- Pide la IP más productividad laboral, no sólo otorgar mejores salarios
- Por Gerardo Flores Ledesma
RedFinanciera
El sector privado del país consideró que a pesar de los beneficios que nos pueden genera la relocalización, no hay perspectivas favorables en especial porque la evolución del mercado de trabajo no es alentadora, sino que se ha encarecido y la productividad ha bajado.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) aclaró que los mayores salarios deben ir de la mano con más productividad, porque de lo contrario implica un mayor costo unitario de la mano de obra y menor competitividad.
Se explica que la productividad media laboral del sector informal es apenas una cuarta parte de la del formal y que el producto promedio del trabajo se reduce cuando la ocupación aumenta y el capital no lo hace.
El organismo empresarial recordó que en 2024 las expectativas de crecimiento de la economía se ajustaron a la baja y que enero y diciembre bajaron de un avance de 2.4% a uno de 1.5%, mientras que para este año el pronóstico se ajustó de un avance de 2.0% a 1.2%.
Por esa razón se puede afirmar que el efecto del proceso de relocalización o nearshoring no refleja un rango positivo, sino que hay una creciente cautela de la inversión como consecuencia de un débil estado de derecho, crecientes niveles de inseguridad y delincuencia y falta de políticas públicas que estimulen la inversión.
La iniciativa privada advierte que hay muchos retos, entre los que sobresalen la urgencia de tener un mercado laboral eficiente, que permita la absorción ágil al empleo formal y con la productividad adecuada.
El CEESP indica que, con base en cifras del INEGI, en el último sexenio, la población en edad de trabajar aumentó en 9.6 millones, en tanto que la población económicamente activa (PEA), o participación laboral, lo hizo en 6.2 millones. Así, la afiliación al IMSS o empleo formal, creció en 2.6 millones y la informalidad en 2.5 millones.
Resalta que “la evolución del mercado de trabajo desde 2019 a la fecha no ha sido alentadora. El trabajo se ha encarecido y la productividad cae. Los salarios han subido de manera pronunciada desde el 2019. El mínimo lo ha hecho en 215.5%, 134.7% en términos reales. Por su parte el salario base de cotización al IMSS es 24% mayor al de 2018 a precios constantes.
Y concluye: “No hay duda de que los incrementos salariales son una buena noticia para los trabajadores y en cierta forma para la sociedad en general. Pero lo correcto es que se acompañen con mayor productividad. Si no es así, los aumentos implican un mayor costo unitario de la mano de obra y una pérdida de competitividad de la planta productiva que a la postre pueden ser insostenibles”.