto implica el flujo anual para un primer año de gobierno históricamente más alto.

Comentarios generales

Si bien es cierto que el gasto disminuye para 2025, esto no refleja el compromiso de austeridad asumido en los Precriterios y, por ende, el endeudamiento no es nulo como lo ha señalado constantemente el gobierno ni lo hará en la nueva administración. En términos absolutos, el gasto en 2025 representa el monto históricamente más elevado.

Los compromisos oficiales aumentan con nuevos programas asistenciales y las necesidades de mantenimiento y creación de infraestructura.

Mantener las promesas a las mayorías de la población de más programas sociales requerirá de recursos crecientes.

El Presupuesto para 2025 sigue siendo elevado y sobre supuestos optimistas.

El gasto público debe atender las necesidades más urgentes de la población, como educación, salud, seguridad e inversión pública. Por lo que se ve, estos rubros tienen ajustes a la baja.