- Ricardo Monreal señaló que el crimen organizado sigue avanzando en el país
RedFinancieraMX
Senadores de la República lamentaron el asesinato de los sacerdotes jesuitas, Javier Campos y Joaquín Medina, sucedidos en la comunidad de Cerocahui, municipio de Urique, Chihuahua.
Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), condenó que “la vorágine de violencia en el país” no haya sido detenida y que el crimen organizado continúe avanzando en el país, después de varias décadas.
Ante ello, dijo que en el Congreso es momento de reflexionar y de revisar el plan de seguridad. “Lo digo con todo respeto y con toda seriedad; es el momento de abordarlo sin tabúes, sin ideologías, sin intereses partidistas y sin actitudes egoístas. Es momento de reflexión para el país.”
Al respecto, la senadora del PAN, Xóchitl Gálvez, aclaró que no se puede entender la zona Tarahumara sin los jesuitas y sin los sacerdotes asesinados que eran hombres buenos y de trabajo.
Destacó que de 2000 a 2006, cuando era Comisionada de los Pueblos Indígenas, tenía dificultades para ingresar a dejar despensas a la zona porque el Ejército clausuraba las pistas donde aterrizaba el crimen organizado; sin embargo, “ahora parece que es imposible entrar”.
La senadora consideró que la presencia del crimen organizado obliga a las comunidades indígenas de la zona a cuidar los cultivos “y muchas veces cuando llega el Ejército detienen hasta a los indígenas, pero no son dueños de la semilla y cultivo”. Además de la gran adicción que ya se tienen entre los jóvenes por las drogas, señaló.
“El no hacer nada, el no tener una política de control, de contención para mandar un acto de autoridad, hace que los delincuentes sientan que pueden actuar con toda impunidad”.
“Y el presidente no quiere entender que su política es un fracaso, ya no le alcanza su discurso de seguir echando culpa al pasado”.
Olga Sánchez Cordero, pidió que las autoridades de Chihuahua y federales eviten que el caso quede impune y se garantice justicia.