- No es rescate, sino prevenir que muchas mueran por falta de mercado y de liquidez
- La recuperación en “V”, “W” o “U” dependerá del éxito de resolver los problemas de fondo
RedFinancieraMX
Agustín Carstens, director general del Banco de Pagos Internacionales (BIS), llamó urgentemente a canalizar crédito a las empresas de manera rápida porque de ello dependerá el éxito para resolver los problemas generado por la pandemia sanitaria y de que la recuperación de la economía sea en forma de “V”, “W” o “U”.
Expuso que así como se habla de una crisis de la mortalidad o curva de contagio en términos epidemiológicos, también debemos y podemos hablar de la curva de mortalidad de empresas y es importante prevenir que muchas de ellas mueran por falta de mercado pero también por falta de liquidez.
Cartens habló para la prensa mexicana, una vez que se presentó un documento del BIS, y apuntó que “apoyar financieramente a las empresas para evitar mortandad a causa de la crisis sanitaria no es rescate, sino una solución”.
Destacó que los países emergentes tienen retos adicionales, entre los que sobresalen el poco espacio o margen fiscal, por lo que es importante que tengan apoyo de la comunidad financiera internacional del FMI y BM para que puedan compensar parte de los capitales internacionales”.
Insistió en que con esa misma tesis es importante que los países emergentes canalicen crédito a las empresas de manera rápida, porque se debe evitar que mueran las empresas que pueden ser viables en época de crisis.
Y subrayó: “Creo que darle crédito no es rescate, es facilitar o puentar recursos y se hace en todo los países del mundo con éxito significativo”.
Destacó que no hay ninguna otra alternativa como contratar deuda y acumular programas de apoyo financiero, y que en el futuro muchas de estas medidas se tendrán que revertir, pero ” aquí lo importantes es la oportunidad de la respuesta, la cual debe ser inmensa e inmediata porque enfrentamos un choque muy grave desde la crisis de 1929 y es importante usar los instrumento que se tienen a disposición”.
Agustín Carstens indicó que “no sabemos cuál va a ser el fin de la pandemia y cómo se va a atenuar. Tenemos una crisis que no se generó por fenómenos económicos, sino por un problema de salud y el principal reto es terminar con la pandemia y una vez que haya una vacuna se podrá usar en el mundo y eso es lo que establecerá bases más solidad para el crecimiento para el futuro”.
Destacó que lo que se ha hecho en los primeros 4 meses del año fue atender las manifestaciones más inmediatas de la crisis como volatilidad en los mercados y apoyar canales crediticios y que lleguen a las familias y empresas pero todo con una perspectiva de que será un puente para una solución ante la epidemia”.
Matizó que si no hay solución al virus, las respuestas serán cuestionadas y endebles, y que la recuperación que se dice será en “V”, “W” o “U”, pero eso dependerá del éxito de resolver los problemas de fondo.
Bancos no quebrarán
Precisó en la entrevista que la banca no entrará en proceso de quiebra, porque está sólida y bien capitalizada desde las medidas que se adoptaron en 2008.
Sin embargo, en el documento del BIS se explica que los programas de aplazamiento de pago de créditos bancarios que se han instrumentado en diferentes jurisdicciones (incluido México) como una medida de apoyo ante los efectos de la pandemia del Covid-19, son indispensables para los consumidores y las empresas afectadas, pero también podrían aumentar los riesgos futuros para el sistema bancario.
En este sentido, el organismo considera que el diseño de estos programas, es crítico para equilibrar las necesidades a corto plazo de los beneficiarios, con consideraciones de estabilidad financiera a largo plazo.
“En particular, las implicaciones de estabilidad financiera de los programas de diferimiento de pagos, serán impulsadas por el grado en que los prestatarios podrán y estarán dispuestos a pagar sus obligaciones de deuda una vez que expiren los aplazamientos de pago, particularmente en ausencia de una garantía pública”.
El Banco de Pagos Internacionales subraya que los pagos diferidos no se perdonan y deben saldarse en el futuro, lo que aumenta los riesgos potenciales para el sistema bancario.
Destaca que si bien algunas características de los programas de aplazamiento de pago están diseñados para proporcionar alivio inmediato a los afectados, también pueden aumentar los riesgos de estabilidad financiera a más largo plazo.
Como ejemplo, menciona que una moratoria legislativa con criterios de elegibilidad flexibles, puede brindar un alivio máximo a corto plazo al tiempo que aumenta la exposición de los bancos al riesgo de crédito.
Por otro lado agrega que cuando las garantías públicas se usan en combinación con aplazamientos de pago legalmente obligatorios, la discreción reducida de los bancos para seleccionar prestatarios elegibles se ve al menos parcialmente compensada por la garantía del gobierno.
“Finalmente, la duración del periodo de gracia puede ser un factor de riesgo relevante, particularmente si se suspenden los pagos de capital e intereses. En esta situación, los saldos de los préstamos crecerán con el tiempo”.