Centro Histórico

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  • En el México actual: criticar las mañaneras de AMLO es casi un pecado mortal
  • PRD: de promesa política a escombros en sólo treinta años
  • ¿Sigue el espionaje oficial en México? Pegasus continúa en la mira
  •  Se están comprando armas de ciberguerra: investigador
  • Por Crescencio Cárdenas Ayllón

RedFinancieraMX

Qué bueno que el estreno de la película  “El complot Mongol” despertó el interés para traer nuevamente el tema del espionaje oficial del gobierno hacia los ciudadanos con gafete de enemigos o por lo menos críticos del sistema, actualmente se les llama fifis y el espionaje sigue presente y si agarran parejo ahora en nuestro país, pero en todo caso es culpa de Pegasus un monstruo cibernético que aparentemente fue desaparecido del planeta, sin embargo se cree que revivieron al tal Pegasus o realmente Pegasus nunca murió y siguen operando con ese sistema espiatorio algunos funcionarios o afines al gobierno actual.

Es pues muy claro que además de la función epiatoria de ese Pegasus se puede ver la prontitud y precisión con la que el gobierno del Presidente López obrador pretende ataja a quienes critican su acciones de gobierno y saturan las redes con respuestas a aquellos y aquellas que se lanza contra las autoridades o critican toda tipo de obras que el prende el gobierno de la Cuarta Transformación (y no como dice el que esto escribe más pareces una Transportación a la cuarta Dimensión).

Si se debe aclarar cualquier punto de donde haya surgido la duda o la sospecha de una duda para que continué sin tropiezos el “me canso ganso” pero a mano limpia como dicen mi pueblo. En fin que el actual gobierno debe aclarar si se desmanteló sistema de espionaje o sigue vigente con autorización oficial.

Por otra parte se aplica el dicho de que “quien mucho habla mucho se equivoca” y si habla de temas diversos debe esperarse que no todos los que escuchan están de acuerdo y también reaccionan y hablan, comentan, se expresan en los medios de comunicación y generan polémicas en las redes sociales. Esto es lo que sucede hoy en México a partir de que con su estilo personal de gobernar el presidente Andrés Manuel López Obrador inició con sus conferencias de prensa matutinas de la mañana bautizadas regionalmente como “mañaneras”.

Se dice pues que las conferencias de prensa de López Obrador son vistas y escuchadas por diversos públicos que de inmediato o en el transcurso del día, expresan su acuerdo con lo dicho por el presidente, manifiestan su extrañeza o fijan su posición en contra y todo parte de la estructura y contenidos del ejercicio diario que, por razones obvias, debe ser preparado por los colaboradores cercanos del mandatario.

Sin falta ni dilación a las siete de la mañana de lunes a viernes, el presidente López Obrador sale al escenario y empieza su actuación frente a los reporteros de los medios de comunicación y todos los días hace la “hazaña” de fijar la agenda que llama la atención de sus críticos y los líderes de los grupos de interés que, con incertidumbre, esperan la “ocurrencia”, la expresión polémica, la descalificación a algún “adversario” o la participación fuera de lugar de algún “invitado especial”.

En la conferencia de prensa mañanera del 9 de mayo uno de los reporteros asistentes cedió el micrófono al diputado de Perú, Ricardo Belmont Cassinelli, empresario y exalcalde de Lima, Perú, quien aduló al presidente y calificó de nazis a los participantes en la manifestación del silencio que se había expresado en diversas ciudades del país días antes. Los comentarios de este tipo de “invitados de alguien” conllevan el riesgo de dar espacio en el informativo presidencial a opiniones ligeras de personajes extraños a nuestra realidad, que pueden comprometer al Estado

En esa misma ocasión la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, en su turno de la conferencia matutina, dijo que el presidente de Argentina, Mauricio Macri, era el culpable de la crisis macroeconómica que afecta a ese país, con lo que la política de no intervención en los asuntos de otros Estados, en la que ha insistido el presidente López Obrador, se fue a la basura y en caso de que haya un reclamo del gobierno argentino, el canciller Marcelo Ebrard tendrá que dar la cara.

Ahora que a pesar de que el actual gobierno ha mostrado voluntad política para reiniciar los trabajos de la Alianza para el Gobierno Abierto (AGA) e investigar el caso de espionaje cometido en 2016 contra activistas, luchadores sociales y periodistas mediante el software Pegasus, la desinstalación de dicho programa y la capacidad actual de vigilancia del Estado mexicano siguen siendo un tema no aclarado.

Así lo afirmó Juan Manuel Casanueva, director de la organización civil Social TIC, quien señaló que hasta el momento no se han dado a conocer evidencias de que la mencionada herramienta cibernética haya sido utilizada alguna vez para espiar legalmente a organizaciones criminales, como parte de una investigación de las autoridades.

El tema de la adquisición y uso de Pegasus no sólo sigue siendo algo muy secreto, sino que también los precedentes son muy contradictorios. La Procuraduría General de la República, antes de ser fiscalía, dijo que ya había quedado inutilizado, pero no hay rastros tecnológicos de la instalación ni de la desinstalación, cuando debería haberlos, señaló el activista. Casanueva indicó que hasta la fecha sigue siendo una incógnita cuáles son las capacidades de vigilancia que se tenían en gobiernos anteriores y se tienen hoy.

