- Gurría: fin al ángel de la dependencia
- Concluye una época política mexicana
- Salazar, desalojos, industria, turismo, Norton
- Por Roberto Fuentes Vivar
RedFinancieraMX
El fin de semana José Ángel Gurría anunció que no buscará un mandato adicional, por lo que dejará la secretaría general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en junio de 2021. En carta enviada al Consejo de este organismo (“El Club de los Países Ricos”) el político tamaulipeco no expresa los motivos de su decisión. En dos semanas comenzará el proceso para elegir nuevo dirigente.
Debido a que durante más de tres sexenios fue negociador de la deuda mexicana, como funcionario (incluso titular) de la Secretaría de Hacienda, Gurría recibió el mote (quién sabe quién lo bautizó así, pero el apodo puede considerarse bastante certero) de “El Ángel de la Dependencia”.
Esta renuncia anticipada, tras 14 años de liderar la OCDE, tiene un significado interesante, pues puede considerarse como el fin de una época en la cual políticos mexicanos ligados al neoliberalismo gobernaron al país, ocuparon altos puestos en organismos multilaterales y hasta obtuvieron puestos como gobernadores (ahí están los casos de los dos Duartes que estudiaron en universidades privadas carreas afines a la economía).
La dimisión (quizá no sea tal pero no buscar un nuevo periodo sí puede considerarse una renuncia) se explica por tres factores: 1.- La posibilidad de que Emilio Lozoya declare contra él, al haber sido personaje importante en la contratación de la constructora Odebrecht. 2.-Las diferencias con el actual presidente de la República (al menos en 10 ocasiones ha mantenido discrepancias con el modelo que pretende instaurar la IV Transformación, incluso hasta en reuniones con Claudio X. González junior) 3.-Las rupturas ideológicas que le hacen imposible representar al actual gobierno de México en organismos internacionales.
Es cierto que aún quedan mexicanos, de esa camada, en organismos internacionales, como Agustín Carstens (gerente del Banco Internacional de Pagos) o Alejandro Werner en el Fondo Monetario Internacional (donde es director del Departamento del Hemisferio Occidental). El caso de Alicia Bárcena, como secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) es diferente pues de alguna manera mantiene cierta cercanía con la política de la IV Transformación y mantuvo distancia con el neoliberalismo.
La predicción que se quedó corta
Cuando en 1992 (en el auge del periodo salinista) José Ángel Gurría era director general del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) auguró que el equipo humano neoliberal iba a gobernar durante por lo menos 18 años más. Se quedó corto y fue casi el doble, pues durante seis sexenios (MMH, CSG, EZPL, VFQ, FCH y EPN) dominó ese grupo de políticos a los que aludía el todavía secretario general de la OCDE.
En aquella ocasión, ante empresarios japoneses presumió los logros económicos de ese momento y pronosticó que los neoliberales mantendrían el poder. Parte de esa promesa a inversionistas extranjeros se basaba en que finalmente la economía había logrado despetrolizarse, lo cual fue una especie de verdad a medias.
Lo dijo en esa ocasión y lo itero y reiteró en muchas otras. “La economía mexicana ya se despetrolizó”. “Ya no dependemos de los precios del crudo”. “La diversificación de las exportaciones ha logrado que únicamente el 10 por ciento de la economía dependa de los hidrocarburos”, dijo una y otra vez.
Me lo dijo personalmente (yo como reportero y posteriormente jefe de la sección de Economía de La Jornada, y él como director de la banca de desarrollo o secretario de Hacienda o de Relaciones Exteriores) reiteradas veces.
En 2016, en una entrevista con El Universal, Gurría señalaba que la economía mexicana está “despetrolizándose a la mala” y agregaba: “no nos hemos podido despetrolizar más que por la mala. Por el hecho de que se cayó tanto el precio del petróleo es que ahora tenemos que hacer ajustes. Aunque el gobierno fue prudente el año pasado, cuando cubrió el barril a 79 dólares y para este año lo hizo en 49 dólares. Las coberturas están funcionando”.
Incluso, la despetrolizacion era una especie de falacia, pues si bien es cierto que las exportaciones ya no se basaban en el petróleo, sino en las manufacturas, los ingresos presupuestarios siguieron dependiendo en buena medida del petróleo crudo mexicano.
Por cierto que el propio Gurría, en 1992, pregonaba un peso fuerte, libre de fluctuaciones extremas. La realidad lo desmintió dos años después cuando se presentó el “error de diciembre” con una devaluación y con la posterior crisis del “efecto tequila”.
Su escandalosa pensión
Gurría, o el ángel de la dependencia, ha sido uno de los funcionarios más leales al salinismo y así lo mostró cuando fue secretario de estado y más tarde representante de México ante organismos internacionales.
