- El primer gran tropiezo del presidente
- Por Rodrigo López San Martín
RedFinanciera
En 2021, PAN, PRI y PRD anunciaron una alianza electoral que, unos años atrás, hubiera sido impensable. Perseguían un objetivo: evitar que Morena y sus aliados alcanzaran la mayoría calificada necesaria en la Cámara de Diputados (dos terceras partes), para modificar la Constitución.
Casi un año después, el presidente Andrés Manuel López Obrador envío su primera iniciativa de reforma constitucional en este nuevo periodo de sesiones, la Reforma Eléctrica.
Junto a sus aliados, Morena cuenta con 277 de 500 diputados. 57 menos de los 334 que necesita para aprobarla.
Con los procesos electorales en seis estado de por medio, se rumoró durante semanas una posible negociación entre el PRI y Morena donde se intercambiarían los votos que el oficialismo necesita a cambio de la gubernatura de Hidalgo, donde la candidata es Carolina Viggiano, secretaria general del PRI y esposa de Rubén Moreira, coordinador de los diputados priístas.
Pero hace unos días, el dirigente nacional de ese partido, Alejandro Moreno, junto a los dirigentes del PAN, Marko Cortés y PRD, Jesús Zambrano, anunció el rechazo de su partido a la iniciativa presidencial.
A pesar de la incertidumbre que temporalmete hubo, el rechazo era lógico. La razón de ser de la alianza opositora es, precisamente, votar en bloque, en contra, este tipo de iniciativas, donde los números les alcanzan para frenar la agenda presidencial.
La coalición opositora parece entender que, en este país polarizado, su prioridad debe ser darle resultados a los suyos. Que vivimos un momento en el que la mayoría de los ciudadanos están definidos a favor o en contra del presidente, y las elecciones de este año, y más importante, las de 2024, se decidirán a favor de quién convenza a participar en mayor cantidad a quienes coinciden con su posición. Quien motive más a los suyos.
Así, salvo una sorpresa de último momento, la Reforma Eléctrica será la primera gran derrota del presidente en el sexenio. Y la extraña coalición que formaron el PAN, PRI y PRD, podrá comunicar que alcanzaron su objetivo y pasaron la prueba de la presión del oficialismo.
Después de esta votación, el presidente ya anunció que vendrá una nueva reforma constitucional, la electoral. La más trascendente, quizá, para el futuro del país.
Si bien no ha habido aún un posicionamiento conjunto del bloque opositor, esta primera experiencia y el impacto positivo que tendrá hacia su electorado, podría modificar el equilibrio de fuerzas, y darle ánimos a quienes rechazan al presidente pero veían que el papel de la oposición estaba limitado a lo testimonial.
De mantenerse, y combinarse con un resultado positivo en las elecciones de junio próximo (ganar dos o tres de las gubernaturas), la alianza PAN, PRI y PRD podría consolidarse hacia 2024.