- Actualmente hay en el mundo 150 millones de niños que son obligados a trabajar
RedFinancieraMX
El ministro alemán de Cooperación Internacional (Ayuda al Desarrollo), Gerd Müller, declaró hoy aquí que el mundo debe poner fin al trabajo infantil y que el lema debe ser “No a la explotación infantil”.
El ministro puso hoy en marcha la campaña de Navidad de la organización humanitaria de la Iglesia Evangélica alemana “Pan para el Mundo”, que hoy celebra 60 años de haber sido fundada.
La directora de esa organización no gubernamental alemana, Cornelia Füllkrug Weitzel, declaró por su parte que “el número de personas en el mundo que sufre de hambre ha disminuído en los últimos 60 años, pero vemos con preocupación que en los dos últimos años la cifra se ha vuelto a elevar“.
Müller señaló que la Unión Europea necesita una reglamentación conjunta para que en los mercados del continente no se importen productos en cuya producción tuvieron que trabajar niños.
Agregó que para que los niños puedan ir a la escuela, es necesario que su familia cuente con un ingreso que les permita financiar su existencia. Mencionó que en el mundo en desarrollo hay costureras que ganan 15 centavos, con lo que ninguna familia puede vivir.
Müller precisó que actualmente hay en el mundo 150 millones de niños que son obligados a trabajar.
El político del partido Unión Social Cristiana subrayó que “cada ser humano tiene derecho a una vida en dignidad, libre de hambre, de violencia y de miseria”.
Manifestó que cuando “Pan para el Mundo” se formó en 1959, el objetivo fue llevar a cabo una campaña para recabar donativos destinados a la hambruna que en esos años se registraba en India. Logró reunir solo en esa campaña 19 millones de marcos alemanes.
Precisó que desde entonces, esa organización humanitaria de la Iglesia Evangélica alemana ha captado desde entonces donativos por valor de dos mil 400 millones de euros. El ministerio que él encabeza aporta también donativos a “Pan Para el Mundo” para apoyar su obra.
En el 2017, “Pan para el Mundo” aportó 258 millones de euros para financiar 649 proyectos internacionales. De ellos, 237 en Africa, 204 en Asia, 98 en Latinoamérica, 15 en Europa y 95 en diversas regiones del mundo.
Respecto a Latinoamérica informó en su reporte que el problema en esa región es “la extrema desigualdad en la riqueza. La democratización de muchos países (latinoamericanos) no ha cambiado nada porque solo es formal. La mayor ayuda es, por eso, la aplicación real de los derechos democráticos”.