- Como consecuencia de los recortes de la alcaldía de la ciudad
RedFinancieraMX
El desfile de las escuelas de samba de Río de Janeiro en el mítico Sambódromo –momento crucial del Carnaval en Brasil- vuelve a estar en peligro por la falta de fondos, como consecuencia de los recortes de la alcaldía de la ciudad.
El corte de 500 mil reales (unos 150 mil dólares) a las escuelas de samba amenaza la viabilidad de las fantasías y los carros alegóricos, en un clima de desentendimiento entre los representantes del Carnaval y el alcalde de la ciudad, Marcelo Crivella, considerado ultraconservador y opuesto al evento.
“Queremos un carnaval bonito y con calidad, como hacemos siempre. No hay plan B, por lo que no queremos pensar en no obtener recursos”, dijo Jorge Castanheira, presidente de la Liga Independiente de las Escuelas de Samba de Río de Janeiro (Liesa).
El año pasado el desfile ya estuvo marcado por el recorte de recursos, después de que el financiamiento municipal fue reducido en 50 por ciento, de 24 a 12 millones de reales (de 7.5 y 3.7 millones de dólares, respectivamente).
El desfile en el Sambódromo es el emblema del Carnaval de Río –uno de los más famosos del mundo-, y los organizadores aseguran que “el mayor evento a cielo abierto del mundo” genera miles de puestos de trabajo y negocios para la ciudad por valor de cientos de millones de dólares, sobre todo en turismo.
La docena de escuelas de samba del grupo especial que desfilan por el Sambódromo tienen miles de seguidores y se preparan todo un año para organizar sus presentaciones alegóricas, en las que gastan cientos de miles de dólares.
La mayoría de las escuelas cuenta con talleres propios para erigir y construir estructuras que implican el trabajo durante meses de ingenieros, soldadores y carpinteros, todo para preparar un desfile por el Sambódromo que dura poco más de una hora por escuela.
Los críticos señalan que las escuelas no divulgan el uso que dan al dinero ni detallan sus presupuestos, y desde hace décadas se critica la falta de transparencia de estas agremiaciones que no han sabido adaptar sus espectáculos para ser independientes de los fondos públicos.