- Se desplomó la unidad desde 60 mil dólares en 2021 a poco más de 20 mil
- Por Gerardo Flores Ledesma
RedFinancieraMX
Las criptomonedas nacieron en 2009 y fueron calificadas como el mejor escudo para blindarse contra la inflación y la más completa herramienta para obtener ganancias. Se multiplicaron hasta superar las 10 mil marcas y en México, hasta principios de 2022, había más de 700 nombres que las identificaban.
En menos en 10 años, algunas criptomonedas, como Bitcoin, alcanzaron un valor récord de 60 mil dólares desde un piso de arranque de 20 mil dólares. Pronto se convirtieron en tendencia y se usaron como método de pago, transacción comercial, moneda de uso corriente para compra y venta de bienes muebles e inmuebles, e incluso artistas, políticos y futbolistas la adoptaron como su más amigable aliado para el cobro de sus salarios.
Sin embargo, las criptomonedas han visto desplomar su valor desde más 60 mil dólares en 2021 a poco más de 20 mil dólares la unidad, y la cuenta sigue a la baja.
Al igual que el valor de los activos tradicionales, el del Bitcoin se ha precipitado y de acuerdo con analistas de eToro e Intercam Banco, se ha desplomado a su nivel más bajo desde finales de 2020, debido a los temores sobre la aceleración de la inflación en EU.
Se creía que con la caída en la inflación mensual de EU desde 8.5% a 8.3% en abril, los aumentos de precios habían alcanzado un “máximo”, pero pronto vino la corrección y el último dato de 8.6% sobre el nivel de los precios dado a conocer por el vecino del norte sacudió a mercados de valores y de criptomonedas por igual.
Las dos criptomonedas más populares y fuertes en el mercado (Bitcoin y Ether) se han defendido con fuerza en la última semana para mantener el nivel de 31 mil dólares y los 1,900 dólares, respectivamente, pero el miedo predomino y la primera ha caído a poco más de 20 mil dólares y la segunda cotiza alrededor de los 1,300 dólares.
Hay expertos en blockchain y que son creadores de minas o granjas de estas monedas, como Oswaldo Reyes Corona, que sostienen que las monedas virtuales son la tendencia para hacer negocios en el mundo y no cejan en su empeño en señalar que son la menor opción para en ese esquema.
Sin embargo, miles de inversionistas que optaron por las monedas virtuales han perdido todo su dinero en menos de un año de operación, es decir desde que se registraron en alguna de las plataformas hasta el momento en que los mercados se desbarataron.
No obstantes lo resultados de pérdidas, se insiste en que esta nueva forma de dinero es tan aceptada en el mundo, que países de Centroamérica ya lo adoptan como moneda de uso corriente y serán el ombligo del mundo con la creación de la Bitcoin City en la que participan El Salvador, Honduras y Nicaragua.
En medio de esta fiebre, el Banco de México continúa con sus planes de lanzar una criptomoneda en 2023, cuyo valor en noviembre de 2021, al menos la Bitcoin, valía 1 millón 266 mil pesos, pero vino el desplome y hoy vale menos de 600 mil pesos, por lo que es cuestionable que sirva como refugio ante los peligros que significan la hiperinflación y también la recesión mundial.
Se estima que en 2023 habrá cuentas bancarias en México denominadas en criptomonedas, como ya ocurre con BBVA en España.
Hacia finales de 2021 se formalizó el acuerdo de Bitso por tres años como patrocinador del equipo de Tigres, y en ese mismo año, Cemex pagó, junto con Cemex, el sueldo de Miguel “Piojo” Herrera, una parte en efectivo y la otra en criptomonedas.
Hay países como Argentina que ya anunciaron que adoptarán a las criptomonedas como parte de sus operaciones; Bahamas ya lo hizo, en tanto que Miami ya se convirtió en la primera ciudad en comercializar su propia moneda virtual: el “MiamiCoin”; Jane Castor, alcaldesa de Tampa Bay, Florida, recibe su sueldo en Bitcoin (BTC).
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, no admite aún que ha perdido 50 millones de dólares de fondos públicos por su desacierto de hacer a las criptomonedas un activo de uso corriente en su país.
Los detractores de estas herramientas fustigan que México sea tercer lugar en su uso en América Latina, y Liliana Silva, experta en finanzas personales de Cash Préstamos, acusa que son un buen pretexto para alentar los crímenes cibernéticos, porque las criptomonedas se rigen bajo la oferta y demanda y no por factores macroeconómicos.