- Una disculpa pública a Georesearch
- Reitero Gentrificación de Nuevo Polanco
- Guelaguetza, Fundef, IBM, Cisco, Seguros, Azul
- Por Roberto Fuentes Vivar
RedFinancieraMX
Dice el refrán que los médicos entierran sus errores y los periodistas los publicamos. Es cierto, por lo menos en lo que se refiere a los periodistas. Hace unos días publiqué una información que contenía un error y por eso públicamente me disculpo con la empresa Georesearch.
Resulta que en un estudio de esta empresa se mencionaba una cifra que yo, erróneamente, leí como miles de pesos cuando se refería a millones de pesos. Concretamente señalaba que el promedio de ingresos de los habitantes de Nuevo Polanco es de 215 millones de pesos (para el total de los casi 11 mil habitantes) mensuales y no de 215 mil pesos por habitante como lo publiqué.
Confieso que se me hace bajo el ingreso de 215 millones de pesos mensuales divididos entre 11 mil personas, así como el número de habitantes, pues algunas fuentes señalan hasta 75 mil.
Una vez hecha la aclaración, sin que se haya registrado ninguna petición por parte de la empresa, sino como un compromiso personal como periodista con mis posibles lectores, reitero que la zona de Nuevo Polanco es un ejemplo de gentrificación.
De esta manera, mi columna quedaría, ya eliminado voluntariamente el error de la siguiente manera.
Según esta empresa (que cuenta con MasterGeo, una herramienta de geointeligencia para determinar variables demográficas, socioeconómicas y geográficas), el gasto potencial en Nuevo Polanco es de 144.5 millones de pesos mensuales por parte de los habitantes y de 556 millones si se toma en cuenta a los trabajadores y visitas frecuentes.
El estudio cuenta con datos interesantes de lo que en su día fueron las colonias Granada, Ampliación Granada y Anáhuac, pues calcula que existen en este momento tres mil 659 hogares, pero el número de habitantes se ha duplicado al pasar de cuatro mil 465 habitantes en 2005 a casi 11 mil, actualmente
Desconozco si esta investigación privada tomó en cuenta únicamente a los vecinos de los nuevos edificios de una parte de Nuevo Polanco y no a los antiguos ni a los de otras zonas que han sido encasilladas en esa denominación (como las colonias Pensil, Nueva Anzures o Irrigación), porque Wikipedia la contradice y señala: “en octubre del 2013, la SEDUVI anunció un paro a mayor desarrollo hasta que hubiera un plan para poner infraestructura como banquetas, drenaje etc. A esa fecha Nuevo Polanco contó 76 000 habitantes, dos veces la cantidad prevista, y habían 23 469 unidades residenciales”.
Lo real es que sí se ha registrado un boom inmobiliario que comenzó a finales del siglo pasado en lo que fueron las plantas de General Motors, Chrysler y General Tire y se extenderá, seguramente, a muchos de los terrenos de la cervecería Modelo en la zona.
Si se hace un recorrido por lo que es la zona Nuevo Polanco (ampliada, tomando en cuenta las colonias que no menciona Georesearch) se pueden observar más de 100 construcciones actuales, entre habitacionales, de oficinas o mixtas, como la que hizo Carlos Slim, quien ha puesto a esa zona como ejemplo de modernización.
Y no es para menos, porque muchos de los primeros constructores adquirieron terrenos en 10 mil pesos el metro cuadrado y ahora venden el metro cuadrado de construcción a 60 mil pesos. Al respecto, la antropóloga Adriana Aguayo señala en su estudio “Nuevo Polanco: renovación urbana, segregación y gentrificación en la Ciudad de México” que “en los últimos diez años aumentó más de 100 por ciento (de 17 mil a 37 mil pesos) y en los conjuntos de uso mixto que ofrecen vivienda AAA el precio por metro cuadrado es de hasta 60 mil pesos”.
En la zona (por ejemplo en el desarrollo de Be Grand ubicado en Lago Alberto y Mario Escobedo. Por cierto que ahí estuvo el reloj de H. Stelle, de larga historia incluso política) se ofrecen espacios desde 40 metros cuadrados. Para pagar un departamento de ese tamaño a 60 mil pesos el metro cuadrado se requieren 2.4 millones de pesos.
