Covid-19 impulsa nueva alimentación en familias

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  • Cuidados que van del “baby clean”, hasta la selección de alimentos para reforzar las defensas

RedFinancieraMX

Durante el embarazo o el nacimiento de un bebé es común escuchar a familiares o amigos sobre el cuidado que deben tener para un sano crecimiento y desarrollo, de hecho, con la pandemia del Covid-19, la perspectiva ha cambiado radicalmente: hablamos de la nueva familia y sus prioridades.

Especialistas mencionan que, ahora, el enfoque de las familias que tienen niños pequeños se centra en un cambio de hábitos que van desde el cuidado (baby clean), hasta la selección de alimentos para reforzar las defensas.

Con la nueva familia, los nutrientes juegan un papel importante de ahí que, al tomar decisiones de alimentación para sus hijos, buscan acceder a las mejores opciones. Por ejemplo la leche.

“En la etapa de crecimiento, es crucial que las proteínas sean las de mayor calidad y cantidad que favorezcan el desarrollo adecuado del bebé. La principal proteína de la leche humana es alfa lactoalbúmina, que aporta crecimiento saludable, bienestar digestivo e inmunidad en todas las etapas”, comentó Tania Aboites, especialista de Sanulac Nutrición México.

Mencionó que pueden ayudar a complementar una lactancia materna en condiciones especiales a partir de los 12 meses, es por eso que los padres deben acudir con su pediatra, para que les ayude a elegir la mejor opción para su bebé y asegurarse de cubrir todas sus necesidades nutricionales.

Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que son pocos los niños que reciben alimentación complementaria segura y adecuada desde el punto de vista nutricional; en muchos países, menos de un cuarto de los niños de hasta 23 meses cumplen los criterios de diversidad de la dieta y frecuencia de las comidas apropiados para su edad.

Por ello, es necesario que las mamás adopten, de acuerdo a las recomendaciones del pediatra, un sistema de alimentación como es Alula, que permite mantener la continuidad y el dinamismo que requiere el bebé, en los primeros tres años de vida. Lo anterior porque su composición proteica cambia en cada etapa.