5 motivos por los que tu negocio no logra despegar y cómo revertirlo

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  • Una vez lograda la estabilidad, puede resultar frustrante el no ver el negocio despegar

 

RedFinancieraMX

 

Antes de crecer y de lograr un desarrollo sostenido, mantener un negocio o emprendimiento a flote es una de las principales preocupaciones e intereses de sus creadoras, pero una vez lograda la estabilidad, puede resultar frustrante el no ver el negocio despegar en un tiempo considerable o en el tiempo que nos hemos establecido como meta.

 

Debido a esto, Pamela Romo, fundadora de Querida, la plataforma que impulsa a las mujeres a alcanzar sus sueños, comparte 5 motivos por los que un emprendimiento puede frenar su crecimiento y cómo revertirlo.

 

De acuerdo con datos del Centro para el Desarrollo de la Competitividad Empresarial, el 75% de las Pymes (pequeña y mediana empresa) en México cierran sus puertas antes de cumplir los dos años de operaciones, y el 90% no llega a cumplir los dos años. Según la Radiografía del Emprendimiento en México, esto se debe (en hombres y mujeres) a una falta de conocimiento del mercado (34%), mala administración del negocio (32%) y problemas con los socios (25%), sin embargo, no son las únicas razones.

 

“En México hay una falta de cultura de disciplina y de organización, que son dos factores muy importantes, junto a la resiliencia y la perseverancia, para lograr establecer el éxito de un negocio, y aun cuando éste se haya alcanzado, se debe mantener el esfuerzo constante para mantenerlo. Si no reforzamos en nosotras estas cualidades y además cometemos algunos de los errores más comunes, se convierte en la receta perfecta para el desastre”, indicó Romo, quien a continuación compartió los motivos por los que los negocios no logran despegar y la solución.

 

Disponibilidad de tiempo variable: Es decir, no se cuenta con un horario establecido o fijo en el que la energía se concentre en trabajar en el negocio. A veces, cuando el negocio es propio, es sencillo trabajar cuando se tienen “un chance”, o posponer los asuntos importantes porque surgen otros compromisos o asuntos no relacionados con el negocio.

 

En este caso, la recomendación es crear un horario funcional para cada caso, que resulte sostenible a mediano plazo, y que no choque con otras actividades importantes. Si apenas se inicia, es normal que sean dos o tres horas al día, pero estas deben ser estables y aumentar de la misma manera conforme las exigencias del negocio lo requieran.

 

Falta de organización: Esto sucede cuando se confía demasiado en la capacidad personal para recordar todos los pendientes, y no se utiliza una herramienta para fijar de qué hora a qué hora toca determinada actividad. Esto no sólo puede provocar que se pierdan algunas citas importantes o fechas de entrega, sino que genera grandes cantidades de estrés para la emprendedora.