- No debe ir más allá del 17 de mayo la inactividad o habrá consecuencias irreversibles
RedFinancieraMX
La paralización de la minería del país tiene ya un impacto negativo en las cadenas de suministro con Estados Unidos y Canadá, en las cuales México participa con materias primas y representa un elemento importante para la economía nacional, por lo cual la reactivación de ese sector en nuestro país no debe ir más allá del 17 de mayo o los daños económicos serán irreversibles.
Tajante, Ismael Leija Escalante, secretario general del Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Conexos, solicitó que el presidente Andrés Manuel López Obrador voltee a mirar a la minería, porque incluso en rubros, como el del carbón, en donde sí se permitió su operación, en medio de la pandemia del Coronavirus, las compras de ese mineral de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se realizan con empresas extranjeras, lo cual es inadmisible.
Consideró positivo el anuncio del primer mandatario, en el sentido de que algunas industrias, como la minería y la construcción, reanudarán actividades a partir del próximo día 17, debido al impacto que tiene la actividad minera en toda la economía, en especial en sectores como el automotriz, siderúrgico, construcción y energético, entre otros muchos.
“Ya no estamos tan tiempo para reactivar la minería en México, pero no es tarde para ello, porque mientras más nos retrasemos en reiniciar actividades, las consecuencias serán irreversibles”, advirtió.
El dirigente sindical de 14 mil obreros manifestó que, de prolongarse más allá del 17 de mayo la reactivación en la minería, los primeros afectados serán los trabajadores, porque dejan de percibir ingresos adicionales, como las primas dominicales y bonos y, posteriormente las empresas y el país en su conjunto.
Las empresas mineras de carbón, a las cuales sí se les permitió trabajar en la pandemia, demostraron que el sector sí puede laborar con medias de prevención y seguridad adecuadas, destacó.
Leija Escalante advirtió que, sin embargo, la CFE no ha reanudado sus compras de carbón, que fue la principal motivación para que esas mineras mantuvieran su operación, pero lo peor de ello es que el mineral para que continúen operando las carboeléctricas del país proviene de importaciones.
La falta de compras de carbón por parte de la CFE es un problema desde 2018, con el inicio del nuevo Gobierno Federal, cuando la paraestatal suspendió los contratos que aseguraban la comercialización de 3 millones 300 mil toneladas del producto para realizar sólo compras esporádicas, lo cual puso en jaque a un sector, del cual dependen 30 mil familias directa o indirectamente.
“Es tiempo de que el presidente de la República voltee al norte del país, a Coahuila, en donde está la principal zona carbonífera, porque también somos mexicanos y en las operaciones de la CFE se está privilegiando a extranjeros”, aseguró.