- Sin embargo, no se quedan en el país
- Frenos ABS, control electrónico de estabilidad y estándar de protección a peatones, podría salvar 6 mil 700 vidas al año
RedFinanciera
En México se construyen vehículos que cuentan con los más altos estándares de seguridad, pero la mayoría se exporta. De los aproximadamente cuatro millones de vehículos producidos, alrededor de tres millones 200 mil vehículos salen del país, principalmente a naciones que exigen altos estándares de seguridad.
Según un análisis realizado por el Instituto de Recursos Mundiales México (WRI México, por sus siglas en inglés) de la producción, importación, exportación y venta de vehículos en México durante los años 2017, 2018, 2019, 2020 y 2021, obtenido con datos del INEGI, revela que el 87% de los vehículos producidos en el país son exportados. De los vehículos exportados, el 90% son exportados a países miembro del Tratado de Libre Comercio de Estados Unidos, México y Canadá, el T-MEC.
“Sólo menos del 10% se queda en el País”, afirmó Daniel Cano, líder de proyectos en Seguridad Vial del Aunado a esto, expuso, de acuerdo con las ventas de vehículos en México durante el período señalado, el 63% de estos fueron importados, con India a la cabeza de la lista de países de origen, seguido de Japón, Estados Unidos, Brasil y China.
“Derivado de una revisión de los 30 vehículos más vendidos en México, el 52% del total del mercado son vehículos con pocos elementos de seguridad o que no cumplen con lo estipulado en la nueva NOM 194 o, peor aún, que han perdido pruebas de choque”, explicó.
En el marco de la publicación de la nueva Norma Oficial Mexicana 194 de seguridad vehicular, Cano aseguró que, aunque hay avances en esta nueva regulación, aún estamos muy por debajo de países avanzados, por lo que lo ideal sería que México se anexara a los acuerdos de Naciones Unidas para la Seguridad Vehicular de 1958 y 1994, conocidos como WP.29., lo que nos homologaría con 64 países que están a la vanguardia de la seguridad vehicular.
Cano explicó que, en el País, no existe un registro unificado de todos los vehículos, lo que dificulta el análisis preciso de los registros, así como conocer la edad y la procedencia de los autos. El SITU definido por el capítulo 4 de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial es una oportunidad para saber exactamente cuáles son los vehículos que hay en México y su estado de funcionamiento.
Reconoció que, en materia de elementos de seguridad vehicular, existe en el mundo un doble estándar, es decir, que la industria presenta distintas calidades de un mismo modelo, dependiendo de las reglas del país donde se comercializará. En este sentido, para los países del hemisferio norte presentan mayor calidad en comparación con los del hemisferio sur.
“La organización LATIN NCAP ha realizado varias pruebas de choque para evidenciar ese doble estándar. En junio de este año realizaron una prueba de choque con los dos vehículos más económicos producidos por Hyundai para el mercado mexicano y el mercado de Estados Unidos, y si bien ambos fueron sometidos a pruebas iguales, se denotó la mayor seguridad del vehículo comercializado al norte del Río Grande. La mayor ironía es que fueron manos mexicanas las que construyeron el vehículo más seguro”, dijo.
Explicó que los ahorros en equipamiento o en construcción por parte de la industria no siempre consisten en quitarle elementos a las unidades, sino en poner los mismos elementos, pero de una menor calidad.
“La industria mexicana es tan buena que tiene capacidad de producir vehículos con los mayores estándares de seguridad del mundo. Sin embargo, los vehículos con esos estándares no son los que se distribuyen en el mercado mexicano”, explicó.
Según un análisis realizado por la Dirección de Movilidad de WRI de los modelos de vehículos más vendidos en el País, ninguno cuenta con estándar de protección de peatones.
Cano añadió que implementar sólo tres dispositivos de seguridad vehicular (frenos ABS, el control electrónico de estabilidad y el estándar de protección a peatones) en todos los vehículos nuevos podría salvar 6 mil 700 vidas al año, según un análisis del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Ello reduciría a casi a la mitad las muertes derivadas de hechos de tránsito en México, que en promedio son casi 16 mil anuales y se ubican como la segunda causa de muerte entre la población de entre 5 y 39 años.