Esta empresa de geointeligencia explica que mensualmente se realizan aproximadamente cuatro millones 742 mil 557 viajes con destino a Nuevo Polanco. Esto significa que, al mes, el nivel de visitas hacia este lugar por parte de población externa es de más de cuatro millones.
“El origen de los viajes se ha analizado por sectores socioeconómicos, en los cuales se encuentra que 2, 086,130 de los viajes son realizados por el grupo socioeconómico perteneciente a la clase alta; 1, 608,050 de los viajes son realizados por el sector medio alto y 1, 045,026 de viajes los realizan personas que pertenecen al sector medio bajo”, explica el estudio.
Por todo esto, Nuevo Polanco se ha convertido en un imán comercial dentro de la capital mexicana, hecho que se hace evidente con el aumento de propuestas comerciales que buscan adaptarse y responder a los requerimientos de la población. Se calcula que en la zona hay 823 comercios y servicios.
¿Limpieza social o Gentrificación?
Para que pudiera existir Nuevo Polanco fue necesario que los capitales privados, en colaboración con las autoridades realizaran una especie de proceso de “limpieza social” o al menos de “gentrificación”.
El término “limpieza social” se refiere concretamente a la eliminación de los elementos sociales “indeseables” en una colonia, una zona o un barrio y ha sido utilizado sobre todo para sacar de un lugar a indigentes o pandillas. Se trata de un concepto fuerte, por lo que quizá la mayoría de los investigadores no lo usan en el caso de Nuevo Polanco.
Pero lo que sí ha sucedido en esa zona es un proceso de gentrificación. Según el diccionario de Wikipedia, este término significa “proceso de renovación de un área urbana degradada haciéndola más atractiva para clases medias y altas, produciendo una expulsión de los residentes originales”. De acuerdo con la Fundación BBVA: “Gentrificación es una adaptación adecuada al español del término inglés gentrification, con el que se alude al proceso mediante el cual la población original de un sector o barrio, generalmente céntrico y popular, es progresivamente desplazada por otra de un nivel adquisitivo mayor”.
Esto significa que la mayor parte de los habitantes originales han tenido que emigrar (cuando estudié –hace más de 50 años- en la Secundaria 66 en Polanco, muchos de mis compañeros eran precisamente de la colonia Granada y seguramente han tenido que abandonar su vivienda por el proceso ocurrido en los últimos 10 años).
Otros, como lo expuso un estupendo reportaje de la BBC realizado hace unos meses, han decidido resistir. Concretamente las casi 100 familias que habitan las de 60 casas de la Cerrada de Andrómaco, una manzana ubicada a un costado del Museo Soumaya se han negado a vender sus propiedades. “La cerrada se enarbola así como una muestra de la desigualdad en la ciudad”, dice la antropóloga Adriana Aguayo en su trabajo de investigación.
Cuando la BBC entrevistó a los vecinos de esa cerrada, uno de ellos le decía “(las nuevas construcciones) nos robaron el sol” y otro señalaba que sus vecinos de los departamentos de lujo “se quejan de que cante un gallo”. A esto, un vecino me confesó: “ellos (los de los departamentos de lujo) no se dan cuenta del problema que nos han ocasionado con los embotellamientos que hay todos los días. Es más a veces no tenemos agua, pero a ellos no les falta”.
La investigadora Aguayo explica: “esta imagen moderna o cosmopolita -como enuncian los desarrolladores inmobiliarios en sus páginas publicitarias- ha involucrado, en el caso de Nuevo Polanco, una ruptura con el pasado. En contraste con lo que ha sucedido en otras partes del mundo donde pasivos urbanos industriales o portuarios fueron renovados, en Nuevo Polanco se ha hecho tabla rasa del pasado”.
Por lo pronto, los vecinos de la cerrada de Andrómaco, temen que los desarrolladores sigan presionándolos para que vendan sus propiedades y construir departamentos que ni el presidente de la República podría comprar. Dice el filósofo del metro: Andrómaco, el padre vivió hace dos mil años y creó un antídoto. Sus descendientes de hoy son el antídoto contra la avaricia inmobiliaria.
Tianguis
Interesante que, en Oaxaca, por primera vez, al iniciarse la Guelaguetza, representantes de grupos étnicos levantaron la voz para pedir un alto al plagio de diseños artesanales, principalmente textiles. Muy en línea con lo que publiqué en mi columna del pasado 16 de julio (https://almomento.mx/diario-