- Sin embargo, este gasto no representa un avance en materia de combate a la pobreza
RedFinancieraMX
La bancada de diputados sin partido, aliados de Morena, va por más austeridad en el gasto corriente del gobierno federal, en servicios personales, materiales y suministros, en apego a los principios de economía, eficacia, eficiencia, transparencia y honradez.
La diputada Luz Estefanía Rosas Martínez impulsa una iniciativa de Ley de Ahorro y Gasto Corriente de la Federación, que a su decir es complementaria a la iniciativa presentada por Morena denominada “Ley de Austeridad Republicana”.
Rosas Martínez detalló que la propuesta identifica el ahorro por capítulo de gasto, armoniza con las leyes vigentes en materia hacendaria, se blindan los derechos laborales de los servidores públicos, se protegen las acciones prioritarias de gobierno y se incluyen acciones preventivas de combate a la corrupción y transparencia.
La diputada por la Ciudad de México abundó que el correcto gasto público debe promover una hacienda responsable, eficaz, eficiente y transparente que mejore las condiciones de bienestar de los mexicanos.
“Lamentablemente los gastos administrativos han crecido mediante una inercia empujada por la inflación, partiendo de los presupuestos anteriores sin análisis serios y con total falta de control. Esta situación genera que el servicio público pierda la credibilidad ante la sociedad, ya que se percibe un derroche del dinero público en las actividades gubernamentales”, expuso.
Rosas Martínez puso como ejemplo el ejercicio fiscal 2017, donde el gasto para desarrollo social fue de dos mil 282 millones 387 mil pesos, lo cual representa casi 50 por ciento del gasto total que se ejerció durante este año fiscal.
Sin embargo, dijo, este gasto no representa un avance en materia de combate a la pobreza, la cual mantiene sus cifras de 7.6 por ciento de personas en pobreza extrema y de 43.6 por ciento de personas en pobreza, “estos números nos permiten pensar que el gasto para desarrollo social es mucho pero no es eficiente”.
El gasto público incumple con el objetivo de beneficiar a los que menos tienen, abonando al desprestigio de las instituciones, la falta de credibilidad y al sentimiento de ausencia de representación de los gobernantes, agregó.