- Vive un viaje sobre el hielo milenario de Columbia Icefield, Alberta, o una ruta de sabores y paisajes dorados en Île d’Orléans, Quebec
- También puedes escoger una travesía nocturna en canoa bajo las mejores auroras boreales del mundo en los lagos cristalinos de los Territorios del Noroeste
Red Financiera
En Canadá , lo extraordinario sucede de manera natural. No necesitas nada más, basta con estar ahí, respira profundamente el aire fresco del otoño y admirar los colores dorados. Así que, si estás buscando salir de la rutina y reconectar con la naturaleza en su forma más pura, estas tres experiencias te van a fascinar: caminar sobre el majestuoso Columbia Icefield en Alberta , explorar la encantadora Île d’Orléans en Quebec y remar en una canoa bajo un cielo iluminado por las mejores auroras boreales del mundo en los Territorios del Noroeste . ¡Déjate sorprender!
Un viaje al centro de Columbia Icefield
En el corazón de las Montañas Rocallosas de Alberta , entre los Parques Nacionales de Banff y Jasper , se encuentra Columbia Icefield , uno de los campos de hielo más grandes al sur del Círculo Polar Ártico, con una longitud aproximada de 28 kilómetros. Recordar uno de sus glaciares más antiguos será, sin duda, un recuerdo que atesorarás por siempre. Disponible de mayo a octubre y sujeta a las condiciones del clima, esta es una de las experiencias más extraordinarias que se pueden vivir en la región durante el verano y al inicio del otoño.
Comienza tu aventura en Glacier Discovery Center , el principal punto de acceso a exhibiciones informativas y diferentes excursiones a lo largo de esta región. Cuenta con restaurante, cafetería y tienda de regalos. Desde ahí, regístrate para la Columbia Icefield Glacier Adventure , donde un Ice Explorer (un vehículo inmenso todoterreno) te llevará directamente al Glaciar Athabasca , el más visitado de Norteamérica y considerado uno de los más accesibles por su cercanía a la carretera. Disfruta del trayecto entre montañas que parecen tocar el cielo y paisajes imponentes que anteceden a este campo de hielo de más de 300 metros de grosor y 10 mil años de antigüedad. Una vez ahí, detente a tocar el hielo azul profundo y, si las condiciones climáticas son propicias, hasta podrás beber directamente de una corriente glacial. Con la guía de expertos, aprenderás sobre la geología, la historia y el ecosistema único del lugar.
Muy cerca de este punto te espera Columbia Icefield Skywalk , una estructura de cristal suspendida a 280 metros sobre el Sunwapta Valley. Avanza con calma y déjate envolver por las vistas de 360 grados, con laderas teñidas de dorado, rojo y naranja por el otoño, cascadas que serpentean entre las montañas y vida silvestre moviéndose a lo lejos. Si desea ampliar la experiencia, el Ultimate Columbia Icefield Experience ofrece habitaciones acogedoras en el Glacier View Lodge, visitas guiadas a sitios cercanos y una recepción de bienvenida con cócteles de autor, aperitivos y bebidas calientes.
Sabores del otoño en Île d’Orléans
A sólo quince minutos de la Ciudad de Quebec , se encuentra Pont de l’Île, un puente que conecta con Île d’Orléans , una isla de agricultores y productores locales que te llevará a descubrir la vida a otro ritmo. Gracias a su suelo fértil, este sitio alberga una gran variedad de opciones: viñedos, huertos, zonas de picnic y restaurantes con vistas al río San Lorenzo. Además de sus sabores, lo que hace especial a Île d’Orléans es también su auténtica cotidianeidad que se vuelve extraordinaria: una taza de café al aire libre, el sonido del viento entre los manzanos o una conversación tranquila con un campesino que te habla de su cosecha.
Seis pueblos dibujan el mapa de este destino, cada uno es una invitación a detenerse, mirar, oler, probar… y dejarse llevar. Por su parte, en la punta sur de la isla, Sainte-Pétronille te recibirá con vistas majestuosas de la Cascada de Montmorency y hasta una copa de vino local. En Saint-Laurent podrás detenerte en granjas llenas de vida y tradición, pasear entre campos de fresas y probar mermeladas de frutos rojos frescas en Confiturerie Tigidou. Saint-Jean conserva casas históricas de los capitanes que navegaban los barcos en el río San Lorenzo a mediados del siglo XIX, ahí Du Capitaine es una parada imperdible para degustar vinagres y licores artesanales. En Saint-François te espera un mirador que te dejará sin aliento con las vistas espectaculares de las islas que se encuentran alrededor. Por su parte, Sainte-Famille está rodeada de manzanares que perfuman el aire, mientras que Saint-Pierre (el más cercano al puente Pont de l’Île), vibra con cafeterías, panaderías y pequeñas tiendas llenas de delicias, como Domaine Steinbach donde podrás probar sidras naturales. Otra opción es Sidrería y Destilería Verger Bilodeau , reconocida por sus galardonados sidras heladas y otros productos a base de manzana y arce.
No hace falta que memorices todo, la aplicación LITTORAL – Las Constelaciones de Île d’Orléans te acompañará a recorrer la isla a tu propio ritmo, con rutas autoguiadas y relatos a través de la mirada de la comunidad local sobre su vida y la historia del lugar.
Remo entre auroras boreales
Ver auroras boreales es fascinante y remar entre su reflejo en el agua es como un sueño. Esta experiencia de otoño en los Territorios del Noroeste comienza con una caminata por la tundra colorida, una bebida reconfortante frente a una fogata y una charla con las guías locales que te compartirán la dimensión espiritual de estas luces danzantes. Más tarde, llega la hora de subirte a una canoa para abrirte paso en el relajante lago Great Slave Lake . Con el remo que apenas rompe la superficie del agua, la oscuridad comenzará a instalarse para dar pie a un cielo que se enciende con destellos verdes y púrpuras. Este es el encanto del otoño, donde las auroras boreales te harán sentir como si flotaras en medio de dos cielos; con luces arriba si miras al cielo y destellos abajo si observas hacia el lago que se extiende sin límite.
No hay mejor lugar en el mundo para vivir esta experiencia que este territorio del norte canadiense, donde este espectáculo aparece hasta 240 noches al año, gracias a las noches despejadas ya su ubicación privilegiada bajo el “óvalo auroral”. Hay una gran variedad de excursiones y operadores, como Yellow Dog Lodge , que incluyen guías locales, mantas térmicas, bebidas calientes y relatos de las Primeras Naciones que explican el origen espiritual de este resplandor celestial, convirtiendo lo que ves en una historia ancestral que cobra vida frente a tus ojos.