Centro Histórico

0
53
  • Aguililla en llamas. Las armas del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación
  • La violencia provocada por carteles crece en varios estados del país
  • Dos Papas, el mismo hospital y estilos diferentes de privacidad médica
  • Por Crescencio Cárdenas Ayllón

RedFinancieraMX

Quieren sentir que la piel se eriza y los gestos de sorpresa sorprenden a cada minuto pues o necesita ir al cine o ver cualquier programa de televisión porque ahora los noticieros están plagados de información de los aconteceres violentos que se registran en la mayor parte del país y son retransmitidos a cada minuto, cada hora y cada día porque la violencia se ha enseñoreado en los últimos días con mayor fuerza que nunca a pesar de las negativas oficiales de que todo está bien y en calma.

De verdad que es sorprendente la forma en que se han desatado los hechos violentos y sangrientos de todo tipo en el país a lo que desgraciadamente se suman los estragos que las tormentas han azotado a muchos pueblos y ciudades trayendo consigo daños severos a viviendas y patrimonio de miles de personas que impunemente ver como la naturaleza les despoja de lo que tanto esfuerzo y trabajo costaron obtenerlos.

Y sí, la situación de la violencia ocupa uno de los primeros lugares en las actividades de los grupos delincuenciales y de inconformes con las autoridades por la falta de atención y seguridad para la tranquilidad a que tienen derecho las familias, como es el caso de Michoacán entre otros, en el que el gobernante que va de salida y que nunca debió haber llegado Silvano Aureoles Conejo dio la espalda a quienes reclamaban apoyos de seguridad para evitar el vandalismo de grupos de mafiosos que solo buscan ventajas personales y control de plazas importantes para llevar adelante sus ilícitos negocios con apoyo del terror que siembran entre la población.

Es un hecho innegable que a pesar de los llamados de auxilio que han lanzado los pobladores de Aguililla y otros cercanos a las autoridades federales, estatales y municipales para que acudan n su auxilio pero se encuentran con oídos sordos a esas demandas y los conflictos se agudizan porque ninguna de las tres instancias de gobierno ni el Ejército, ni tiene la Guardia Civil tienen los tamaños para soluciona las situaciones desastrosas que viven los michoacanos.

Cuando el Papa Juan Pablo II fue ingresado en el hospital Gemelli de Roma el 12 de julio de 1992, él mismo avisó la situación al mundo unas horas antes durante su discurso dominical habitual en la Plaza de San Pedro. “Me gustaría contarles un secreto”, dijo antes de revelar que ingresaría al hospital esa noche. A su salida del Vaticano, las multitudes se alinearon durante la ruta de su caravana y su llegada a la entrada principal del hospital en un Mercedes convertible negro fue transmitida por televisión.

Cuando el Papa Francisco ingresó al mismo hospital el domingo pasado, el Vaticano lo anunció en un comunicado de dos párrafos después de que llegó en un auto pequeño, fue ingresado y ya se estaba preparando para una cirugía de colon.

Los episodios muestran las diferencias en los estilos de ambos papas para tratar la salud, la privacidad y la comunicación. Desde que Francisco ingresó al hospital el domingo, el Vaticano ha emitido cinco comunicados muy breves con información esencial.

El comunicado del miércoles dijo que su recuperación es “normal y satisfactoria”, que está comiendo con regularidad, ya no recibe medicamentos por vía intravenosa y que una biopsia confirmó que sufría de una “estenosis diverticular severa”, o un estrechamiento del colon.

Cuando Juan Pablo estuvo en el mismo hospital -casi 10 veces en sus 27 años como pontífice-, fueron los médicos quienes emitieron boletines médicos detallados. Políticos y otras personas se presentaron en el hospital, incluso a pesar de que no pudieran ver a Juan Pablo. Fueron recibidos por su secretario u otro funcionario vaticano, firmado en un libro de visitas y grabados por las cámaras de televisión.

Se cree que las orientaciones para tener una estadía en el hospital de bajo perfil y una declaración médica menos detallada provienen directamente de Francisco, quien tiene un mayor celo de su privacidad que Juan Pablo.

“Cada persona famosa, incluido un Papa, es diferente”, dijo una persona que se ocupa de las comunicaciones en una importante institución médica en Italia y pidió mantenerse en el anonimato.

