- Habrá por movimientos volátiles originados por las elecciones
- Por Ricardo Jiménez
RedFinanciera
El tema de predecir hacia dónde va la cotización del peso mexicano a veces es un poco complicado sobre todo de corto plazo, pues intervienen muchas variables como de tipo económica, política, social e inclusive ambiental, sin embargo, lo que realmente nos da razón es el comportamiento de las variables fundamentales de la economía tanto internas como externas que es lo que actualmente explica la depreciación del peso que alcanza ya un precio de 17.01 pesos por dólar.
El peso mexicano rompió el nivel de resistencia de los 17.0 pesos por billete verde, pero al parecer no habría suficiente fuerza para llegar hasta un precio de 17.50 pesos e inclusive hasta los 18.0 pesos al menos que haya algunos conflictos poselectorales en los próximos días, cómo no reconocer la victoria de algunas de las dos precandidatas de Morena (Claudia Sheinbaum) y del Frente Amplio Opositor (Xóchitl Gálvez).
En estos momentos, lo que está realmente explicando la pérdida de valor de la moneda mexicana es el comportamiento de las variables macroeconómicas de Estados Unidos, principalmente la ligada con la política monetaria del banco central estadounidense, donde se especula habría recortes en la tasa de interés en el último trimestre de este año.
La economía de Estados Unidos muestra algunas señales de debilidad y si estás siguen aumentando existe la probabilidad de que la inflación en el país vecino del norte tienda a estabilizarse y reanude sus movimientos bajistas, permitiendo que la Reserva Federal (Fed) tome la decisión de comenzar a relajar su política monetaria.
Los participantes del mercado también están considerando la debilidad de otras variables económicas de Estados Unidos, como las cifras de comercio en marzo donde las exportaciones cayeron 2.27% mensual, interrumpiendo una racha de 3 meses de crecimiento y siendo la mayor caída desde abril del 2023.
El dato de empleo de abril resultó poco favorable, con la nómina no agrícola mostrando la creación de 175,000 empleos, por debajo de los 240,000 esperados por el mercado, siendo la menor creación de empleos desde octubre del año pasado.
El ISM manufacturero cayó a 49.2 puntos en abril, frente a los 50.3 del mes anterior y ubicándose una vez más por debajo del umbral de expansión de 50 puntos. Por su parte, el ISM de servicios se ubicó en 49.4 puntos, bajando por tercer mes consecutivo, colocándose en zona de contracción por primera vez desde diciembre de 2022.
En Estados Unidos los precios al consumidor en abril se establecieron a una tasa anual de 3.36%, en línea con las expectativas del mercado y desacelerándose de 3.48% registrada en marzo, mientras que la tasa mensual se ubicó en 0.31%, por debajo del pronóstico de la mayoría de los analistas económicos del sector privado que esperaban un crecimiento del alrededor de 0.4%.
La inflación subyacente, que determina la trayectoria de la inflación general en el mediano y largo plazo, resultó de 3.61% anual reanudando la tendencia a la baja que fue interrumpida en marzo, cuando se aceleró por primera vez de 12 meses consecutivos de disminución.
Es probable la reciente volatilidad del tipo de cambio peso-dólar tienda a regresar a la normalidad en la medida que el mercado digiera los resultados electorales en México, sin embargo, la coyuntura global y la narrativa de los costos de financiamiento elevados por más tiempo es uno de los elementos que han contribuido a los altibajos del peso.
En las operaciones de esta semana, el peso mexicano podría mantener un rango de operación que fluctuaría entre 16.80 pesos por dólar como cotización mínima y 17.40 pesos por billete verde como precio máximo, con la perspectiva de continuar las operaciones por arriba de los 17 pesos.
Los movimientos del tipo de cambio peso-dólar en esta semana, estarán dados en parte por la evolución del proceso electoral del 2 de junio, además, habría que estar atentos al anuncio de la inflación correspondiente al mes de abril, confianza al consumidor, consumo privado, las reservas internacionales y las remesas enviadas por los trabajadores que laboran en Estados Unidos.