Centro Ceremonial Otomí, el orgullo de Temoaya, Estado de México

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  • En la época prehispánica se utilizó para rituales sagrados
  • Parques, murales y columnas que tienen forma de serpientes entrelazadas, parte de su atractivo
  • Por Alejandra Pérez Bernal

RedFinanciera

Ubicado en Temoaya, Estado de México, y utilizado en la era prehispánica para rituales sagrados, se localiza el Centro Ceremonial Otomí.

Se trata de una superficie de 45 hectáreas, en donde, además de un majestuoso mural, se observan colosales columnas que tienen forma de serpientes entrelazadas.

Ese destino turístico, sin duda, es parte de un parque estatal que es hogar de venados cola blanca y que tiene presas y lagos.

El llamado “Parque Estatal Centro Ceremonial Otomí” fue inaugurado en 1980 como un espacio para las celebraciones religiosas del pueblo otomí y con la intención de fomentar el turismo en la región.

El sitio esta dividido en dos zonas principales: La Plaza del Coloso y la Plaza del Sagitario.

La primera da la bienvenida a los visitantes con un gigantesco mural hecho por el pintor y escultor Luis Aragón. Se trata de la obra Damishy, una representación del nahual del jaguar, realizado con piedras naturales de distintas tonalidades.

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Luego, tras caminar por los senderos empinados hacia la parte superior del centro se llega a la Plaza del Sagitario, en donde debemos poner mucha atención, porque los números y su complejidad entran en juego con la cosmogonía otomí.

Sobre el suelo resalta la figura de tres flamas que hacen alusión al cuerpo, espíritu y voluntad del pueblo otomí. 

En el segundo nivel, se pueden apreciar filas de 52 columnas que tienen forma de serpientes y representan los 52 años del ciclo del Calendario Azteca.

Más arriba, se encuentran 12 estructuras en forma de cono que simbolizan al caracol y que, a su vez, se relacionan con los meses del año.

En el recinto, hay un total de 365 escalones que simbolizan los días del año.

Los guardias del lugar están representados a través de 45 esculturas gigantes.

En el lado oeste del patio hay un espacio dotado con siete columnas que simbolizan las siete cavernas de donde surgieron las siete tribus nahuatlacas en el año 820. El número siete, por si fuera poco, también coincide los días de la semana.

Además, durante tu recorrido no deberás pasar de largo la escultura a Tata Jiade, el Dios Sol, cuya edificación semeja abstractamente a dicho astro.

A cada paso que des por este centro podrás admirar toda la belleza, creatividad y significado que hay en cada una de sus piezas.

Para descansar un poco y disfrutar de las áreas verdes, puedes hacer un picnic e incluso acampar. El clima regularmente es templado-frío, así que recuerda llevar un suéter o chamarra en tu visita.

 Al final del recorrido por el centro ceremonial, es recomendable visitar el pueblo de Temoaya y sus talleres de tapetes anudados a mano.

El lugar se ubica a una hora con 45 minutos de recorrido desde la Ciudad de México, y a una hora de la ciudad de Toluca.

Recuerda que en el Centro Ceremonial Otomí se filmaron escenas de la película de James Bond, “Licencia para Matar”​ y el vídeo musical “Limbo” del cantautor puertorriqueño Daddy Yankee.