Un año con categoría 2 en seguridad aérea

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  • Sigue la tarea para recuperar el nivel 1 y elevar la conectividad
  • Hay evaluación de la FAA y resultados en julio; posiblemente nos reprueben
  • Por Gerardo Flores Ledesma

RedFinanciera

El próximo miércoles se cumplirá un año que la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos degradó a México a la Categoría 2 del Programa de Evaluación de Seguridad Operacional de la Aviación Internacional (IASA), sin que hasta ahora haya avances sobre el asunto.

En junio próximo terminará la evaluación que la FAA realiza sobre la seguridad aérea de México y se decidirá si nos regresan la categoría 1, pero todo parece indicar que no aprobaremos el examen, porque persisten los errores sobre las 28 recomendaciones que debemos cumplir.

Hay que recordar que en abril pasado comenzó una Evaluación de Seguridad en la Aviación Internacional, aplicada por la FAA, la cual terminará en junio próximo, y se esperan los resultados sobre la corrección de errores en 28 recomendaciones que se le dieron al gobierno mexicano.

Aunque la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SITC) ha subrayado que persiste el trabajo en la seguridad aérea, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y expertos en el tema aéreo consideran que seremos reprobados y la recuperación de la Categoría 1 no llegará, porque la Agencia Federal de Aviación Civil mexicana (AFAC) no tiene el presupuesto suficiente para ofrecer tecnología moderna y no cuenta con personal calificado y con la experiencia que requiere la aviación mexicana.

Desde hace un año se hicieron observaciones y se advirtió, además, que había serios problemas en materia de conocimiento técnico, número insuficiente de inspectores aéreos, mantenimiento no satisfactorio de registros ni procedimientos de inspección adecuados y escasa resolución de preocupaciones de seguridad.

La posibilidad de no obtener la calificación en seguridad aérea se acentuó por los más de 100 “incidentes” que en los primeros tres meses de 2022 ocurrieron en el espacio aéreo mexicano, especialmente en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

El presidente Andrés López Obrador calificó como adversarios con intenciones de desprestigiar a su gobierno a la dirigencia del Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo (Sinacta), la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) y la Federación Internacional de Asociaciones de Pilotos de Líneas Aéreas (IFALPA), quienes por separado emitieron comunicados oficiales sobre la probabilidad de colisiones aéreas en México.

El antecedente

En un comunicado de la FAA, emitido el 25 de mayo de 2021, se dio a conocer que las aerolíneas mexicanas, ya no podrían agregar nuevas rutas, incorporar aviones o modificar frecuencias.

En los últimos 11 meses, las aerolíneas mexicanas no han podido abrir nuevas rutas a EU, su principal destino en el exterior, lo que limitó su crecimiento y les provocando severas pérdidas económicas, en un contexto en el que el sector turístico y aeronáutico buscan resarcir los efectos negativos de la pandemia.

Por causa de la reducción de la FAA, Delta procedió a eliminar los códigos compartidos con Aeroméxico, mientras que Volaris y Viva Aerobus minimizaron la afectación.

Volaris comunicó que el daño sería mínimo, ya que “la operación desde y hacia EU está asegurada, excepto por el código compartido con Frontier, el cual representa únicamente 0.4% del índice de ocupación de nuestros vuelos”,

Viva Aerobus informó que no habría ningún perjuicio, ya que sus rutas operadas a EU representaban el 14% de su operación total, por lo que no se tendrán cambios en los itinerarios de viaje de sus pasajeros.

La FAA se comprometió, entonces, a ayudar a la autoridad mexicana a mejorar su sistema de supervisión de seguridad a niveles que correspondan con los estándares de la OACI, pero dejó firme su decisión en el documento, luego de reprobar a la AFAC, tras una evaluación entre octubre de 2020 y febrero de 2021.

La FAA también se comprometió a capacitar personal y ofrecer cursos para resolver los problemas identificados por IASA y así recuperar la categoría 1.

La SICT ha hecho hincapié, por su parte, que la autoridad sigue trabajando por la seguridad en el espacio aéreo nacional.

En los últimos 12 meses, las aerolíneas mexicanas pueden volar a EU bajo las condiciones previas a la aplicación de la medida, pero no han podido agregar o modificar nuevas rutas, incorporar nuevos aviones, aumentar o reducir frecuencias, ni iniciar nuevos programas de códigos compartidos.

Caer en la categoría 2 evidencia a México porque carece de los requisitos necesarios para supervisar a las compañías aéreas de acuerdo con las normas internacionales mínimas de seguridad, o que la autoridad de aviación civil no cubre lo suficiente en materia de experiencia técnica, personal capacitado, mantenimiento, procedimientos de inspección o resolución de problemas de seguridad.

Desde hace un año, con esa modificación, México pasa a formar parte de la lista países reprobados en seguridad aérea, como es el caso de Bangladesh, Curazao, Ghana, Malasia, la Organización de Estados del Caribe Oriental, Pakistán, Tailandia y Venezuela.

Cabe recordar que esta no es la primera vez que a México le cuelgan la categoría 2, pues en julio de 2010 se nos en endilgó ese mismo nivel y tomó cuatro meses regresar a la Categoría 1. En aquella ocasión se nos calificó con la categoría 2 debido a una escasez de inspectores de vuelo.

La Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) insiste en que la operación de las aerolíneas nacionales no se vio impactada de gran manera, pero las restricciones para incrementar rutas y frecuencias si tiene resultados adversos y un efecto grave en la conectividad con destinos domésticos en regiones donde la industria aérea es un elemento importante para el desarrollo económico y social.