- La Bandera Nacional debe izarse a toda asta
- Por José Antonio Aspiros
RedFinanciera
El Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) recordó a través del Diario Oficial de la Federación que hoy, 23 de noviembre, se celebra el Día de la Armada de México.
Y dio a conocer un resumen de los acontecimientos que dieron motivo a esa conmemoración, y que se remontan a los inicios de México como nación soberana hace dos siglos.
Con ese motivo la Bandera Nacional debe izarse a toda asta, señaló también el INEHRM, cuyo relato histórico es el siguiente:
México reafirmó su independencia y soberanía con la capitulación del fuerte de San Juan de Ulúa, en Veracruz, el 23 de noviembre de 1825. Se trataba del último reducto de las fuerzas españolas en territorio nacional.
En octubre de 1821, el general español José María Dávila, gobernador de Veracruz, se negó a rendirse ante las tropas mexicanas, quienes comenzaron el asedio de la ciudad.
La noche del 26 de octubre de 1821, Dávila abandonó el puerto y se trasladó al fuerte de San Juan de Ulúa con doscientos soldados, artillería, municiones y pertrechos, además del dinero de la tesorería del ayuntamiento.
En esa plaza instaló el último reducto virreinal de la Nueva España. La confrontación se prolongó cuatro años, debido a las circunstancias políticas en México y en España.
México experimentó una fuerte lucha entre grupos que defendían distintos proyectos políticos, primero con el gobierno imperial de Agustín de Iturbide y después con el surgimiento de la primera república federal. A su vez, España osciló entre la monarquía constitucional y la tendencia absolutista del rey Fernando VII.
Los militares españoles emplazados en San Juan de Ulúa resistieron el bloqueo de las fuerzas militares y navales de México.
No obstante, el gobierno de México no desistió en afirmar la plena soberanía del territorio nacional. En 1825 se consideró que había las condiciones para conseguir la rendición de San Juan de Ulúa.
Con este propósito, una escuadra se preparó en Alvarado, bajo las órdenes del capitán de fragata Pedro Sainz de Baranda, cuya tarea consistió en impedir que los españoles recibieran el auxilio de La Habana, Cuba, enviado por el capitán general Francisco Dionisio Vives.
No obstante, los españoles consiguieron mantener su línea marítima de refuerzo. Por su parte, México recibió los nuevos navíos “Libertad”, “Bravo” y “Victoria”, además de ordenar la reparación del navío “Asia”, rebautizado como “Congreso Mexicano”.
El ataque del general Miguel Barragán obligó a las fuerzas de la guarnición española a rendirse. El comandante español José Coppinger solicitó a las fuerzas nacionales que suspendieran el bloqueo y las hostilidades.
México cesó los ataques, pero no el bloqueo, volviendo imperiosa la necesidad del enemigo por rendirse y entregar la plaza. Representantes de ambos ejércitos iniciaron reuniones para convenir la capitulación.
El resultado fue un acta ratificada el 18 de noviembre por Coppinger y Barragán. El 23 zarparon los últimos españoles a Cuba mientras el general Barragán izaba en San Juan de Ulúa la bandera de México.
En rememoración de esa gesta, por decreto presidencial del 22 de noviembre de 1991, se dispuso que cada 23 de noviembre se conmemore el Día de la Armada de México, en reconocimiento a los marinos mexicanos del pasado y del presente. Día de fiesta y solemne para la Nación.