Con la aprobación de la Guardia Nacional debemos preguntarnos si esta nueva corporación hará labores de inteligencia, qué capacidades tiene y cómo las van a usar, y si lo harán de forma adecuada, puntualizó el investigador, quien participa en los trabajos para conformar el cuarto plan de acción nacional de la AGA.

“En la anterior administración y en la actual ha habido tardanza para explicarnos estos temas, desde la compra y el uso interno del programa, de lo cual debería haber evidencia. Las autoridades del país no han respondido si la intervención de comunicaciones ha dado resultados o ha sido un elemento para una investigación criminal. “El gobierno de México está realizando compras grandes de armas de ciberguerra, pero debería tener controles, como los tiene para las armas de fuego”, resaltó Casanueva.

Los temas de las conferencias de prensa suelen ser repetitivos y predecibles, como el caso de la Reforma Educativa que fue comentado por días y de la que con detalle no se sabe que tan diferente es de la “mal llamada reforma educativa” de Peña Nieto. Lo que sí se sabe es que no dejó satisfecha a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que ya amenazó con seguir con su oposición. También sabemos que al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), como en sus mejores tiempos al servicio del presidencialismo, ya declaró que está de acuerdo con la reforma educativa de López Obrador. En esta línea Elba Esther Gordillo no se equivocó para regresar al liderazgo del Sindicato de maestros. Desde luego que el espacio informativo del presidente López Obrador comunica novedades, pero también sirve para dar sorpresas como la construcción de la refinería de Dos Bocas que le fue encargada a Pemex y a la secretaria de Energía que tendrán que cumplir el “reto-capricho” del presidente de hacerlo con ocho mil millones y en tres años. Ya veremos.

En más de las conferencias mañaneras de AMLO se hacen promesas que conviene tener presentes, como esa que recientemente hizo de no hacer ninguna obra que no se termine en su sexenio, que podría indicar que, para cumplir la promesa, las obras que hará este gobierno, conforme avance el sexenio, serán más pequeñas y el día para poner el último ladrillo será el 30 de noviembre de 2024. Ya veremos.

Las redes sociales participan activamente a partir de lo que escuchan en las conferencias de prensa de AMLO, si algún ciudadano se expresa a favor es secundado por otros que se unen a su punto de vista. Si algún ciudadano manifiesta su desacuerdo es posible que los ataques en su contra se expresen adjudicándole todo tipo adjetivos.

En las redes sociales militan muchos de los “seguidores” de AMLO que se ponen “rabiosos” cuando llega a expresarse un juicio en su contra. La reacción es visceral, numerosa y repetitiva, lo que estaría indicando que “alguien” le da cuerda a los robots para que reaccionen y linchen al opositor, adversario, fifí o neoliberal. Claro, como dice Ya Sabes Quien, “con mucho respeto”. Es la disuasión a través de las redes en los primeros días de la Cuarta Transformación, después podría ser peor.

¿Las exequias del PRD a la vita? Música luctuosa para animar al PRD al que vaticinan su fallecimiento obligado…Tres décadas después de nacer como la gran esperanza de la izquierda mexicana de finales del siglo XX, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se debate hoy en una disyuntiva atroz: escribe su epitafio o se queda en mera presencia testimonial en la escena política del país. Hoy carece de registro en la tercera parte de los estados. En su apuesta suicida por el candidato presidencial Ricardo Anaya (2018) consiguió sólo un millón 600 mil votos. Además, multimillonarias multas y deudas penden como otro clavo en su ataúd.

El PRD es hoy oposición de quien alguna vez fue su dirigente y dos veces candidato presidencial: Andrés Manuel López Obrador.

Modificados a lo largo de los años sus principios, estatutos y hasta programa de gobierno en aras del pragmatismo electoral, los actuales líderes del PRD llevarán hoy a la ceremonia del 30 aniversario, la oferta de su frágil registro a las agrupaciones y membretes que no alcancen a cubrir los requisitos del Instituto Nacional Electoral (INE) para convertirse en partidos políticos. Será una oferta por la cual el PRD estaría incluso dispuesto a cambiar de nombre.

Lejos de la consolidación soñada por sus iniciadores para cuando ­alcanzara su mayoría de edad como opción política, múltiples razones explican la catástrofe perredista: la salida de sus filas de la mayoría de sus líderes fundadores, el éxodo de mi­litantes tras la defección de López Obrador en 2013, las eternas pugnas entre sus dirigentes, corrientes y los señalamientos de corrupción hacia algunos de sus prominentes militantes cuando ocuparon cargos públicos…

Hay también análisis que ubican la aceleración de su declive en 2012: el respaldo al proyecto reformador de Enrique Peña Nieto a través del Pacto por México. Ante esto, hoy el PRD tiene muy poco qué presumir en cuanto a puestos de elección popular: un solo gobernador (Silvano Aureoles, en Michoacán, quien apoyó al aspirante presidencial del PRI en 2018), 11 diputados federales y cinco senadores.

