El 80% de las PyMes mexicanas no sabe negociar

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  • Pérdidas por no generar acuerdos equivalen al 24.8% de productividad
  • Hay 7 enemigos de la negociación efectiva

RedFinanciera

En 80% de los empresarios en las las pymes mexicanas carece de capacidad de negociación, lo que impide acceso a créditos, limita liquidez, retrasa rotación de inventarios, impide la contratación del talento más capacitado y mantiene la cartera vencida alta, dijo Edgar Scwartz, director de Solventium, reparadora de crédito.

Más aún: “Se trata de una de las habilidades directivas con mayor demanda en época de pandemia, ya que marca la diferencia en cualquier acuerdo y ejecución de trabajo”, aseguró el directivo y mencionó que la capacidad de negociación representa ingresos de hasta el 24.8% más respecto a quienes no poseen tal competencia.

De acuerdo al directivo, aunque ya existen algunos proyectos exitosos de negociación mediante inteligencia Artificial, se trata de una de las habilidades esencialmente humanas que no podrán digitalizarse porque una gran parte de ella no se basa en la cuantificación de opciones o lógica, sino de empatía y liderazgo situacional.

Para el representante de Solventium, en las negociaciones las Pymes cometen al menos uno de éstos errores:

  1. Desconocen  cuál es la mejor alternativa a un acuerdo
  2. Ignoran los intereses y posiciones de la contraparte
  3. Carecen de opciones de acuerdos
  4. Escatiman criterios de equidad y legitimidad
  5. Desdeñan la capacidad para trabajar juntas (invertir en la relación)
  6. Poseen una comunicación pobre o deficiente
  7. No saben diferenciar entre “acuerdo” y “compromiso”

Asimismo, Shwartz mencionó que la capacidad transversal de negociación implica que el profesionista se “blinde” contra estos enemigos: Prepotencia y soberbia, rehusarse a poner por escrito, ignorar la ley de Pareto o la regla de 80/20 en la cual la mayor parte de nuestros interlocutores no logran comprender nuestra propuesta, inclexibilidad en el manejo del tiempo, obsesión por vencer o ver a la contraparte como “enemigo”,  rehusar el trabajo en equipo y desestimar el trabajo arduo para propiciar acuerdos.