- Se observa mucha inquietud entre los inversionistas
- Hay amplias posibilidades de alcanzar los 21 pesos por dólar
- Por Ricardo Jiménez
RedFinancieraMX
El surgimiento de un nuevo fantasma dentro del mercado de cambios generó inquietud entre los inversionistas tanto nacionales como extranjeros, tal es el caso de la Ley del Banco de México que se envió a la Cámara de Diputados en diciembre y se pospuso para febrero de este año.
En el momento de salir esta propuesta para su aprobación en la Cámara de Diputados, el tipo de cambio peso-dólar reaccionó con fuertes movimientos volátiles alcanzando cotizaciones cercanas a los 20.50 pesos por dólar, aunque una de enviar a febrero la aprobación de la Ley del Banco de México, las cotizaciones regresaron hacia niveles de los 19.80 pesos.
La Ley al Banco de México fue propuesta por Ricardo Monreal líder de la Cámara de Senadores hace dos años, esta Ley cuya intención al principio fue para reducir las altas tasas de interés y comisiones que estaban y siguen cobrando los bancos privados nacionales.
La mayoría de los inversionistas sobre todo extranjeros tienen la percepción que con esta nueva Ley podría afectar la autonomía del Banco de México, además, de que el gobierno pueda modificar las leyes para hacer uso de las reservas internacionales ante su necesidad de recursos monetarios.
En el mercado de cambios nacional cualquiera que sea la intención del gobierno de López Obrador, el tipo de cambio peso-dólar podría presentar fuertes movimientos volátiles con amplias posibilidades de alcanzar cotizaciones cercanas a los 21 pesos e inclusive operar por arriba ese nivel una vez que se intente aprobar la Ley del Banco de México.
El mercado comienza a descontar esa percepción, pues el peso mexicano había tocado una cotización mínima de este año de 19.50 pesos por dólar, sin embargo, al cierre de la semana previa, las cotizaciones finalizaron en un precio de 20.44 pesos por billete verde, observándose una depreciación acumulada de 2.55%, equivalente a una pérdida de 50.88 centavos.
La moneda mexicana también reaccionó negativamente a eventos internacionales, como a la percepción de riesgo global y la posibilidad de esperarse un freno en la economía mundial, la presión al alza en el rendimiento de los bonos del Tesoro, en el mercado secundario estadounidense, lo que elevó la demanda por dólares.
El peso mexicano no fue la excepción, existieron otras monedas emergentes que mostraron pérdidas sobre todo las de Latinoamérica, como el real brasileño que durante el presente año registra una depreciación de 4.8%, mientras el peso colombiano registra una contracción de 4.1% y el peso chileno reporta una disminución de 2.8%.
En el Mercado de Futuros de Chicago (CME) también los inversionistas extranjeros se encuentran un tanto nerviosos, pues los participantes del mercado siguen realizando operaciones a favor del dólar estadounidense, al observarse un monto de 24 millones de dólares con fecha de cierre del 26 de enero del año en curso.
En esta semana, los inversionistas estarán atentos a las intervenciones de los miembros de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, a decisiones de política monetaria de bancos centrales, principalmente el Banco Central Europeo (BCE) y a la reunión de monitoreo ministerial de la Organización de Países Exportadoras de Petróleo (OPEP) y aliados.
Además, los mercados recibirán las encuestas del sentimiento empresarial manufacturero de China, Estados Unidos y la Eurozona, mientras que la agenda económica en EU incluye reportes de empleo, balanza comercial, órdenes de fábricas y ventas minoristas.
En la Eurozona conoceremos el Producto Interno Bruto (PIB) preliminar al cuarto trimestre de 2020 y el reporte de inflación. En México se conocerán los indicadores del Instituto de Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), inversión fija bruta, consumo privado, la encuesta de expectativas de Banco de México y el anuncio de remesas al cierre de 2020.