Análisis a fondo

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  • Perversos agentes de la PGR
  • Impunemente, violan y torturan a mujeres
  • No se da ni un solo caso de ajuste legal
  • Por Francisco Gómez Maza

RedFinancieraMX

Verdaderas maldiciones padecen los pobres de los pobres; no los que tienen acceso al feisbuc, ni menos los que rondan sus penas por el Twiter, que de todo se quejan, y muchos sin siquiera saber lo que es andar en el fango, enlodarse los zapatos en las serranías, que huelen a hambre, de Chiapas o Oaxaca, por mencionar dos; entre los acahuales de lo que otrora fue selva y bosque; alimentándose de miseria y dolor, o en los barrios en donde la policía hace y deshace a su antojo y es socia de los grupos fácticos de la llamada delincuencia organizada, y con mucha frecuencia, no su cómplice sino su servidumbre, porque han de saber que hay grandes empresarios del crimen que tienen a su servicio a policías.

Indigna comentarles el hecho, documentado en la prensa nacional. de que agentes de la propia Procuraduría General de la República, que es la encargada de procurar justicia a la ciudadanía, ahora en nombre del presidente de la república, ejercen tortura sexual, violan y queman a mujeres detenidas por tal o cual motivo:

El centro de Derechos Humanos de los jesuitas, Agustín Pro Juárez, denominado CentroPro, acaba de presentar una denuncia periodística de que mujeres detenidas sufren tortura sexual, en base a un informe que documenta, entre más de un centenar. 29 casos en los que detectó encubrimiento o participación directa de agentes de la PGR, los cuales andan como pedro por su casa, en total impunidad. Ya lo habíamos dicho aquí_ La impunidad es la madre de toda la injusticia que han ejercido los gobiernos del PRI y del PAN y, ahora, el gobierno de Enrique Peña Nieto, a quien le queda una semana y saldrá libre de toda responsabilidad porque al otro que viene no le gusta ser vengativo. Qué cara dura el tabasqueño.

La organización “Mujeres con la frente en alto presentó un informe, en el Centro Pro, sobre la tortura sexual en México y la respuesta del Estado”, en el que presenta un panorama de esta problemática en el país.  En los últimos cuatro años han tenido conocimiento de más de 110 casos de mujeres sujetas a procesos penales, que dijeron haber sobrevivido a diversas formas de tortura sexual. Para el informe retomaron la historia de 29 de ellas, quienes fueron privadas de la libertad, al ser acusadas de haber cometido delitos que generan un alto rechazo social. Con base en sus testimonios, se confirmó que la tortura sexual es perpetrada con excesiva frecuencia por fuerzas de seguridad civiles y castrenses. Tras el operativo en Atenco en 2006, mujeres denunciaron que fueron violadas por policías. “Instancias académicas y organizaciones de la sociedad civil han evidenciado que la recurrencia de la tortura sexual en mujeres es hasta cuatro veces mayor que en hombres; que ocurre sobre todo en los casos de mujeres detenidas y que es susceptible de ser cometida por las fuerzas de seguridad civiles o castrenses de los diferentes niveles de gobierno a lo largo de todo el país”, advirtió el Centro Prodh.

De acuerdo con la investigación, en 27 de los crímenes se utilizó la figura de la agravancia para justificar la detención, sin un soporte probatorio. Las mujeres no fueron puestas a disposición de la autoridad de manera inmediata, las retenciones de mantuvieron entre seis y 72 horas. “En todos los casos documentamos encubrimiento o participación directa de agentes del Ministerio Público de la PGR, principalmente de SEIDO, respecto de los actos de detención arbitraria, retención prolongada e injustificada y tortura sexual”, afirmó el Centro Prodh en el informe.

Y en ningún caso hay indicios de que se iniciara una investigación inmediata por el delito de tortura, a pesar de que las autoridades tenían conocimiento de los hechos. Además, alertó que estos crímenes permanecen en la impunidad, porque ninguno de los perpetradores ha sido responsabilizado. Las mujeres detenidas por participar en el crimen organizado o secuestro son algunas de las más estigmatizadas En el texto de 365 páginas del informe se muestra que, en 16 de los casos, hubo violación, 12 de éstas fueron tumultuarias, mientras que en otros 11 la víctima fue amenazada con ese acto. Dos de las mujeres fueron violadas frente a sus familiares y las que estaban embarazadas también fueron amagadas con interrumpir deliberadamente la gestación.

En 28 de 29 casos las mujeres sufrieron abuso sexual, mediante tocamientos,  o fueron obligadas a desnudarse frente a sus agresores, además de que varias fueron fotografiadas o grabadas. Asimismo, se registraron 10 actos de violencia dirigidos a zonas sexualizadas, en uno hubo mutilación genital, mientras que a las otras víctimas los agresores les aplicaron descargas eléctricas en vulva, vagina o pechos. La organización manifestó que las mujeres también sufrieron golpes, asfixia, cortaduras, quemaduras, descargas eléctricas en otras partes del cuerpo, privación sensorial o de movimiento, amenazas de desaparición y muerte, hubo simulacros de ejecución y fueron obligadas a presenciar la tortura o la ejecución de alguien más. analisisafondo@gmail.com