Consultoría empresarial

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  • Cerrar la brecha digital en los servicios financieros
  • Por Julio César Briseño Cruz, CEO de Cénit

RedFinancieraMX

La pandemia COVID-19 revolucionó la forma en que operan las empresas de servicios financieros (SF) y aceleró la transformación digital más allá de todas las predicciones.

A nivel mundial, la industria de SF representa alrededor de 22 billones de dólares de ingresos y se espera que ascienda. Actualmente, el sector emplea a más de 6.3 millones de personas sólo en Estados Unidos, pero según el informe Future of Work 2020, publicado por el Foro Económico Mundial, uno de cada cinco puestos de trabajo en el sector corre el riesgo de desaparecer y casi el 50% de ellos cambiará.

Así, las empresas de SF necesitan mejorar radicalmente sus habilidades internas, pues sólo el 17% de las compañías reconoce que su organización hizo progresos significativos como la mejora del conocimiento de la tecnología por parte de sus trabajadores.

Ahora, La rápida evolución de la tecnología, las restricciones regulatorias y la presión para alcanzar objetivos financieros a corto plazo, representan los principales obstáculos para que las empresas inviertan en capacitación para sus colaboradores.

 Al mismo tiempo, algunas empresas se rehúsan a invertir en iniciativas de formación a medida que aumenta el valor de mercado de su personal: los colaboradores se van y se llevan consigo su perfil de habilidades mejoradas. Estos programas son costosos y tienen un ROI incierto en el corto plazo.

Pese a esto, el número de transacciones digitales se disparó en el último año. Pero las empresas deben transformarse hoy para asegurar un futuro para mañana.

Sin embargo, el desafío de aumentar la cualificación de tantas personas es tan significativo que es posible que las empresas no puedan resolverlo al trabajar de forma independiente. Aunque muchas lo iniciaron, esta actuación “solitaria” puede ser demasiada lenta, arriesgarse a dejar atrás a las pequeñas empresas. Corresponde entonces,  a las asociaciones y grupos comerciales de toda la industria, crear la base adecuada para ayudar a todas las empresas de un país a cerrar la brecha de competencias, lo que conduce a un progreso más rápido a nivel sectorial.

En países como Singapur, Luxemburgo y Australia, los gobiernos y los organismos de la industria intervienen ya  para crear plataformas de competencias y ofrecen un modelo de cómo otros países pueden tomar medidas similares.

El desafío de aumentar la cualificación de tantas personas es tan significativo, en algunos casos, que las empresas pueden no ser capaces de resolverlo al trabajar de forma independiente.

Existen tres medidas para ayudar a que el SF se desarrolle plenamente y abrace la digitalización:

Colaborar. Ante el desafío al que se enfrentan las instituciones de servicios financieros de aumentar la cualificación y la reskill de su personal,  la mayoría de las empresas asume que no se puede resolver sola. Requiere la colaboración con instituciones gubernamentales, universitarias, organizacionales de sus pares y otras industrias. Se requiere sumar apoyar el aumento de la cualificación y la rescalización del talento de los servicios financieros.

Basarse en datos: Comprender profundamente los datos debe ser  una tarea integrada de la jornada laboral y generar nuevos modelos para el aprendizaje acelerado. Esto es crucial para cerrar las brechas de habilidades.

Correlacionar reskilling, productividad y automatización: Para que los programas sean autofinanciados, gobiernos e instituciones del SF pueden vincular iniciativas de reskilling con la creación de empleo y  productividad.

Dada la importancia de la industria en las economías nacionales, los gobiernos deben trabajar con la industria de los SF para encontrar soluciones a largo plazo para aumentar la cualificación y la reskilling para reducir la brecha de competencias.