En la escena local las cosas no son mejores: carece de registro en Nuevo León, Tamaulipas, Colima, Yucatán, Aguascalientes, Coahuila, Durango, Chihuahua, Sinaloa y Quintana Roo. Esta última entidad representa una paradoja cruel, porque el PRD apoyó al actual gobernador, Carlos Joaquín González. En los congresos estatales sólo alcanza 62 diputados locales en todo el país: en ocho no tiene un solo representante y en otros nueve, nada más uno. Gobierna apenas 10 por ciento de los ayuntamientos (263).

En materia financiera está quebrado. Sus prerrogativas oficiales para este año se redujeron a la mitad; recibirá 389.5 millones de pesos. A cambio debe encarar 36 millones 347 mil 949 pesos de multas en firme, más otros 54 millones aprobadas por la autoridad electoral en febrero que aún puede impugnar. Recién liquidó una multa de 83 millones que arrastraba desde los comicios de 2012.

Ante la debacle de 2018, el partido terminó su relación laboral con 175 de sus 193 empleados sindicalizados. Recontrató a varios con régimen laboral distinto, pero muchos interpusieron querella ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje. Igual sucede con el personal de confianza. El recorte fue proporcional a la compactación de su máximo órgano directivo, que pasó de 25 secretarías a sólo cinco integrantes en la llamada Dirección Nacional Extraordinaria.

Al mismo tiempo, el PRD debe hacerse cargo de los gastos de las entidades donde perdió el registro como partido. Debe al fisco 284 ­millones 855 mil pesos. Tiene cuentas por pagar por 23 millones y más de 25 millones de cuentas por cobrar.

Precisamente por sus problemas financieros, y aunque sus líderes se dicen optimistas de poder solventarlos, el partido evalúa dejar su hoy semivacía y rentada sede nacional de la calle Benjamín Franklin y regresar al histórico y mucho más pequeño edificio de Monterrey 50.

Quién lo dijera de ese partido del sol azteca que, orgulloso y casi sin contrapesos, gobernó por 21 años la capital del país (1997-2018), el que se quedó en el umbral de la Presidencia de la República en 2006. En ese año, las cifras oficiales dieron ganador a Felipe Calderón Hinojosa, sólo con 62 décimas de punto (243 mil 934 votos) sobre Andrés Manuel López Obrador.

En su mejor etapa, entre 2006-12, el PRD llegó a gobernar con candidatos propios, Baja California Sur, Zacatecas, Tlaxcala, Morelos, Chiapas, Michoacán y Tabasco.

También, y en diferentes momentos y variados resultados en el reparto de posiciones e incidencia en la gestión gubernamental, se acreditó a los candidatos ganadores a los gobiernos de Guerrero, Oaxaca y Sinaloa. Son así 30 años ya desde la construcción de un proyecto que concitó grandes expectativas y al que hoy muy pocos además de sus líderes, le conceden posibilidades de sobrevivir

Pegasus continúa en la mira. El actual gobierno debe aclarar si se desmanteló sistema de espionaje

Se están comprando armas de ciberguerra: investigador. Fernando Camacho Servín. Aunque el actual gobierno ha mostrado voluntad política para reiniciar los trabajos de la Alianza para el Gobierno Abierto (AGA) e investigar el caso de espionaje cometido en 2016 contra activistas, luchadores sociales y periodistas mediante el software Pegasus, la desinstalación de dicho programa y la capacidad actual de vigilancia del Estado mexicano siguen siendo un tema no aclarado.

Así lo afirmó Juan Manuel Casanueva, director de la organización civil Social TIC, quien señaló que hasta el momento no se han dado a conocer evidencias de que la mencionada herramienta cibernética haya sido utilizada alguna vez para espiar legalmente a organizaciones criminales, como parte de una investigación de las autoridades.

El tema de la adquisición y uso de Pegasus no sólo sigue siendo algo muy secreto, sino que también los precedentes son muy contradictorios. La Procuraduría General de la República, antes de ser fiscalía, dijo que ya había quedado inutilizado, pero no hay rastros tecnológicos de la instalación ni de la desinstalación, cuando debería haberlos, señaló el activista.

Casanueva indicó que hasta la fecha sigue siendo una incógnita cuáles son las capacidades de vigilancia que se tenían en gobiernos anteriores y se tienen hoy. Con la aprobación de la Guardia Nacional debemos preguntarnos si esta nueva corporación hará labores de inteligencia, qué capacidades tiene y cómo las van a usar, y si lo harán de forma adecuada, puntualizó el investigador, quien participa en los trabajos para conformar el cuarto plan de acción nacional de la AGA.

“En la anterior administración y en la actual ha habido tardanza para explicarnos estos temas, desde la compra y el uso interno del programa, de lo cual debería haber evidencia. Las autoridades del país no han respondido si la intervención de comunicaciones ha dado resultados o ha sido un elemento para una investigación criminal.

“El gobierno de México está realizando compras grandes de armas de ciberguerra, pero debería tener controles, como los tiene para las armas de fuego”, resaltó Casanueva.

Por lo demás, creo que todos estamos bien.