- ¿Torcidos humanos, o derechos?
- Los mexicanos son excluyentes
- Los de izquierda, sicut panistas
- Por Francisco Gómez Maza
RedFinancieraMX
En México se habla demasiado del respeto a los derechos humanos, pero todos los días se tuercen y se violenta. Se práctica aquel axioma que dice “Hágase la voluntad de Dios, pero en los bueyes de mi compadre”.
En este país muy pocos están conscientes del derecho de sus alteridades, llámense prójimo o hermanos, o padres, o amigos, o mujeres, o varones, o comunidades marginadas. México es uno de los países más excluyentes del mundo – y más racistas -, tanto que en los transportes públicos las más serias advertencias van en el sentido de la exclusión. Las mujeres y los varones son excluidos unos de otros por órdenes de la autoridad, por aquello del respeto de los sexos. Se excluye cuando debería educarse a los hombres a respetar a su madre, a su hermana, a su tía, a las mujeres de su alrededor y a las mujeres de su comunidad y las del mundo exterior. Y educar a las mujeres a respetar a los hombres.
Viene a cuento toda esta algarabía porque lo último que se respeta desde las clases dominantes son los derechos humanos. Ahora tenemos en la presidencia a un gobernante autocalificado de izquierda que, se supone, es un defensor nato de la dignidad de las personas, pero no ocurre mucho en ese sentido.
Por ejemplo, el Centro de Defensa de Derechos Humanos, Miguel Agustín Pro Juárez (CentroProDH), de la Compañía de Jesús, y cuanto defensor actúa en este campo, no se cansan de denunciar las violaciones de los derechos humanos, cometidas por funcionarios públicos o particulares que, inclusive, llegan al asesinato.
Decenas de organizaciones de la sociedad civil lamentaron los asesinatos de Homero Gómez González y de Raúl Hernández Romero, quienes habían denunciado en diferentes ocasiones la tala ilegal de los bosques hábitat de las mariposas Monarca en Michoacán.
El contexto y la complejidad de las violencias contra personas defensoras ambientales en México ha puesto al país como uno de los más peligrosos para el ejercicio de la defensa de derechos humanos. Las personas defensoras del medio ambiente no sólo enfrentan las consecuencias derivadas de la imposición de proyectos perjudiciales para las comunidades, sino también de la presencia de grupos del crimen organizado que explotan los recursos naturales de su comunidad. En ambos casos la impunidad persiste. Está situación de violencia y persecución en contra de estas personas defensoras se podría agravar a raíz de las recientes propuestas hechas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), en particular la de crear un cuerpo especializado de protección a ambientalistas con participación de la Guardia Nacional.
Y la violación de los derechos humanos de los migrantes, cuya bandera ha ondeado a sus 86 años de una vida muy fructífera el querido amigo, ahora diputado, Porfirio Muñoz Ledo, el único morenista que está cuestionando al presidente López Obrador por la violación del derecho que tiene todo el mundo, sin antecedentes penales, de circular por territorio nacional e inclusive otorgarles asilo y refugio. Y esto no está ocurriendo con los migrantes centroamericanos sobre quienes se ha ido violentamente la Guardia Nacional, cuando ésta fue creada para combatir y contener a la delincuencia de todo tipo, y no a los migrantes. Por cierto, bien por la iniciativa de reforma que, este martes, presentó Porfirio para regular la migración, de acuerdo con las leyes locales y los tratados internacionales, y respetar el derecho de circular por territorio nacional siempre y cuando no haya implicaciones criminales y penales. Por supuesto que varios o muchos diputados se adhirieron inmediatamente a la oferta del morenista, que no se irá de Morena porque no tiene por qué irse. Recibió por supuesto el apoyo de los diputados de la oposición, como Laura Angélica Rojas Hernández (PAN), presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara; Antonio Ortega (PRD), Lorena Villavicencio (Morena), Gerardo Fernández Noroña (PT) y de la bancada del MC, que son como 28. Ad ovum. Todo lo que cuestione al gobierno es celebrado por los panistas. Pero es que Porfirio no está cuestionando a López Obrador por ser presidente. Lo que hace es criticar la política equivocada en materia de migración.