“Los hospitales están en un aprieto cuando tratan con personas famosas, porque existen estrictas leyes de privacidad, pero el público quiere información. Por lo general, es el paciente quien decide cuánto revelar”.

El miércoles temprano en el Gemelli había solo dos equipos de televisión y un puñado de fotógrafos relegados a un estacionamiento y sin acceso al vestíbulo. Durante algunas de las estancias de Juan Pablo, el vestíbulo se convirtió en un torbellino de medios, con reporteros de TV tratando de obtener citas de médicos, pacientes y visitantes.

El vestíbulo estaba lleno de gente, pero no había nada que indicara que había un paciente VIP en el décimo piso del enorme hospital, dirigido por católicos. La parte de ese piso está reservada permanentemente para los Papas y tiene su propia unidad de cuidados intensivos.

Juan Pablo, quien se convirtió en Papa a los 58 años en un buen estado de forma, tuvo numerosos problemas de salud durante su pontificado, comenzando con las secuelas del disparo que recibió en el abdomen durante un intento de asesinato el 13 de mayo de 1981 en la Plaza de San Pedro.

Durante una hospitalización en 1992 le extirparon un tumor intestinal. Más tarde se dislocó un hombro, sufrió una fractura de fémur, sufrió enfermedad de Parkinson grave y necesitó una traqueotomía para ayudarlo a respirar semanas antes de morir en 2005.

Sufrió mucho y en público e, incluso, escribió un documento sobre cómo el sufrimiento puede traer beneficios espirituales. No obstante, Francisco dijo una vez a un periodista que en caso de un intento de asesinato quería una muerte rápida porque le teme al dolor.

Hace unos días, la agencia Cuartoscuro dio a conocer una serie de imágenes de integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) —una de las organizaciones criminales más poderosas en México—en la que mostraban su armamento y equipo.

La sesión fotográfica se realizó en el municipio de Aguililla, Michoacán, que ha estado bajo el asedio de este grupo criminal en los últimos años y que es el lugar de nacimiento del líder del CJNG, Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como el Mencho.

En las fotografías publicadas por Cuartoscuro, los presuntos sicarios del CJNG se hacen llamar miembros de las Fuerzas Especiales Mencho, en honor al líder de la banda. Pero, ¿quién es este personaje tan admirado por sus leales pistoleros y buscado por las autoridades?

A continuación te dejamos algunos datos que debes saber sobre este temido criminal: Oseguera Cervantes incursionó en el crimen organizado en su adolescencia como cuidador de los plantíos de aguacates ubicados en La Aguililla y que pertenecían al Cártel del Milenio. Posteriormente se volvió traficante de marihuana dentro de esta misma banda.

En 1986, emigró a Estados Unidos y siguió su carrera criminal en San Francisco, California. En ese año, fue arrestado por intentar vender heroína a un par de policías encubiertos. En 1992, las autoridades estadounidenses deportaron al Mencho a México. Oseguera Cervantes se enlistó en la policía de Tomatlán, Jalisco y fue ahí donde nuevamente tuvo contacto con el Cártel de Milenio. Asimismo, conoció por primera ocasión al Cártel de Sinaloa, al brindar protección a Ignacio Coronel.

El Mencho tuvo un rol más importante en el Cártel de Milenio y llegó a ser una de las cabecillas de este grupo. En 2010, Oseguera Cervantes y Abigail González Valencia, su cuñado, deciden separarse y crean el CJNG.

En agosto de 2012, Oseguera Cervantes fue detenido por la Secretaría de Marina, pero recuperó su libertad un par de horas más tarde ante la violenta reacción de sus sicarios. De acuerdo a El Universal, su liberación fue negociada por el entonces gobernador de Jalisco, Emilio González, y el gobierno federal que encabezaba Felipe Calderón.

El Mencho es considerado uno de los criminales más sanguinarios en territorio mexicano, por su constante uso de la violencia. En 2011, ordenó la ejecución en Veracruz de 35 personas vinculadas al cártel rival Los Zetas y en 2015 pidió derribar un helicóptero del ejército mexicano.

Actualmente, la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) ofrece una recompensa de US$ 10 millones por información que lleve a su captura. De acuerdo al Departamento de Justicia de Estados Unidos, el CJNG es el más poderoso, mejor armado y más violento en México. Hasta este día, tiene presencia en prácticamente todos los estados del país y opera en 26 ciudades estadounidenses.

Por lo demás, creo que todos estamos bien.