Pero quizá su fidelidad como soldado neoliberal fue mostrada hace unos meses cuando, en una de sus escasas visitas a México desde que tomó posesión el presidente Andrés Manuel López Obrador, se reunió en Las Lomas de Chapultepec con Claudio X González junior (promotor de muchas de las acciones contra el mandatario mexicano) y ahí, en privado -según varias fuentes periodísticas- despotricó contra la IV Transformación.
Uno de sus escándalos que trascendió al Poder Ejecutivo y fue llevado al Poder Legislativo (incluso a la opinión pública), fue el de Gurría y su pensión. En diciembre de 1999, como secretario de Hacienda, aseguró haber sido víctima de “infundadas acusaciones” durante su comparecencia ante la Cámara de Diputados.
Resulta que Marcelo Ebrard lo había acusado de haberse jubilado en Nacional Financiera (organismo del cual había sido director) al margen de la Ley. Incluso se formó una comisión legislativa al respecto.
El 7 de diciembre de diciembre de 1999, emitió una declaración pública, en la que decía: “He sido objeto de una calumnia. Ignoro sus causas, pero existen prioridades tanto inmediatas como de más largo plazo que atender. Es lamentable que se intente desviar la atención de la opinión pública hacia otros temas como resultado de afanes protagónicos o de objetivos coyunturales de carácter electoral”.
Y explicaba: “Las minutas de la sesión de la Comisión de Hacienda de abril de 1998 confirman que fui señalado por haberme jubilado a los 34 años de edad y con seis meses de antigüedad”. Por eso anunció en su declaración pública que su pensión de Nafin, supuestamente por 43 mil pesos mensuales, sería entregada, en partes iguales, a dos organizaciones no lucrativas (Apac y Reto), respectivamente.
Una investigación posterior de la revista Contralínea indicaba que en enero de este año, la pensión para Gurría seguía vigente y no era de 43 mil pesos, sino de 1.3 millones al año Nacional Financiera o 111 mil 152.99 pesos mensuales.
Fuera de todos estos “pequeños” detalles y de otro en el que abandonó una reunión del Presidente de la República con la cúpula del PRI que se realizaba en el Campo Marte, para alcanzar a su mamá en la segunda Carrera y Caminata del Grupo Reto, que había partido del Auditorio Nacional, la realidad es que con la renuncia de Gurría a otro periodo como dirigente de la OCDE, se puso fin a una camada de políticos mexicanos neoliberales en organismos multilaterales e internacionales. Dice el filósofo del metro: la mentira es una canción de Álvaro Carrillo que nunca se llamó así.
Tianguis
Interesante que, después de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Estados Unidos, los organismos cúpula de la iniciativa privada (con representatividad en duda, repito, como lo hice en mi columna pasada) ahora sí manifestaron su apoyo al mandatario. “Cuente usted conmigo”, le dijo el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar, en una carta. Después de muchos meses de diferencias, los dirigentes empresariales piden ser tomados en cuenta (tras no ser invitados al encuentro con Donald Trump). “Le expreso mi reconocimiento y felicitación por su exitosa visita oficial de trabajo a la ciudad de Washington. Reconozco la importancia de mantener un diálogo cercano y permanente con Estados Unidos, nuestro principal socio comercial y económico”, le dijo Salazar Lomelín. Y añadió: “Cuente usted conmigo, el Consejo Coordinador Empresarial y los más de 400 miembros del ‘Cuarto de Junto’ que representan a todos los sectores productivos del país y asesoran permanentemente a la Secretaría de Relaciones Exteriores y Economía” ¿Será que ahora sí ya se dieron cuenta de que en México no habrá venezuelizacion (o venezolización, como quiera decirse)… Uno de los temas que se debatió este fin de semana en las redes sociales fue la propuesta sobre una posible nueva ley inquilinaria en la ciudad de México, en la cual (por la crisis del coronavirus) se intentarían frenar los desalojos “por no pagar la renta”. Hace un año el tema se había abordado y la jefa de gobierno, Claudia Sheimbaum, fue muy cauta al asegurar que el derecho a la vivienda estaba por encima de cualquier posible legislación. Ahora varias organizaciones de activistas, apoyados por el grupo parlamentario del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), piden que se garantice que ninguna persona sea desalojada de su vivienda por falta del pago de renta durante la pandemia de coronavirus y se faciliten mecanismos de negociación entre arrendadores y arrendatarios. Coincido totalmente en que hay que frenar los desalojos inhumanos y privilegiar la negociación, pues tras la crisis podrían compartirse pérdidas entre las dos partes… Grave lo que sucede en las gasolinerías que venden combustible en contubernio con la delincuencia organizada. Al respecto, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de Santiago Nieto y la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de Alfredo Higuera Bernal, cuentan con denuncias contra estaciones que venden combustible de manera sospechosa, como es el caso de la denuncia FED/SEIDO/UEIARV-GTO/0000171/