- Cae la variable anual a 8.3% en abril, desde 8.5% del mes pasado, pero los analistas esperaban 8.1%
- Los mercados financieros no se dan por satisfechos con ese resultado
RedFinanciera
El informe de inflación de EU marcó un punto de inflexión clave, con las tasas anuales cayendo a 8.3% en abril desde el 8.5% del mes anterior. Sin embargo, el promedio de lo esperado por los analistas era de 8.1%, por lo que los mercados no se dieron por satisfechos.
Como se había previsto, la inflación se desaceleró en términos mensuales, al pasar de 1.2% el mes pasado a 0.3% en abril, si bien una décima por encima de lo esperado. El equivalente a la inflación “subyacente”, ascendió a 0.6% en términos mensuales, por encima de los 0.4% esperados.
Expertos financieros de eToro consideran que la normalización hacia el objetivo de inflación del 2% de la Fed será un largo camino. En un momento en que los mercados de acciones están tan estresados, estos datos de “alivio” relativo, parecieron no ser suficientes. Sin embargo, el rendimiento de los bonos a 10 años bajó a niveles de 2.9%, para luego recuperarse a 3.017% en la primera hora de negociaciones.
La volatilidad continúa, entre quienes piensan que los datos refuerzan un incremento sumamente agresivo de hasta 75 puntos base en la tasa de la Reserva Federal en la reunión de junio, y quienes piensan que finalmente el dato de inflación es un posible indicio de que el pico ya se alcanzó.
Fijos contra flexibles
La Reserva Federal de Atlanta divide la inflación en dos. Los precios “flexibles” –que consisten sobre todo en bienes, desde el combustible hasta los automóviles y desde los alimentos hasta la ropa– son los que más responden al entorno económico, representan el 30% de la inflación y se mantienen a tasas del 20%. El otro 70% son los precios “fijos”, más orientados hacia los servicios y hacia el mediano plazo, como rentas, servicios públicos, educación y atención médica, que se ubican en 5%.
Los precios flexibles ahora están alcanzando su punto máximo, con la desaceleración de la economía, mientras que la Reserva Federal está subiendo las tasas de interés para controlar los precios rígidos, impulsados por los mercados laborales y de vivienda ajustados.
Creemos que los mercados están más cerca de la parte inferior de la liquidación que de la parte superior. Los fundamentos están estresados pero seguros, ya sea el crecimiento del PIB o de las utilidades, y son sensibles a noticias “menos malas”. Los rendimientos en el largo plazo de comprar en estos niveles de pesimismo y retroceso son históricamente favorables.
Sin embargo, es un mundo de inflación alta durante más tiempo, y una respuesta de política monetaria de “doble barril” sin precedentes de la Fed, con riesgos más amplios desde la guerra de Ucrania hasta el cierre de China. Esto aboga por valores baratos y posiciones defensivas, desde materias primas hasta atención médica, para capear la tormenta.